El zarapito real se distribuye por amplias extensiones del Paleártico. En Europa, llega desde Irlanda y Francia hasta el norte de la península Escandinava y Rusia, alcanzando el hemisferio sur durante la invernada.

Durante el invierno aparece de forma dispersa en un buen número de enclaves, pero las costas de Galicia, Cantabria y Asturias acumulan las tres cuartas partes de la población invernante. Marismas del arco atlántico andaluz, humedales de la costa mediterránea y algunas zonas húmedas de Extremadura forman también parte del área de distribución de la especie en los meses más fríos del año.

En la actualidad, solo se reproduce, en muy escaso número, en la comarca lucense de Terra Chá, si bien desde 2007 el área de nidificación se circunscribe a una única localidad.

En España se presenta la subespecie arquata, que ocupa el Paleártico occidental.

Para más información sobre su distribución territorial y otros datos de interés, consulta la ficha del zarapito real en el III Atlas de las aves en época de reproducción en España.

Buena parte de las poblaciones del norte, centro y este de Europa son migradoras (no así las británicas y normandas). Aparecen en las áreas de invernada en septiembre y las abandonan durante el mes de marzo. Nuestras costas representan una zona habitual de invernada para esta ave, aunque no es infrecuente la presencia de individuos veraneantes.

La población de esta limícola en Europa se estima en 400.000-550.000 individuos (Lista Roja Europea).

En nuestro territorio sólo se tienen datos de reproducción en las comunidades de Galicia y Asturias. Desde 2007 parece que la especie se ha acantonado en una localidad en la provincia de Lugo, en la que crían entre una y cinco parejas. La población invernante es mucho mayor, alcanzando entre 2.000 y 8.700 individuos. De manera que, mientras que el contingente reproductor ibérico se muestra incierto, el número de ejemplares invernantes parece bastante estable de unas temporadas a otras.

El zarapito real, durante la invernada ocupa particularmente, áreas costeras, tales como marismas, estuarios e, incluso, prados inundables, aunque para reproducirse suele penetrar tierra adentro en busca de remansos, lagos, turberas y áreas encharcables.

En España se ha reproducido en pastizales ganados a zonas marismeñas y en prados de siega con algunos matorrales.

Este zarapito es un ave omnívora, aunque con una marcada preferencia por el alimento de origen animal. Sus presas más comunes en áreas costeras son gusanos, crustáceos y moluscos que, gracias a la increíble sonda de su pico, puede atrapar enterrados a cierta profundidad,  y saltamontes, escarabajos, grillos, lombrices de tierra y pequeños vertebrados, cuando se instala en el interior.

Como es norma entre las limícolas, el zarapito real no construye un nido propiamente dicho, pues se limita a practicar una ligera depresión que puede tapizar con restos vegetales y plumas. En tales emplazamientos, la hembra deposita, normalmente, cuatro huevos ovalados y de color verde oliváceo, que se adornan con un profuso moteado.

La incubación es responsabilidad de ambos sexos y se prolonga durante 27-29 días, pasados los cuales nacen los pollos, que al poco tiempo ya son capaces de desplazarse por los alrededores, si bien permanecen bajo los cuidados de ambos progenitores. Los jóvenes alcanzan su total desarrollo tras un periodo de 32-38 días.

En el caso concreto de la población de Galicia, las aves llegan a las áreas de cría a finales de febrero o principios de marzo, aunque no estrictamente a los territorios de nidificación, que no ocuparán hasta finales de abril. Las puestas tienen lugar habitualmente en mayo, y los pollos nacen en junio. La estancia de los grupos familiares en el área de reproducción concluye en julio.

El Libro Rojo de las Aves de España 2021 trata la especie de CR – En peligro crítico como reproductora y LC – De Preocupación Menor como invernante. El Catálogo Español de Especies Amenazadas considera a la población gallega, la única que se reproduce en nuestro país, EN – En peligro, mientras que el resto de su población está incluida en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial.

La principal amenaza que tiene que soportar el zarapito real en nuestro territorio la sufre la incipiente población reproductora, y consiste en las molestias que le pueden causar ciertas prácticas agroganaderas y silvícolas. Concretamente, en los últimos años se han transformado pastizales higrófilos y praderías en cultivos de maíz. También, numerosos parches de matorral en los que nidificaba el Zarapito Real han sido repoblados con coníferas y eucaliptos en los últimos años, reduciendo sus opciones de cría.

Adicionalmente cabe destacar que, en los últimos años, varios estudios y modelos han sugerido que esta ave pueda ser especialmente sensible al cambio climático, ya que parecen favorecerle factores como la abundancia de precipitaciones estivales y unas menores temperaturas.

Las actuaciones de conservación propuestas se concentran en el contexto de la comunidad de Galicia y consisten básicamente en una adecuada gestión de las zonas de matorral bajo con ausencia de estrato arbóreo y en una restauración de las antiguas zonas de cría. Se cree que la declaración como ZEPA de algunas zonas candidatas ayudaría a la recuperación de la especie.