Herrerillo común
Cyanistes caeruleus
Este insectívoro forestal, ruidoso y activo, resulta muy conspicuo por su llamativa combinación de colores azules y amarillos. Frecuenta parques, y para criar se acomoda muy bien en huecos tanto naturales como artificiales, especialmente en cajas-nido. Se trata de uno de los pájaros más extendidos y populares.
CAT / Mallerenga blava
GAL / Ferreiriño azul
EUS / Amilotx urdina
ENG / Eurasian Blue Tit
Especie abundante y de amplia distribución territorial que, una vez evaluada, se considera fuera de las categorías con mayor grado de amenaza.
Escucha su canto:
Herrerillo común
Cyanistes caeruleus
Información
Passeriformes
Paridae
11,5 cm
17,5-20 cm
Identificación
Las alas, cola y cabeza del herrerillo común exhiben un bello color azulado, que se completa con un collar azul cobalto. El dorso posee tintes verdosos, y las partes inferiores son amarillentas (dibujo 1). Presenta mejillas de color blanco en los adultos y amarillo pálido en los volantones.
La coloración general podría recordar a la de un carbonero común. Pero este es notablemente mayor, con la cabeza negra y una banda de igual color que divide en dos el amarillo del pecho.
Canto
Emite múltiples reclamos, algunos muy parecidos a los sonidos producidos por otros páridos, como el carbonero común. Sin embargo, los sonidos del herrerillo común son mucho menos potentes. Frecuentemente reproduce con rapidez una estrofa compuesta por trinos cortos, finalizados con una “risa” (tit-tit-tit-chuuarr), que además puede ir seguida de chasqueos. El canto más común es un tiit-tiit-tutu… muy agudo y que continúa con vibraciones muy variadas.
Dónde vive
En el mundo
El herrerillo común se extiende por gran parte de Europa, desde las islas Británicas hasta los Urales. Los ejemplares de las poblaciones del norte de África y de las islas Canarias se consideraban hasta muy recientemente herrerillos comunes, pero hace poco se ha propuesto su segregación e inclusión dentro de una nueva especie, el herrerillo africano (Parus teneriffae).
Presenta varias subespecies.
En España
Aparece en todas las provincias peninsulares y en Baleares, pero evita las zonas carentes de vegetación arbórea. Así, es raro en el tramo central del valle del Ebro, en el sureste ibérico y en algunas zonas del valle del Guadalquivir y de la provincia de Valladolid, así como parches dispersos en zonas desarboladas de Badajoz.
En el tercio norte peninsular se encuentra la subespecie caeruleus, que hacia el centro y el sur deja paso a ogliastrae. Para algunas poblaciones de las Baleares se propone la subespecie endémica balearicus.
En las islas Canarias y Ceuta es sustituido por el herrerillo africano, considerado otra especie, C. teneriffae. No hay constancia de su presencia en Melilla.
Para más información sobre su distribución territorial y otros datos de interés, consulta la ficha del herrerillo común en el III Atlas de las aves en época de reproducción en España.
Más información
Consulta el siguiente enlace para ampliar la información sobre esta especie.
Invernada fuerte
Invernada floja
Estival
Residente
Desplazamientos
Las poblaciones ibéricas son sedentarias. Se alejan muy poco de los territorios de cría, salvo en invierno, cuando pueden abandonar los bosques montanos. A principios de otoño se suman efectivos procedentes del centro, norte y noreste de Europa.
Población
En la Lista Roja Europea de Aves 2021 la población reproductora europea se estima entre 59.700.000 y 95.100.000 ejemplares maduros, con tendencia creciente.
En la Península Ibérica se calcula que existen 8.545.223 herrerillos, con una tendencia positiva, según los resultados del programa Sacre para el periodo 1998-2018. Es el párido que presenta densidades más elevadas, alcanzando en primavera valores de 20 aves por cada 10 hectáreas en bosques montanos de frondosas.
Cómo vive
Hábitat
El herrerillo común precisa de la existencia de arbolado y muestra preferencia por los bosques caducifolios. También resulta muy frecuente en bosques de frondosas perennes (encinares, alcornocales). Ocupa tanto formaciones abiertas como adehesadas, parques y huertos. Solo se enrarece en ambientes carentes de arbolado y en los bosques de coníferas, especialmente si son masas de una sola especie. Puede alcanzar los 2.000 metros de altitud en las sierras meridionales, pero la cota disminuye durante el invierno. En este periodo explora todo tipo de hábitats, incluyendo cañaverales y carrizales.
Alimentación
Es un ave insectívora, aunque no de forma estricta. Se alimenta de numerosos invertebrados (arañas, coleópteros, dípteros, larvas de lepidópteros, hemípteros, etc.). También picotea brotes e ingiere semillas, incluyendo piñones, y la pulpa de frutos carnosos (moras, higos, bayas de saúco, olivas, etc.).
Reproducción
Suele sacar una pollada al año, pero hay poblaciones que realizan dos puestas.
La hembra construye el nido en oquedades de troncos viejos, muros de piedras o cajas-nido con musgo, lana, hierbas, hojas secas, pelo y telarañas. Además recubre el interior con pelo, plumón y plumas. Asume totalmente la incubación de la puesta, integrada por un elevado número de huevos (6-12), blancos y con moteado rojizo.
Los pollos nacen tras 12-16 días de incubación (dibujo 2), son alimentados por ambos progenitores y vuelan a las tres semanas de edad.
Como otros páridos, esta especie es muy proclive a la ocupación de cajas nido (dibujo 3)
Meses en los que se puede ver la especie en España
Amenazas y conservación
Especie abundante y de amplia distribución territorial que, una vez evaluada, se considera fuera de las categorías con mayor grado de amenaza.
El herrerillo común está incluido como especie Reproductora en la Lista Roja de las Aves de España, con la categoría de LC – Preocupación Menor.
También figura en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial. Sin embargo, no está incluido en el Catálogo Español de Especies Amenazadas.
La especie se ve afectada por la pérdida de bosques, el uso de insecticidas contra las plagas forestales y la escasez de huecos para criar. Las cajas-nido constituyen una buena solución si se manejan adecuadamente (dibujo 3). De no ser así, los nidales favorecen la sobredepredación de huevos, pollos y adultos.
Asimismo, el control con insecticidas de las plagas forestales también perjudica a este y otros páridos.