Ante la proliferación de iniciativas que amenazan la conservación de la biodiversidad del río, SEO/BirdLife solicita a las administraciones competentes que estudien la protección efectiva del tramo del río Manzanares a su paso por Madrid.

 

El tramo urbano del río está considerado como un corredor verde, figura cuyo objetivo es facilitar la accesibilidad a la naturaleza a los ciudadanos como factor de bienestar, calidad de vida y salud. Proyectos como la iluminación nocturna del cauce o la mascletá, celebrada el pasado mes de febrero, se realizan sin considerar ni evaluar previamente su potencial impacto sobre la biodiversidad y la funcionalidad ecológica del río.

La renaturalización del río Manzanares a su paso por la ciudad de Madrid ha sido un hito para el río y para la ciudad, que ha permitido la recuperación de parte de la dinámica natural del cauce y, por tanto, la recuperación de su función como corredor ecológico y una mejora de la biodiversidad. Y no solo por su valor natural, sino también por su valor social y educativo, como elemento clave para acercar la naturaleza a la ciudadanía de Madrid, así como para mejorar su calidad de vida.

Espacios Naturales Protegidos de Madrid. Destaca la falta de protección del cauce urbano del río Manzanares.

Espacios Protegidos de Madrid. Destaca la falta de protección del cauce urbano del río Manzanares.

 

 

 

El río Manzanares nace en la sierra de Guadarrama y desemboca en el río Jarama, en el término municipal de Rivas-Vaciamadrid. Desde su nacimiento hasta el monte de El Pardo se encuentra protegido por el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares y su curso bajo discurre por el Parque Regional del Sureste. Por tanto, su tramo urbano es el único que no está oficialmente protegido. A pesar de haber recuperado su valor ecológico y social gracias al Plan de Naturalización y restauración ambiental impulsado por el ayuntamiento de Madrid en 2016, este mismo ayuntamiento pretende convertir el río en una zona de ocio masivo, con la instalación de luces en el cauce, sin considerar ni evaluar el impacto que puede tener para las especies que lo habitan. Anteriormente se han realizado otras iniciativas, como la mascletá del pasado mes de febrero o el cierre, en 2018, de la presa 9 para permitir la práctica del remo.

 

Madrid Río Manzanares. ©Shutterstock

Por ello, SEO/BirdLife solicita tanto al ayuntamiento como a la Comunidad de Madrid que estudien y hagan efectiva la protección del tramo medio del río Manzanares, a fin de garantizar la conectividad ecológica de los ecosistemas y de las especies que lo habitan. De hecho, este tramo se encuentra ya considerado como corredor urbano dentro de la planificación de la red de corredores ecológicos de la Comunidad de Madrid, que busca asegurar la funcionalidad de las áreas protegidas y la coherencia de la Red Natura 2000 en la región.

En concreto, dicha planificación establece la necesidad de considerar estos corredores en la Evaluación de Impacto Ambiental de las actividades que puedan afectarles, así como la elaboración de Planes Sectoriales Especiales en los municipios que alberguen alguno de ellos. Igualmente se establece para la Entidades Locales la necesidad de adoptar medidas de planificación y gestión para la conservación y recuperación de la conectividad de los corredores presentes en sus territorios. Dada la importancia de los ríos como corredores ecológicos en todo su recorrido, y considerando lo recogido en este Plan de Corredores de la Comunidad de Madrid, SEO/BirdLife solicita que se implementen en consecuencia estas directrices también en su tramo medio, incluyendo la parte en zonas urbanas, sin perjuicio de otras posibles medidas de protección.

 

Luces en Madrid Río

Ante el reciente anuncio del ayuntamiento de que mantiene el proyecto de iluminación del Manzanares, al autorizarlo la Confederación Hidrográfica, SEO/BirdLife recuerda que esto no garantiza que se hayan evaluado los impactos sobre la biodiversidad. La contaminación lumínica, además de suponer un incremento innecesario de consumo energético en un contexto de emergencia climática, tiene demostrados impactos negativos sobre la fauna.

La mayor parte de los organismos, incluidos los humanos, hemos evolucionado en ambientes naturales bajo la influencia de los ciclos de día y noche. La alteración artificial de los niveles de luz, es decir, la contaminación lumínica, tiene efectos sobre el descanso, la comunicación entre individuos, la reproducción, el comportamiento, la depredación y la competencia, que pueden desencadenar una cascada de impactos directos en el funcionamiento de los ecosistemas.

Por ejemplo, los insectos se ven atraídos por las luces y se vuelven más susceptibles a los depredadores, volando sin cesar alrededor de ellas. Con un importante papel en los ecosistemas, el declive de sus poblaciones repercute en la conservación de aves, murciélagos y plantas (flora o cultivos) a las que polinizan.

La comunicación visual es otro de los procesos afectados por la contaminación lumínica. Aquellas especies que usan la luz para comunicarse se ven especialmente afectadas, como sería el caso de algunas lombrices bioluminiscentes que, en presencia de luz artificial, ven dificultada la visibilidad de las señales lumínicas que emiten. El sistema de comunicación visual de las luciérnagas también podría verse afectado por la luz artificial. En general, dada la importancia de la visión en muchos animales y la respuesta que esta genera, es lógico pensar que la luz artificial tenga un impacto en su comportamiento.

 

Tendencias contra una ciudad verde y sostenible

Según un estudio de 2022 de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) de 20221, Madrid es la sexta ciudad europea en porcentaje de infraestructura verde, pero muchas de sus últimas políticas y acciones van totalmente en contra de la conservación de la biodiversidad.

SEO/BirdLife apunta que las actuaciones que se están llevando a cabo en la capital como  la iluminación o la mascletá en Madrid Río, el circuito urbano de Fórmula 1, las talas de árboles para la realización de obras públicas o la iluminación navideña de zonas verdes  muestran la falta de compromiso ambiental del gobierno madrileño y van en contra de la tendencia generalizada de otras ciudades europeas que están apostando fuertemente por mejorar la biodiversidad urbana, en beneficio de la ciudadanía.

Ciudades resilientes y biodiversas

SEO/BirdLife reclama al ayuntamiento de Madrid que apueste por la biodiversidad como elemento transversal, no sólo desde el punto de vista de la responsabilidad en su conservación, sino también teniendo en cuenta el importante papel que debe tener la biodiversidad en la construcción de ciudades resilientes, su relevancia en la aportación de servicios ambientales básicos y, en definitiva, su repercusión en la mejora de la calidad de vida de los habitantes de los entornos urbanos.

La biodiversidad aporta importantes servicios ecosistémicos, entre los que se incluyen aquellos que contribuyen a la adaptación y mitigación del cambio climático, como la prevención de daños asociados a inundaciones, regulación térmica, disminución de la isla de calor, absorción de CO2 o reducción del consumo de energía. También la mejora la calidad ambiental, por la capacidad de la vegetación de purificar el aire y del agua, reducir los niveles de ruido y controlar la erosión. Los espacios verdes urbanos ofrecen, asimismo, oportunidades para la conservación de la biodiversidad y para el ocio y recreo que revierten en la mejora de la salud, el bienestar y la calidad de vida de la ciudadanía.

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