Gaviota patiamarilla
Larus michahellis
La gaviota patiamarilla, una de las aves marinas más abundantes de la cuenca del Mediterráneo debido a su enorme adaptabilidad tanto para alimentarse como para elegir hábitat, fue diferenciada hace tiempo de la gaviota argéntea europea, de la que se consideraba una subespecie. Además de su área de distribución, más norteña en la argéntea, algunos rasgos morfológicos permiten diferenciar ambas especies, que resultan, en cualquier caso, muy similares.
CAT / Gavià de potes grogues
GAL / Gaivota de patas amarelas
EUS / Kaio hankahoria
ENG / Yellow-legged Gull
Especie que una vez evaluada, casi cumple los criterios para ser clasificada en una categoría con mayor grado de amenaza y debido a su tendencia, posiblemente los cumpla en un futuro próximo.
Escucha su canto:
Gaviota patiamarilla
Larus michahellis
Información
Charadriiformes
Laridae
55-67 cm
130-158 cm
Identificación
Hasta hace muy poco se consideraba a esta gaviota como una subespecie de la argéntea, con la que, morfológicamente, muestra escasas diferencias, algunas muy poco evidentes. Entre los rasgos distintivos de la patiamarilla se encuentran el color amarillo de las patas (rosas en la argéntea), la tonalidad más intensa del pico, amarillo anaranjado y con el rojo de la punta más extendido, y finalmente, el anillo ocular rojo (dibujo 1). Por lo demás, el dorso es de color grisáceo (dibujo 2), ligeramente más oscuro que en la argéntea, y las regiones ventrales, blancas. En plumaje invernal, la patiamarilla carece del moteado oscuro que luce su pariente en la cabeza y el cuello.
Canto
El reclamo de esta gaviota consiste en un auua profundo, que puede resultar breve o prolongado, en tanto que la alarma es un ag-ag-ag parecido a una risotada.
Dónde vive
En el mundo
La gaviota patiamarilla se distribuye ampliamente por las regiones meridionales del Paleártico, desde el oeste del mar Negro hasta la cuenca del Mediterráneo, la Península Ibérica, el norte de África y Macaronesia. Desde mediados del siglo pasado ha ido colonizando las costas atlánticas de Francia, el Canal de La Mancha y Europa central.
A lo largo de toda su área de distribución se han descrito cuatro subespecies.
En España
En territorio español habitan tres subespecies: michahellis, que ocupa el litoral mediterráneo, con colonizaciones recientes en Gibraltar y el golfo de Cádiz; atlantis, distribuida por las costas atlánticas peninsulares y Canarias, y lusitanicus, que se extiende desde las costas gallegas hasta las del País Vasco. La especie ha ampliado su área de distribución desde las costas hacia el interior, donde ocupa diversos enclaves, como el embalse del Ebro, algunos humedales de Orense y Toledo y tramos fluviales del interior de Cataluña.
Para más información sobre su distribución territorial y otros datos de interés, consulta la ficha de la gaviota patiamarilla en el III Atlas de las aves en época de reproducción en España.
Más información
Consulta el siguiente enlace para ampliar la información sobre esta especie.
Desplazamientos
En toda su área de distribución, la gaviota patiamarilla muestra un comportamiento sedentario o dispersivo, en tanto que realiza desplazamientos de alcance variable. De ese modo, puede considerarse sedentaria en buena parte de las regiones que habita, donde permanece todo el año próxima a sus colonias de cría, mientras que en otras áreas remonta los cursos de los grandes ríos para adentrarse hacia el interior.
En el caso de ciertas colonias mediterráneas, al concluir en verano la época de cría, efectúa singladuras de mayor relevancia hacia las costas atlánticas francesas a consecuencia, según parece, de la menor productividad del Mediterráneo en esa época del año.
Población
Según la Lista Roja Europea de Aves 2021, la población de esta especie se sitúa entre 830.000 y 1.110.000 ejemplares, con tendencia desconocida.
Según el III Atlas de las aves en época reproductora en España, la población actual de esta especie parece mostrar una clara tendencia negativa, a pesar del aparente aumento del área de distribución del último censo a escala estatal, en 2007-2009. Este descenso es debido principalmente a la disminución de la disponibilidad de residuos orgánicos urbanos y de descartes pesqueros. A ello se le suma la mortalidad asociada a una “enfermedad paralizante”, aún en proceso de estudio, asociada a un nuevo adenovirus
No existe un patrón que caracterice de forma regular esa tendencia decreciente de la población al ser un fenómeno con variaciones regionales importantes. En determinadas áreas la tendencia de la población reproductora parece relativamente estable. Por ejemplo, en la población del País Vasco la población ha descendido en torno a un 68% en determinadas zonas, como en Bizkaia, mientras que en Guipúzcoa la población parece estable.
