Roquero solitario

Monticola solitarius

El nombre popular de roquero es bien expresivo de la preferencia de este pájaro por zonas rocosas. Se suele ver posado, erguido en puntos dominantes de roquedos. El macho resulta inconfundible por su color azul oscuro, mientras que la hembra tiene un plumaje más discreto y es más tímida.

CAT / Merla blava

GAL / Merlo azul

EUS / Harkaitz-zozo urdina

ENG / Blue Rock Thrush

LC - Preocupación Menor
LC - Preocupación Menor

Especie abundante y de amplia distribución territorial que, una vez evaluada, se considera fuera de las categorías con mayor grado de amenaza.

Presencia
PresenciaHabitualResidente

Escucha su canto:

Información

Passeriformes

Muscicapidae

21-23 cm

33-37 cm

Identificación

Los roqueros solitarios se reconocen con facilidad. El macho posee un plumaje azul oscuro muy característico (dibujo 1). La hembra tiene una librea gris o gris-parda, y en las partes inferiores presenta un suave jaspeado con motas blancas (dibujo 2). Se pueden confundir con los mirlos, pero estos son más grandes y corpulentos, y los roqueros mucho más estilizados y colilargos. Además, a diferencia de aquellos, suelen habitar en zonas rocosas. Es frecuente verlo posado en lo alto de una roca, recortado sobre el paisaje de fondo.

Canto

La especie emite notas suaves, aflautadas y penetrantes, con piídos vibrantes. Algunos trinos y notas recuerdan al canto de mirlos y zorzales, pero el roquero es más melodioso. Ambos sexos pueden cantar, pero la hembra lo suele hacer posada, mientras que el macho se atreve tanto posado como en vuelo. Las notas de alarma del roquero consisten en un piído corto y fuerte, seguido rápidamente por chasquidos ásperos (bui-rarr-rarr).

Dónde vive

En el mundo

En África aparece como especie reproductora en Marruecos, el norte de Argelia y Túnez. También hay poblaciones en Asia, desde Israel hasta Japón. En invierno amplía su área de distribución y ocupa el centro y este de África, el sur de Argelia, Libia y Egipto (a lo largo del río Nilo). En Asia inverna en Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, India, Indochina e Indonesia.

Cuenta con varias subespecies, que se extienden por todo el sur de Europa y Turquía.

En España

El roquero solitario manifiesta una acusada preferencia por los cañones, acantilados y montañas de la España seca o mediterránea, aunque también aparece en acantilados costeros del norte y sistema Central, por donde se adentra hacia Extremadura. Resulta común en toda la cara sur del Pirineo, el Sistema Ibérico norte y sur, los Montes de Toledo, Las Villuercas, Sierra Morena, las sierras béticas, Baleares, Ceuta y Melilla. Sin embargo, escasea en la Cordillera Cantábrica, los montes galaicos, en las grandes mesetas agrícolas de Castilla y León y Castilla-La Mancha y las depresiones del Guadiana y el Guadalquivir.

Las poblaciones españolas se asignan a la subespecie solitarius.

Para más información sobre su distribución territorial y otros datos de interés, consulta la ficha del roquero solitario en el III Atlas de las aves en época de reproducción en España.

Más información

Consulta el siguiente enlace para ampliar la información sobre esta especie.

Roquero solitario Mapa

Invernada fuerte

Invernada floja

Estival

Residente

Desplazamientos

La mayoría de las poblaciones de la cuenca mediterránea son sedentarias. No obstante, en invierno hay ejemplares que viajan hacia el centro y el este de África. Por otra parte, las poblaciones asiáticas, más móviles, se desplazan tras la reproducción a las regiones cálidas del sur y suroeste de Asia.

Población

En la Lista Roja Europea de Aves 2021 la población reproductora europea se estima entre 201.000 y 463.000 ejemplares maduros, con tendencia desconocida.

Respecto a la población española, no se recogen datos actualizados para la especie, por lo que sólo podemos tomar como referente las cifras aportadas por el II Atlas de las aves en época de reproducción en España (2003), que hacían referencia a 10.000 parejas.

Por otra parte, el programa Sacre (1998-2018) indica una tendencia poblacional es estable, aunque con oscilaciones interanuales.

Cómo vive

Hábitat

El roquero solitario ocupa parajes soleados, secos, cálidos y con abundancia de roquedos, como pueden ser los cerros testigo, las cresterías y cumbres de media montaña, los cañones fluviales y los acantilados costeros. También coloniza construcciones humanas poco frecuentadas, como iglesias y castillos en ruinas. Se encuentra desde el nivel del mar hasta los 1.700 metros, aunque en Sierra Nevada alcanza los 2.000.

Alimentación

A lo largo de todo el año consume toda clase de invertebrados. En verano incorpora a su dieta pequeños reptiles, y en otoño e invierno completa su alimentación con frutos carnosos.

Reproducción

El periodo de cría comienza en abril. Suele sacar adelante una única pollada, aunque hay poblaciones mediterráneas que efectúan dos puestas.

Instala el nido en los huecos y las grietas de grandes rocas, taludes o cornisas rocosas. Ocasionalmente aprovecha también construcciones humanas. El nido consiste en una gran taza deslavazada, construida a base de musgo y hierbas, y cuyo interior está recubierto con raicillas y hierbas muy finas.

La hembra pone cuatro o cinco huevos (en ocasiones tres o seis), de color azulado y con un débil moteado pardo o pardo rojizo. La incubación dura 12-13 días. Tras la eclosión, los pollos son alimentados por ambos padres durante dos o tres semanas.

Meses en los que se puede ver la especie en España

Ene
Feb
Mar
Abr
May
Jun
Jul
Ago
Sep
Oct
Nov
Dic

Amenazas y conservación

LC - Preocupación Menor
LC - Preocupación Menor

Especie abundante y de amplia distribución territorial que, una vez evaluada, se considera fuera de las categorías con mayor grado de amenaza.

El roquero solitario está incluido como especie Reproductora en la Lista Roja de las Aves de España, con la categoría de LC – Preocupación Menor.

También figura en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial. Sin embargo, no está incluido en el Catálogo Español de Especies Amenazadas.

Esta ave resulta favorecida por los incendios, al aumentar la cobertura de suelo desnudo rocoso. Por el contrario, la construcción de embalses en valles angostos, la presión urbanística, la escalada y otras actividades de ocio incontroladas reducen el hábitat disponible y perturban a la especie durante la época reproductora. Como para tantas otras insectívoras, la reducción de su fuente de alimentos causada por el uso de químicos en combinación con el cambio climático se plantea como una amenaza real.

Especies similares

Vídeos