Cigüeña blanca
Ciconia ciconia
Pocas aves resultan tan familiares como la cigüeña blanca y pocas están tan arraigadas en las tradiciones como esta enorme zancuda que un día abandonó sus hábitos montaraces para asociarse al hombre en busca de sustento y protección. Esta especie hubo de soportar durante el pasado siglo una serie de drásticos cambios en los paisajes y los usos rurales que la llevaron a desaparecer en muchas regiones y de los que hoy día, se recupera asombrosamente (gracias, en parte, a un cambio de hábitos).
CAT / Cigonya blanca
GAL / Cegoña branca
EUS / Zikoina zuria
ENG / White Stork
Especie abundante y de amplia distribución territorial que, una vez evaluada, se considera fuera de las categorías con mayor grado de amenaza.
Escucha su canto:
Cigüeña blanca
Ciconia ciconia
Información
Ciconiiformes
Ciconiidae
95-110 cm
180-218 cm
Identificación
Ave inconfundible, de gran tamaño y notable envergadura, que luce un característico plumaje blanco, aunque con las plumas de vuelo de color negro (dibujo 1). El pico, largo y apuntado, presenta una tonalidad rojiza o anaranjada muy intensa en el caso de los adultos, rojo sucio en los ejemplares juveniles y prácticamente negro en los pollos. Las patas son de un intenso color rojo anaranjado en las aves adultas y rosadas en los jóvenes.
En vuelo adopta una postura característica, con el cuello y las patas estiradas (dibujo 2).
Canto
En general, la cigüeña blanca es un ave bastante silenciosa, aunque emite algunas vocalizaciones ásperas de alarma cuando se excita o en presencia de individuos extraños en las inmediaciones del nido. El sonido más característico de la especie es un sonoro castañeteo producido al entrechocar las mandíbulas, conocido como “crotoreo”, que el ave ejecuta como salutación hacia su pareja.
Dónde vive
En el mundo
La especie se distribuye por el norte de África, centro, suroeste y sureste de Europa, algunas regiones de Asia central y su extremo oriental (Japón, Corea, etc.). Durante la invernada, numerosos individuos se desplazan hasta el centro y sur de África y Asia meridional.
Se conocen varias subespecies.
En España
Se reproduce, fundamentalmente, en la mitad occidental de la Península (casi de forma continua en la franja que va de la Cordillera Cantábrica a los Pirineos por el norte y hasta Cádiz por el sur) y en el valle el Ebro. También cría en Galicia y en localidades aisladas de la fachada cantábrica. Adicionalmente, ha sido introducida en los aiguamolls de l’Empordà.
Durante la migración puede ser vista en multitud de lugares, aunque suele recalar, a menudo formando nutridos bandos, en localidades favorables, como zonas húmedas, regadíos o basureros. En Baleares y Canarias es, sin embargo, es escasa durante el paso migratorio.
En invierno, un número cada vez mayor de ejemplares no cruza el estrecho de Gibraltar, sino que sus efectivos se reparten por sus áreas de cría o se congregan en grandes cantidades en las marismas del Guadalquivir, los regadíos de las Vegas Altas del Guadiana y otras localidades propicias donde tengan alimento seguro.
En nuestro territorio se encuentra la subespecie ciconia, que ocupa el área occidental de Eurasia.
Para más información sobre su distribución territorial y otros datos de interés, consulta la ficha de la cigüeña blanca en el III Atlas de las aves en época de reproducción en España.
Más información
Consulta el siguiente enlace para ampliar la información sobre esta especie.
Invernada fuerte
Invernada floja
Estival
Residente
Desplazamientos
La cigüeña blanca es un típico migrador transahariano que, hasta hace relativamente poco tiempo, solo aparecía en territorio ibérico durante la época de reproducción.
En los últimos años, sin embargo, contamos con un creciente número de aves nativas invernantes, a las que se unen bastantes ejemplares centroeuropeos. Además, la Península representa también un área de paso obligado para las cigüeñas originarias de Centroeuropa, Dinamarca, Alemania y Países Bajos, que viajan principalmente por las provincias mediterráneas hasta el área de Gibraltar para cruzar el Estrecho entre finales de agosto y septiembre, más tarde que las aves ibéricas (dibujo 3). Estas se dirigen hacia el brazo de mar que nos separa de África por el centro de la Península, en dirección sur desde las áreas de cría, y saltan al continente vecino en la primera quincena de agosto (generalmente las aves jóvenes antes que los adultos). El flujo continúa por la costa africana hasta el África subsahariana, aunque es posible que algunos individuos prosigan su viaje hacia el este, hasta alcanzar el valle del Nilo y la fosa del Rift, para encaminarse hacia Sudáfrica, donde se mezclarían con las “cigüeñas orientales”, es decir, las nacidas en Polonia, Rusia, Rumanía o las repúblicas Bálticas.
Población
En la Lista Roja Europea de Aves 2021 la población reproductora europea se estima entre 502.000 y 563.000 ejemplares maduros, con tendencia creciente.
