SEO/BirdLife rechaza los trasvases para solucionar problemas derivados de una anacrónica gestión y planificación hidrológica, y apunta a que es una irresponsabilidad seguir incidiendo aún más en los conflictos sin atajar los problemas en su origen: un modelo agroindustrial gran demandante de agua en expansión en La Mancha.
Ejecutar transferencias de agua hacia Daimiel sería, según SEO/BirdLife, asumir la incapacidad de las Administraciones Públicas de España de conservar un parque nacional declarado de interés general del Estado.
Ante la grave situación que atraviesa el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, con solo 69 hectáreas encharcadas de sus cerca de 2.000 hectáreas inundables, SEO/BirdLife entiende que apostar por aportaciones externas de agua, supuestamente excepcionales, como única solución, es una imprudencia que muestra la auténtica desgobernanza en política de aguas y conservación de la naturaleza. Una política en la que subyace la oferta del agua y que no atiende a la gestión y control de la demanda, tal y como obliga la Directiva Marco del Agua, que sigue obviando la urgente necesidad de redimensionar la demanda del sector agrario de regadío, verdadero origen de los problemas ambientales, y repite los mismos errores que sufren otros humedales como Doñana y el Mar Menor.
Tras casi medio siglo desde su declaración como Parque Nacional, y cerca de dos ciclos completos de planificación hidrológica, considerar como una “situación excepcional” el estado en el que se encuentra hoy el parque nacional es un irresponsabilidad, máxime teniendo en cuenta que a Castilla-La Mancha le corresponden las competencias de agricultura, ganadería, urbanismo, abastecimiento y saneamiento, conservación de la naturaleza y medio ambiente y turismo, entre otras muchas materias relacionadas con el agua y este espacio natural protegido.
Para Roberto González, responsable del Programa de Aguas, “estos planteamientos no solo imposibilitan avanzar en la nueva cultura del agua, sino que retrotraen el debate a finales del siglo pasado”, y apunta que “respaldar medidas de esta índole es asumir sin tapujos la incapacidad de las Administraciones Públicas de conservar un parque nacional declarado de interés general del Estado, y clave para la conservación de especies de aves amenazadas como el escribano palustre, el carricerín real o el pato colorado”.
Escribano palustre, a las puertas de su extinción
El Parque Nacional de la Tablas de Daimiel, el humedal más importante para el escribano palustre iberoriental en el interior de la península ibérica, ha visto una reducción de la población reproductora en aproximadamente el 87% de efectivos entre 2005 y 2015. Esta disminución, sin duda, ha tenido lugar durante los años de falta de agua en el parque nacional, por ello, SEO/BirdLife recuerda que de no recuperarse la estabilidad en las condiciones de inundación del humedal, es muy probable que a corto plazo la especie se extinga como reproductora en este humedal.
Sin cumplir las normativas, perderemos Las Tablas
Con las Tablas de Daimiel (dentro de la Reserva de la Biosfera de La Mancha Húmeda), en la Red Natura 2000, declaradas como “IBA in Danger”, e incluidas en Lista Mundial de Humedales Ramsar en peligro (Registro de Montreux), Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife apunta que “la propuesta refleja un nulo interés y compromiso por mejorar a largo plazo la implantación de los objetivos y las obligaciones de las normativas europeas. La verdadera necesidad a la que se enfrenta Daimiel es al ahorro de agua de forma realista, redimensionar los consumos de hídricos agrarios y a buscar la adaptación de las demandas a las futuras reducciones del recurso que impondrá el cambio climático. De hecho, en la COP que próximamente se celebrará en Madrid, como país anfitrión debemos mostrar coherencia protegiendo nuestros humedales como ecosistemas clave para mitigar los efectos del cambio climático”.
Finalmente, SEO/BirdLife apunta que el ‘parche’ de traer agua a Daimiel, aunque sea de forma puntual, no solo no lograría superar el desequilibrio entre las demandas legales e ilegales y la conservación del parque nacional, sino que cronificaría aún más problemas como la sobreexplotación de las aguas subterráneas, el empeoramiento de la calidad de las mismas, los descensos en los aportes naturales, las alteraciones al sistema hidrológico y las afecciones a los ecosistemas. Además, exportaría aún más los conflictos a otra cuenca hidrográfica, que ya de por sí se encuentra en una situación de extrema gravedad y que ni siquiera cuenta con garantías legales para conservar sus caudales ecológicos fundamentales para asegurar la conservación de los espacios protegidos de la Red Natura 2000 del eje principal del río Tajo.
La organización conservacionista, subraya que la Administración Autonómica cuenta con las necesarias competencias y mecanismos para alcanzar una planificación hidrológica acorde a los principios de la Directiva Marco del Agua, es decir, para asegurar el futuro del parque nacional, sin que este deba limitarse a esperar a ver cómo se presentan las precipitaciones invernales para que los ríos Guadiana y Gigüela, que alimentan el parque nacional y su zona de protección, vuelvan a aportar agua al humedal. Asimismo, SEO/BirdLife insta a que se deje de fomentar la agroindustria en el acuífero de la Mancha Occidental y la reconversión del viñedo tradicional de secano a espaldera en regadío (además de la expansión de otros leñosos en regadío). Asimismo, la Confederación Hidrográfica del Guadiana debe cumplir su papel de gestor y vigilante para que se controlen de forma exhaustiva los consumos en cada uno de los miles de pozos que extraen agua del mismo acuífero del que se alimentan Las Tablas y los Ojos del Guadiana.