La terrera común se distribuye por el entorno del Mediterráneo en Europa y el norte de África y, más extensa y continuamente, por Oriente Medio, el mar Negro y Asia central, alcanzando el norte de China. En Europa, las principales poblaciones se localizan en la Península Ibérica, Turquía y el sur de Rusia. Estas poblaciones europeas invernan en el África subsahariana.

La terrera común está ampliamente distribuida por el interior y la franja costera suroriental peninsular, así como en Baleares. Se encuentra ausente de la cornisa cantábrica y de extensas zonas forestales y de montaña. Falta también en Canarias, Ceuta y Melilla.

Es una ave estrictamente estival en nuestro país.

En España vive la subespecie brachydactyla.

Para más información sobre su distribución territorial y otros datos de interés, consulta la ficha de la terrera común en el III Atlas de las aves en época de reproducción en España.

En nuestro país es una especie estival, con territorios de invernada en el Sahel, en una franja situada entre Mauritania y Somalia.

La migración primaveral tiene lugar desde finales de marzo hasta primeros de junio, mientras que la otoñal se prolonga desde finales de agosto hasta principios de octubre, con máximos en septiembre.

Según la Lista Roja Europea de Aves 2021, la población de esta especie ronda los 9,30-17,4 millones de terreras comunes, con tendencia poblacional desconocida.

En el III Atlas de las aves en época de reproducción en España se estima un tamaño poblacional de 1,26-1,64 millones de ejemplares. Los datos que ofrece el programa de seguimiento Sacre reflejan una tendencia estable con tendencia al aumento en las últimas décadas.

La terrera común ocupa páramos, estepas y cultivos de cereal de secano, seleccionando formaciones herbáceas ralas, como barbechos, sembrados y pastizales. Se trata de una especie ligada a zonas cálidas y secas. Aunque puede alcanzar cotas elevadas (hasta los 2.100 metros en Sierra Nevada), encuentra sus condiciones de existencia más óptimas en altitudes bajas (inferiores a los 1.000 metros).

Su dieta es mixta en primavera y verano, cuando consume invertebrados y semillas. Durante el resto del año se alimenta básicamente de semillas.

En España, el periodo de cría se extiende de marzo a julio, pudiendo realizar dos puestas anuales. La formación de parejas tiene lugar en marzo y abril, y las puestas se inician en mayo.

Instala su nido en el suelo, en una depresión del terreno forrada de hojitas, ramas y plumas. La puesta consta de tres a seis huevos, grisáceos y con motas marrones dispersas que a veces forman una corona en un extremo. La incubación dura 13 días y corre a cargo exclusivamente de la hembra. Los pollos son cuidados por ambos progenitores y vuelan a los 12-13 días.

La terrera común se incluye en la categoría de LC – Preocupación Menor en el Libro Rojo de las aves de España y aparece citada en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, pero no en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas. No parece que esta ave presente en la actualidad problemas de conservación ni por su área de ocupación, ni por su tamaño ni dinámica poblacionales.

La principal amenaza se relaciona con la destrucción o alteración del hábitat estepario como consecuencia de la intensificación agrícola, que promueve la desaparición de barbechos, linderos y baldíos. Otros factores de riesgo son el uso de pesticidas y el incremento de cultivos de regadío o bajo plástico.