A falta de que se publiquen a finales de año los datos del último censo nacional de buitre leonado realizado durante 2018, donde se conocerá exactamente como se encuentra la especie, la Junta Directiva Infantil y Juvenil de SEO/BirdLife hace esta reflexión.  Como adelanto podemos decir que en algunas zonas de España la recuperación de la especie es evidente mientras que en otras muchas hay un descenso evidente.

Mucho se habla del decrecimiento que han tenido o que están teniendo algunas especies, como el  sisón común y otras especies más conocidas por la población como el gorrión común o la codorniz. Pero pocas veces hemos oído hablar de la grata recuperación del buitre leonado, un ave rapaz necrófaga de gran tamaño que surca los cielos en busca de carroña, preferiblemente cadáveres de ganado ovino.

Un ave que de envergadura mide 230 centímetros y llega a alcanzar los 265 centímetros. Es una especie de buitre que busca su alimento en grupo, lo que le ha favorecido a ser más sociable que otras especies. Cuando divisan alimento empiezan a volar en círculos sin distanciarse más de un kilómetro de altura entre los miembros del bando.

Son unos buenos aliados de los ganaderos ya que impiden la transmisión de enfermedades al ganado y dejan un espacio más limpio, además reducen la transmisión de gases CO2 emitidos por incineradoras de animales, por lo que ese trabajo ya lo llevarían a cabo los buitres sin problema de afectar al medio ambiente y a poblaciones cerca de incineradoras. Además por ser un basurero natural impiden la transmisión de enfermedades.

 

Buitres leonados ©JC Atienza

Su principal problema es la comida, pues desde “las vacas locas” en 1998 prohibieron dejar ganado muerto en el campo, pero otros problemas son los tendidos eléctricos, cebos ilegales, parques eólicos y ganaderos que prefieren que su ganado muerto los recoja una empresa a que lo recojan los buitres. Uno de los problemas más discutidos ha sido el diclofenaco que tuvo su principio en Asia donde este antiinflamatorio acabó con un noventa y nueve por ciento de las aves necrófagas, por lo que prohibieron este fármaco y lo sustituyeron por otros no tan perjudiciales. En España todavía no está prohibido por lo tanto el buitre que ingiere la carne del ganado que esté tratado con este fármaco podría morir; la tasa de muerte debido a este problema suele ser de seis mil ejemplares anuales.

A pesar de estos problemas, desde 2008 el buitre leonado cuenta con más de veinticuatro mil seiscientas parejas entre la península e Islas Baleares, lo que supone un noventa y cuatro por ciento de la población europea.

A continuación se muestran unas gráficas de censos en distintas localizaciones del buitre
leonado.

Estas son el número de parejas que han criado en País Vasco desde el año 2009 hasta 2016; esta cifra sigue aumentando, y como podemos observar, el buitre aunque en algunas localidades haya notado una disminución , por lo general, la especie sigue aumentando el número de ejemplares.

A continuación una gráfica del número de parejas en la provincia de Albacete.

Como podemos observar se ha experimentado un gran aumento de la población de buitres desde dos mil siete con veinticinco parejas hasta dos mil doce con sesenta y cuatro parejas. Esperamos que el área de distribución del buitre leonado, que ahora trata del nordeste y centro peninsular hasta el suroeste, se expanda por toda la península hasta el punto de que todas las provincias españolas tengan buitres en sus cielos.

 

Autor: Junta Directiva Infantil y Juvenil de SEO/BirdLife

 

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