Que en las últimas décadas las temperaturas se han incrementado en las regiones árticas y boreales del norte de Europa, especialmente en invierno y primavera, es ya un hecho constatado. Este fenómeno continuará en un futuro según recogen la mayoría de los estudios sobre cambio climático. Así, diversos estudios señalan que esta variación en las condiciones climáticas puede tener un importante impacto sobre las aves en general, pero especialmente en las aves acuáticas que viven en zonas húmedas.

 

Pato colorado @JCAtienza

Pato colorado @JCAtienza

 

El constante incremento en las temperaturas en invierno ha causado una reducción destacada de la cobertura de hielo en zonas importantes para las aves acuáticas como por ejemplo en el mar Báltico. En este sentido hay que destacar efectos como la reducción en la distancia de migración y el uso de nuevas zonas de invernada más próximas a los lugares de cría. Algunas zonas que hace dos décadas estaban cubiertas de hielo ahora permanecen “abiertas” durante todo el invierno.

Además, los ecosistemas acuáticos son especialmente vulnerables al cambio climático, que puede conllevar alteraciones sobre la cantidad, distribución y calidad del agua, provocar efectos sobre la vegetación acuática o activar procesos de eutrofización. Situaciones que directamente afectarán a las zonas de alimentación y refugio de muchas de estas especies. Unos cambios que serán más extremos si mantenemos las actuales presiones a las que sometemos a los humedales en España (sobreexplotación de acuíferos, reducción de caudales, contaminación, etc)

 

Pareja de cuchara común.

Pareja de cuchara común.

 

Importancia de los censos coordinados

En la actualidad, hay una línea de trabajo de numerosos investigadores enfocada en el impacto del cambio climático sobre las aves y la biodiversidad y, en este sentido, el trabajo coordinado de censos de aves acuáticas invernantes realizados desde la década de 1960, que coordina SEO/BirdLife desde sus inicios, son una de las fuentes de información disponible más importantes debido tanto a su extensión geográfica como temporal.

La última edición de Junio de 2017 de los Programas de Seguimiento de Avifauna y Grupos de Trabajo de SEO/BirdLife recoge el análisis de los censos de 25 especies de aves acuáticas invernantes en 21 países europeos entre 1990-2013.  Dicho análisis muestra cómo afecta la variación en las condiciones climáticas durante el invierno.  

“Los resultados del análisis son contundentes. A escala continental los núcleos principales de invernada de varias especies han sufrido un desplazamiento progresivo hacia el noreste de Europa durante los últimos 24 años. Especialmente los patos buceadores, como por ejemplo el pato colorado, el porrón moñudo o la serreta mediana, son especies que han mostrado claramente esta tendencia”, asegura Blas Molina, técnico del Programa de Ciencia Ciudadana de SEO/BirdLife.

Otras especies como el silbón europeo, el ánade friso, la cuchara común, el ánade rabudo o el ánsar común también han ido progresivamente desplazando sus áreas de invernada hacia latitudes más norteñas.

La importancia de estos censos internacionales quedó patente en la celebración del Medwaterbird Network  que tuvo lugar el pasado mes de septiembre en Túnez donde se reunieron los países de la cuenca mediterránea para valorar y trabajar la información disponible de los censos de aves acuáticas en los países de la región.

 España, un refugio para las aves acuáticas

En los últimos años, las poblaciones invernantes de algunas especies de aves acuáticas muestran tendencias negativas en España. Son el caso del porrón europeo o el silbón europeo. El trabajo determina que esta tendencia responde a un fenómeno de redistribución de sus áreas de invernada a escala continental, una posible respuesta a las nuevas condiciones climatológicas.

Los resultados del análisis también muestran que diversas especies de aves acuáticas tienen capacidad para responder  rápidamente a olas de frío e inviernos duros. En esas situaciones pueden migrar distancias más largas y volver a áreas de invernada  tradicionales localizadas en el sur y suroeste de Europa donde su presencia ha ido disminuyendo o enrareciéndose.

En este sentido, España juega un papel vital en el mantenimiento de humedales como las Marismas del Guadalquivir, el Delta del Ebro y la Albufera de Valencia que acogen todos los años un importante porcentaje de aves acuáticas de diferentes puntos de Europa.  Por tanto, es importante tener en cuenta la importancia de los  humedales  españoles a la hora de planificar nuevas medidas de gestión.

 

Marismas de Doñana © Carlos Dávila-SEO/BirdLife

Marismas de Doñana © Carlos Dávila-SEO/BirdLife

 

“Es importante seguir realizando cada invierno estos censos para tener una buena herramienta que nos permita evaluar y poder adecuar las tomas de decisiones respecto a la planificación hidrológica y la gestión de los humedales.  Debemos apostar por unas políticas de aguas que incrementen la capacidad de adaptación de los ecosistemas acuáticos y facilitar así la conservación de las aves acuáticas”,  recuerda  Molina.

 Además estos censos permiten generar información que España tiene que aportar en el marco de la ley del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, de la Directiva Aves y de acuerdos  como  AEWA (African European Waterbirds Agreement), el Convenio Ramsar o el Convenio de Bonn sobre la Conservación de las Especies Migratorias (CMS).

 

Más información:

Programas de Seguimiento de Avifauna y Grupos de Trabajo de SEO/BirdLife (2016)

Campaña: Hay que mojarse por los humedales

Waterbirds in al changing world: effects os climate, habtat and conservation policy on european waterbirds

 

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