Ambas especies viven preferentemente en zonas abiertas y cerca del agua, incluyendo pueblos y granjas.

Como otras golondrinas, se alimentan de insectos de muy diversos tipos y que caza al vuelo. Anidan generalmente en colonias, a veces de cientos de parejas, con nidos de barro emplazados en cantiles, cuevas, puentes o edificios.

Las puestas más frecuentes constan de tres o cuatro huevos.

En el caso de la golondrina risquera, durante la época de reproducción se encuentra ampliamente repartida en Norteamérica, desde Alaska y Canadá, al sur del límite del arbolado, hasta el sur de México. Es un ave muy común, con una población total estimada en más de 90 millones de individuos. Migradora de larga distancia, sus cuarteles de invierno parecen situarse predominantemente en el norte de Argentina y en áreas próximas de Brasil y Paraguay.

La golondrina pueblera presenta un área de distribución mucho más reducida que se ajusta al sur de Texas y el norte de México, península del Yucatán, sur de Florida e islas de las Antillas Mayores. A diferencia de la risquera, no es una gran migradora y sus movimientos estacionales son mucho más reducidos.

Ejemplares de golondrina risquera han llegado rara vez a Europa como divagantes, con citas en Islandia, Gran Bretaña (nueve hasta 2003), Irlanda, Francia, las Azores y Madeira.

En España se observó un ejemplar juvenil en la isla de Tenerife el 30 de septiembre de 1991, que ante la imposibilidad de determinar específicamente la especie, fue homologado con el binomio de golondrina risquera/pueblera, aunque hay que tener en cuenta que la golondrina pueblera es poco migradora y relativamente escasa, además de no haberse registrado hasta ahora en Europa.