El vencejo común, Ave del Año 2021, no ha dejado indiferente a nuestros socios y socias. Sus acciones y actividades por la conservación de esta pequeña ave migratoria han sido múltiples y variadas. Aquí compartimos algunas de sus experiencias con vídeos y fotos de este y otros años de trabajo. Cómo salvar a un vencejo caído o cómo poner en marcha un proyecto educativo son algunas de las iniciativas más destacadas.

Pollos huérfanos

Cada primavera, miles de pollitos  se lanzan a la aventura de descubrir cómo es la vida fuera del nido. En algunas ocasiones este salto se produce de forma prematura durante las cada vez más frecuentes olas de calor extremos. La emergencia climática también afecta de esta forma a las aves más jóvenes, que representan el futuro de las especies. ¿Qué hacer en estos casos cuando encontramos un pollito huérfano?

Desde Albacete  nos cuenta su experiencia con los vencejos Caridad Moreno, presidenta asociación medio ambiental Amigos de la naturaleza de Villarrobledo a través de un vídeo. “Desde el año pasado estamos llevando a cabo una campaña de recuperación de vencejos, en colaboración con SOS Vencejos y el centro de recuperación de fauna de Albacete. El pasado año recuperamos un total de 133 ejemplares de vencejos en nuestra localidad, este año vamos por cerca de los 100 y aún no hemos terminadoAquí un vídeo que realizamos la pasada campaña sobre los errores más comunes que cometemos a la hora de encontrar un ejemplar de vencejo común”



 

La bióloga Belén Negrete, a punto de terminar un máster de etología aplicada en la Universidad Autónoma de Madrid, lleva tres años trabajando en una clínica veterinaria de exóticos y, además, este verano ha estado de prácticas en el CRAS y “uno de los principales problemas con los que me encuentro en esta época es que tanto las personas que se encuentran a un vencejo, como las clínicas que los reciben, no saben muchas veces cómo actuar. Por ello, he utilizado este año mi Instagram de ATV para difundir mediante posts y videos el protocolo a seguir cuando un vencejo ingresa en una clínica veterinaria, los cuidados que han de recibir antes de llevarlos a un centro de recuperación y las recomendaciones que hay que dar a las personas que se encuentran a estos pequeños animales, fomentando así la educación ambiental sobre esta especie 

 

Vencejo en mano. Belén Negrete

Vencejo en mano. Belén Negrete

 

Karin Faber, por su parte, nos cuenta la experiencia de contemplar el vuelo de un vencejo caído en la calle y cómo remontó con sus cuidados.La hija de una amiga del barrio de La Estrella de Madrid recogió del arcén un pollo de vencejo y, al no poderse hacer cargo de él me lo trajo en una caja. Vi que estaba casi volandero y lo alimenté con jeringas de pasta de insectos disuelta en agua. Dos noches pernoctó en su caja, mientras que durante el día lo colocaba en un poyete en mi jardín, en Mirasierra. Desde allí realizó varios intentos de vuelo, sin éxito, pero al tercer día lo logró. Contenta, tiré la caja de zapatos, pero al anochecer me lo encontré en el suelo de la terraza. Rescaté la caja, claro, y a la mañana siguiente volvimos a la rutina. Esta vez ya no volvió. Pero al segundo día, noté un vuelo rasante: el vencejo se posó en el troco de un pino y, cuando le pregunté cómo ayudarle, trepó para ganar altura, zarpó y tras dar un giro completo a modo de despedida, ya voló para siempre”

 

Ejemplar de vencejo. Karin Faber

Ejemplar de vencejo. Karin Faber

 

También Celia ha querido compartir con nosotros su fascinación por esta ave y cómo la rescatósimplemente os cuento una cosa muy sencilla que me ocurrió. Me encontré un vencejo junto a un bordillo, aleteando, y luego se quedó quieto un rato. No era una cría, tenía las alas superlargas en relación al cuerpo. Nunca los había visto así posados en el suelo (ya sabemos que no se posan nunca en el suelo). Se debió de haber caído chocando con algo. Como yo sé que no pueden remontar el vuelo desde el suelo, lo cogí, lo subí al cuarto piso en la escalera de mi casa y lo solté por la ventana. Se puso a volar nada más soltarlo, dio una curva y lo perdí de vista. ¡¡Espero que se salvara!!”