En otras poblaciones, como la de Galicia se ha observado un descenso significativo. En el Mediterráneo se ha detectado un descenso muy acusado, como en el caso de las Islas Baleares, con un descenso del 47% entre 1992 y 2015, con un marcado 74% en concreto en la isla Dragonera.
Cómo vive
Hábitat
La gaviota patiamarilla se muestra considerablemente adaptable a la hora de elegir hábitat. Para criar prefiere acantilados marinos o islas cercanas a la costa, pero, en general, puede ocupar una gran variedad de emplazamientos, como marismas, salinas, playas y humedales litorales o interiores. Asimismo, es muy frecuente en las inmediaciones de los núcleos de población costeros, donde puede llegar a criar con éxito en edificaciones humanas.
Alimentación
La gran adaptabilidad que muestra esta gaviota en lo que a la elección del hábitat se refiere puede hacerse extensiva a su alimentación, ya que es capaz de ingerir casi cualquier cosa, desde materia vegetal hasta peces, incluyendo pequeños mamíferos, crustáceos, moluscos o carroñas. Existen dos fuentes de alimentación sumamente importantes para esta especie: una la constituyen los basureros, que frecuenta en gran número en cualquier época del año, y la otra, los descartes producidos por los barcos arrastreros, con los que se encuentra estrechamente relacionada.
Reproducción
El periodo reproductor de las gaviotas patiamarillas comienza entre los meses de marzo y abril. En esta época, la pareja se dedica a la elaboración del nido, situado al amparo de algún matorral o en los resquicios de las rocas, y que consiste en una pequeña depresión del terreno, tapizada con algas, hierba y otros restos vegetales.
La puesta consta de dos o tres huevos de color variable (mayoritariamente oliváceos y moteados), que son incubados durante 25-33 días sobre todo por la hembra. Pasado este tiempo, nacen los pollos, cubiertos por un denso plumón de coloración muy críptica que facilita sus precoces desplazamientos por las inmediaciones del nido. Los jóvenes son atendidos por ambos adultos hasta que, transcurridos unos 45 días, se independizan (dibujo 3).
Meses en los que se puede ver la especie en España
Amenazas y conservación
Especie que una vez evaluada, casi cumple los criterios para ser clasificada en una categoría con mayor grado de amenaza y debido a su tendencia, posiblemente los cumpla en un futuro próximo.
A pesar del elevado éxito reproductor y de su competencia con otras especies por los hábitats y lugares de cría, esta especie se considera NT – Casi amenazada según el Libro Rojo de las Aves de España 2021, debido al declive de la población observado, para permitir alertar de un posible empeoramiento.
La gaviota patiamarilla no aparece en la Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial.
A lo largo del siglo XX e inicios del XXI, gracias al aprovechamiento de recursos antrópicos esta especie tuvo una gran expansión tanto en área de distribución como población. No obstante, se ha observado un descenso considerable del tamaño de la población con la escasa información disponible, especialmente acusado en la población de la subespecie lusitanicus, localizada en el área cántabro galaico.
El principal factor que ha provocado el descenso generalizado de población es la menor disponibilidad de fuentes de alimentación de origen antrópico, como residuos urbanos y descartes pesqueros. A ello se suman otros factores, que podrían estar desempeñando un factor muy importante en el reciente descenso de determinadas poblaciones, asociado a una “enfermedad paralizante”, aún en estudio, pero parece estar relacionada con un nuevo adenovirus, afectando especialmente a las poblaciones de Galicia, Portugal y Málaga.
Dado que se trata de una especie de carácter flexible y oportunista es capaz de ocupar nuevas zonas y aumentar el uso de recursos alternativos. Sin embargo, parece insuficiente para mantener ese previo tamaño de población sobredimensionado.
Deben revisarse las actuaciones de control de la población que se han venido llevando a cabo con esta especie en vistas de la situación actual, ya que se ha observado un declive en torno al 30 %, lo que incluso obligaría a incluirla en una categoría de riesgo superior.