Un año más se producen podas indiscriminadas de árboles y arbustos en entornos urbanos en plena época reproductora de las aves originando molestias, daños y muertes de crías de especies protegidas.

 

Hacemos un llamamiento a los responsables municipales y a las empresas de gestión y mantenimiento de zonas verdes para que racionalicen las podas e integren los ciclos naturales de las especies en las tareas de mantenimiento. Lanzamos un vídeo con 10 propuestas para integrar la conservación de la biodiversidad en el diseño y gestión de las zonas verdes urbanas.

Cada año por estas fechas recibimos decenas de quejas y denuncias ciudadanas por la realización de trabajos de mantenimiento del arbolado o los espacios verdes urbanos que perjudican a las aves. Estos trabajos se realizan en plena época de reproducción y en muchas ocasiones, están injustificados, son innecesarios e incluso resultan contraproducentes para la propia infraestructura verde.

En el caso de las podas, en numerosas ocasiones se realizan de forma sistemática, no porque el árbol lo necesite o en base a criterios técnicos, sino “cuando toca”, respondiendo a rutinas e inercias marcadas, a cláusulas de los contratos que han quedado obsoletas o a quejas ciudadanas que podrían solucionarse con una adecuada planificación.

En los últimos días, por ejemplo, se están denunciando en medios y redes sociales las podas y talas indiscriminadas en varias ciudades como León, Albacete, O Barco de Valdeorras, Algeciras o Madrid, donde el ayuntamiento de la capital está anunciando podas para los próximos días en la colonia del Manzanares.

Importancia de las arboledas urbanas

El arbolado es uno de los elementos más importantes de la infraestructura verde urbana. Los árboles absorben toneladas de contaminantes y pueden reducir la temperatura de las ciudades entre 2 y 8 grados.
Un estudio reciente realizado con datos de 93 ciudades europeas estima que un tercio de las muertes atribuibles a las islas de calor podrían evitarse aumentando la cobertura arbórea hasta un 30% del espacio urbano. Pero los servicios ambientales que ofrecen los árboles dependen en gran medida del volumen y desarrollo de las copas, por lo que su planificación y gestión se debería orientar al incremento del dosel forestal, con una correcta selección de especies, criterios de plantación y un adecuado mantenimiento.

Beneficios de las podas a tiempo

En el caso de las podas, el criterio general a aplicar sería podar lo mínimo necesario para garantizar la seguridad de las personas y el buen desarrollo del árbol. En estos casos, deben ejecutarse cuando el árbol está en parada vegetativa o con poca savia en circulación.

Cuando se realizan en épocas inadecuadas, como la primavera, propician la aparición de hongos y favorecen las pudriciones, lo que puede provocar la caída de ramas, con el consiguiente peligro para los viandantes. Estas podas a destiempo e indiscriminadas atentan contra la salud del árbol y contra la seguridad de la ciudadanía.

Animamos a los ciudadanos y ciudadanas a denunciar estas situaciones, enviando sugerencias y quejas a sus ayuntamientos. Además, en los casos en los que se produzcan molestias o daños a especies protegidas, pueden denunciarlo a través de los agentes forestales (112), el Seprona (062) o utilizar el portal de denuncia ambiental de SEO/BirdLife.

Poda agresiva de árboles. Ignacio Quevedo

Poda agresiva de árboles. Ignacio Quevedo

Demandas y propuestas

Solicitamos a las administraciones locales y a los responsables de las empresas de gestión y mantenimiento de la infraestructura verde urbana que integren la biodiversidad en la gestión del verde urbano. Para ello, hemos editado este vídeo divulgativo con 10 medidas para conservar la biodiversidad en las zonas verdes urbanas que cuenta con el apoyo de Urbaser.
En estas 10 propuestas se incluyen medidas para el diseño de nuevas zonas verdes, como integrar y conservar la naturaleza absorbida por el crecimiento de la ciudad o la creación de corredores verdes y medidas de gestión como el uso de planta autóctona o la recreación de hábitats naturales, o cambios en las rutinas de mantenimiento y gestión, como siegas y podas, para adaptarlas a los ciclos naturales de las especies silvestres. Estas propuestas, junto con otras 90 más, están desarrolladas en el Manual 100 medidas para la conservación de la biodiversidad en entornos urbanos.

Ciudades verdes y resilientes

Las ciudades tienen una gran responsabilidad para afrontar la emergencia climática y la pérdida de biodiversidad, las dos crisis globales a las que se enfrenta el planeta actualmente. Por ello, existe una corriente de renaturalización de las ciudades, que trata de recuperar el espacio para la biodiversidad en los entornos urbanos, al tiempo que pone en marcha soluciones basadas en la naturaleza para generar espacios resilientes y capaces de adaptarse a los retos actuales en el contexto de la emergencia climática.
Además, numerosas investigaciones demuestran que vivir cerca de los espacios verdes urbanos y tener acceso a ellos puede mejorar la salud física y mental de la población y mejora el rendimiento académico, la autoestima y la capacidad de atención y memoria en los escolares.
“En definitiva, necesitamos ciudades más verdes y saludables, y esto es algo que deberíamos tener en cuenta al revisar los programas electorales de cualquier formación política de cara a las próximas elecciones”, señala Beatriz Sánchez del programa de Biodiversidad Urbana de SEO/BirdLife.

Únete a la bandada. Hazte socio/a de SEO BirdLife y colabora con la conservación de las aves y la naturaleza.

 

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