 

En esa misma línea nos relata su experiencia Juan Miguel Rodríguez. “Estoy muy orgulloso de haber salvado de una muerte segura a un vencejo. Estaba en el suelo en medio de una calle de mi pueblo cuando pasé con la moto ya al anochecer. Di media vuelta para recogerlo (una urraca ya estaba allí para nada bueno; desde luego el vencejo iba a durar vivo poco o nada). Estaba sin sentido, pero sin aparentes heridas, por lo que supongo que le dio un golpe un coche.  Lo llevé a casa y lo metí en una caja con recortes de papel...  A la mañana siguiente lo sacamos al jardín y lo dejamos tranquilamente en el suelo. Al cabo de unos minutos echó a volar. Nos gusta pensar que uno de los vencejos que vemos por el cielo volando cada tarde es el que salvamos. 

 

En familia. Así es como han cuidado la familia de Elías a dos polluelos de vencejos, toda una experiencia para él y sus hijos Compré una caja de gusanos de la harina y hemos estado alimentándolos hasta que notamos que uno demandaba volar, así que lo liberamos, mi hija no había llorado tanto desde hacía tiempo. Luego le tocó al segundo vencejo, en ese caso lloramos los dos, de pena y alegría, nos queda uno que parece que ya quiere volar libre, seguramente sea hoy su gran día«.

 

Educación ambiental

Los vencejos como recurso educativo también son una muestra de la implicación de los colegios con la conservación de la especie que tienen un proyecto propio, es el caso de este colegio de Caceres. Pero en un colegio de Jerez  de la Frontera, Cádiz, llevan años «colándose»  a través de una webcam en sus aulas. 

“El Colegio Santa Cecilia-Carmelitas Vedruna de Cáceres alberga una importante colonia de vencejos, cuyos nidos se sitúan principalmente en cajas de las persianas del edificio. La presencia de estas aves constituye un potencial recurso educativo, por lo que durante el curso 2020/2021 se ha puesto en marcha el proyecto “Vedruna, amigos de los Vencejos”, coordinado por la profesora Aroa Domínguez con el fin de que docentes, padres y alumnos conozcan y valoren la presencia de esta especie y los beneficios que aportan a los seres humanos en el control de insectos. Se han realizado gran variedad de actividades con los alumnos, como la realización de censos de nidos, talleres y charlas, un acto de bienvenida a los vencejos y rutas ornitológicas por la ZEPA urbana de Cáceres, “apadrinamiento” de nidos, registro de incidencias e instalación de una cámara en uno de los nidales para observar el proceso de reproducción y desarrollo de la especie

Aroa Dominguez nos muestra su iniciativa con los vencejos.

Aroa Dominguez nos muestra su iniciativa con los vencejos.

 

 

Destrucción de nidos por obras
La pérdida de lugares de nidificación es una de las principales amenazas para algunas aves urbanas como las cigüeñas, los cernícalos, las golondrinas, los aviones o los vencejos, como en caso del vencejo común, Ave del Año 2021. Cada primavera SEO/BirdLife recibe y atiende decenas de denuncias ciudadanas relacionadas con este problema derivadas, en muchos casos, de una falta de conciencia y conocimiento del mismo por parte de la ciudadanía, propietarios de edificios, administradores de fincas o técnicos. SEO/BirdLife tiene en  marcha  la campaña SOS NidosTu no haría esto

 

Informando sobre el vencejo. Parroquia San Andrián.

Informando sobre el vencejo. Parroquia San Andrián (Burgos).

Desde Burgos Carlos Palma y Roberto Lázaro también nos cuentan su experiencia con los vencejos en distintos pueblos y colonias de la provincia que poco a poco han ido dando sus frutos . “En los últimos dos años, socios de SEO/BirdLife en Burgos y gente apasionada de los vencejos, hemos venido desarrollando modestas actividades relacionadas con la conservación de la especie. Se han construido 12 cajas nidos que hemos instalado en casas particulares, 6 de ellas el primer año recibieron visitas de inspección de varios ejemplares. Por otro lado, nuestro compañero, profesional y manitas de la construcción, Roberto Lázaro, ha edificado su casa en el pueblo habilitándola para la cría, no solo de vencejos, sino también de otras aves urbanas, adaptando tejas y muros.  

Las visitas que hemos realizado por distintos pueblos y colonias urbanas evidencian la necesidad de actuar con urgencia. Simplemente informando a los propietarios, muchos se muestran curiosos y receptivos.  Esto nos ha ocurrido en distintas localidades. En la iglesia de San Adrián, del barrio burgalés de Villímar, gracias a su entusiasta y colaborador párroco, Julián Palencia, hemos llegado a un acuerdo para que no se taponen ni tejas ni oquedades de muros, tratando de adaptar las entradas de las tejas y su recorrido interior con materiales rugosos.  El resultado ha sido totalmente satisfactorio, ya que los vencejos han aceptado las nuevas tejas aparentemente con total normalidad. Incluso, antes de finalizar las obras, ya estaban ocupando los nichos”

 

 

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