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La especie se está enfrentando a un riesgo muy alto de extinción en estado silvestre.
La especie se incluye en el Libro Rojo de las aves de España 2021 en la categoría de EN – En Peligro. Por su parte, el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas considera VU – Vulnerable a la población canaria y cita la especie en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial.
A pesar de la falta de datos, podemos decir que la tendencia poblacional del chorlitejo patinegro es regresiva. La última estimación global fue en 2007 y arrojó un resultado de unas 4.500 parejas. Desde entonces, sólo cinco autonomías disponen de estimaciones poblacionales, en concreto Andalucía, Canarias, Comunidad Valenciana, Galicia y Baleares. Estas cinco comunidades albergaban el 56.2% de la población total de 2007 y desde entonces han sufrido un declive medio del 52.2%. Otras comunidades aportan censos localizados con tendencias igualmente negativas.
La principal amenaza para esta especie proviene de la pérdida de hábitat y de las molestias derivadas de los intensos usos recreativos que soportan costas y playas durante el verano, circunstancia que perjudica notablemente la reproducción. La eliminación de zonas de vegetación dunar por “limpieza” de playas —que incluso provoca la destrucción de nidos— y la urbanización descontrolada del litoral son factores que influyen en el declive del chorlitejo patinegro. También se registra un considerable fracaso reproductor debido al arado de campos de cultivo y al abandono de explotaciones salineras tradicionales en las costas. Otra de sus amenazas, común a las aves que se reproducen a ras de suelo, es la depredación de sus nidos por parte de gaviotas, córvidos, zorros, gatos y ratas. El cambio climático también ejerce una presión considerable sobre todas las aves acuáticas, y el chorlitejo patinegro no es una excepción. Las sequías extremas y prolongadas provocan extinciones locales, y las altas temperaturas someten los nidos a un estrés térmico importante alcanzando temperaturas letales en poco tiempo de exposición al sol.
Las medidas de conservación propuestas incluyen revisar la catalogación de la especie y declararla “En Peligro de Extinción” en todo el territorio nacional, elaborar y aprobar los preceptivos planes de conservación en las comunidades autónomas con presencia de la especie, realizar seguimientos de la evolución de la población y las causas de su declive, designar nuevas zonas ZEPA o ampliar las existentes para abarcar un mayor porcentaje de la población reproductora, fomentar una gestión sostenible de los restos mareales en las playas durante la época reproductora, reducir las molestias en las zonas recreativas mediante vallados perimetrales de las áreas de nidificación, controlar el acceso de perros a las playas, recuperar las actividades tradicionales de explotación en salinas abandonadas, controlar las especies vegetales invasoras, reducir la sobreexplotación de acuíferos y manejar adecuadamente los niveles de agua en humedales.