En España, el último censo nacional (2004) reveló la cifra de 33.217 parejas reproductoras, lo que suponía un incremento de casi el 500% respecto al mínimo histórico de la especie a comienzos de los años ochenta del siglo XX. El censo de 2014 que fue llevado a cabo en buena parte de Europa, aunque no en nuestro país, realizaba una estimación para España de 42.144 parejas, si bien este dato habría que tomarlo con cierta precaución. En cualquier caso, sí parece indicar una tendencia al alza bastante clara para esta especie.
Las regiones que acogen mayor número de parejas son Castilla y León y Extremadura, en tanto que en el resto de las comunidades autónomas los números, aunque importantes en muchos casos, resultan más modestos.
Durante la invernada se calcula que en Europa permanecen 31.229 ejemplares (censo de 2004), y su número va en aumento.
Cómo vive
Hábitat
La cigüeña blanca es un ave muy ligada al hombre y a sus actividades productivas, razón por la que ocupa, preferentemente, hábitats abiertos y relativamente transformados, como dehesas, regadíos, pastizales ricos en ganado, cultivos de secano, así como zonas húmedas y herbazales naturales, en los que busca su alimento. Evita, sin embargo, las áreas predominantemente forestales y las muy montañosas. En los últimos años, se ha incrementado el número de individuos que dependen en gran medida de los basureros, cerca de los que suelen instalarse nutridas congregaciones de parejas reproductoras.
Alimentación
Es una especie relativamente oportunista, con una alimentación basada en grandes artrópodos, principalmente, saltamontes y escarabajos, aunque en su dieta se incluyen también, con desigual proporción según las regiones, una gran variedad de invertebrados (en particular, lombrices de tierra) y vertebrados, como roedores, culebras, lagartijas, ranas, peces y hasta pollos de otras aves, además de una cierta cantidad de basura.
Reproducción
Se trata de una especie frecuentemente colonial, que suele reunirse en grandes congregaciones para criar, a veces en compañía de garzas, garcillas y otras zancudas. El nido se sitúa con frecuencia en todo tipo de construcciones humanas (desde iglesias (dibujo 4) y casonas hasta silos, depósitos de agua, chimeneas, torretas de electricidad y antenas, amén de transformadores eléctricos, casas de campo, ruinas y edificios monumentales), aunque un buen porcentaje se sitúa en árboles y, en menor medida, en rocas.
La plataforma del nido es una enorme pila de ramas, palos y raíces, que suele contener, además, tierra, estiércol, turba, hierbas, plásticos, papel y otros materiales diversos, de unos 40-100 centímetros de altura y 80-140 centímetros de diámetro (aunque pueden superar los 2,5 metros de altura y los 2 metros de diámetro, y pesar unas 2 toneladas). Lo construyen ambos sexos, aunque con mayor aporte de material a cuenta del macho, y lo reutilizan durante un buen número de años. Al abrigo de tan inmensa construcción suelen nidificar también gorriones comunes o morunos, grajillas, estorninos y otras aves.
Es frecuente observar el protocolo de bienvenida que efectúa la pareja al volver de una de sus salidas en busca de alimento o material para el nido uno de los dos componentes, en el que ambas partes crotorean a la par que echen la cabeza hacia atrás.
La puesta, que suele acontecer entre marzo y abril, consta de tres o cuatro huevos (a veces, más) de color blanco, en ocasiones amarillento, que se tornan moteados a lo largo de la incubación. Esta se prolonga durante 29-34 días y de ella se ocupan ambos sexos, si bien es la hembra la que dedica mayor tiempo a la tarea, mientras su pareja, a la que está unida de por vida, le proporciona alimento.
Los pollos (dibujo 5) son cuidados por ambos adultos y se desarrollan completamente en 54-68 días. Son independientes al cabo de unos tres meses.
Meses en los que se puede ver la especie en España
Amenazas y conservación
Especie abundante y de amplia distribución territorial que, una vez evaluada, se considera fuera de las categorías con mayor grado de amenaza.
La cigüeña blanca está incluida como especie Reproductora en la Lista Roja de las Aves de España, con la categoría de LC – Preocupación Menor.
También figura en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial. Sin embargo, no está incluida en el Catálogo Español de Especies Amenazadas.
Históricamente, las amenazas más importantes para la cigüeña blanca han sido los episodios de sequía en su área de invernada en África, que provocaron una reducción muy significativa en la disponibilidad de presas en Mali, Senegal y Níger y, en consecuencia, el desplome de la población acaecido entre las décadas de 1960 y 1980. También pudieron ser causas del declive la pérdida de hábitats de alimentación como resultado de las transformaciones agrarias experimentadas en el campo español, el uso generalizado de pesticidas, la mortalidad por caza ilegal, los choques contra tendidos eléctricos, la eliminación de nidos, la pérdida de lugares de nidificación por restauración de edificios o, incluso, la muerte de pollos por accidentes con cuerdas y gomas elásticas aportadas al nido.