En poco más de una hectárea, el parque Viveros de Ulía acoge más de 30 especies de aves. Pequeños carboneros , picapinos, petirrojos, o grandes halcones, milanos reales, arrendajos o gavilanes se pueden encontrar en este enclave urbano.
Ayer domingo 26 se celebró una jornada participativa para conocer las aves de su entorno y apoyar la protección del Parque amenazado por la construcción de viviendas.
A lo largo de todo un año voluntarios y voluntarias del grupo local SEO-Donostia de SEO/BirdLife han recorrido en diferentes épocas este parque de Viveros de Ulia con el fin de identificar y contar las especies que acoge este enclave natural en la ciudad donostiarra.
Un total de 38 especies de aves han sido localizadas en sus visitas al parque destacando especies tan emblemáticas como el milano real, el gavilán común el busardo ratonero, el pico picapinos, carbonero garrapinos, halcón peregrino, paloma torcaz o el cuervo grande. También se encuentran los habituales mirlos comunes, petirrojos, zorzales, tórtolas turcas o reyezuelos listados, todo un emblema del parque por ser de pequeño tamaño, vistosos colores y muy “inquieto”.
Aves de paso
El parque también acoge especies migratorias como el papamoscas gris, el papamoscas cerrojillo, el verderón común, el serín verdecillo, el jilguero, el avión común o el vencejo que no viven allí durante todo el año pero que vuelven cada primavera y se quedan a pasar el verano.
Según el informe de SEO-Donosti fueron muy difíciles de detectar especies como el agateador común, el camachuelo común o la lavandera blanca que solamente se vio en el mes de junio.
También instalaron por el parque algunas cajas-nido a la espera de que algún herrerillo o carbonero la ocupe esta temporada.
Por la protección del parque
La acción del pasado domingo tenía como objetivo apoyar la protección de este parque, ya que muchas especies de aves siguen una tendencia descendiente preocupante. Es por ello por lo que este espacio es para ellas muy necesario, para sus aves y para la biodiversidad presente. Un oasis en medio de la trama urbana, una zona de transición imprescindible que toda ciudad ha de proteger.
Numerosas personas se acercaron hasta el parque para aprender de la mano del grupo local SEO-Donostia sobre las aves que habitan entre las ramas del parque. Para mostrar el apoyo los participantes se hicieron una gran foto cantando los versos escritos por el joven bertsolari Beñat Gaztelumendi “(…) Gure ondoan guk parke bat behar dugu.Eta guk bera adina behar gaitu”
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