Los ambientes acuáticos naturales en las islas Canarias están representados por los singulares barrancos de aguas intermitentes y pequeños encharcamientos en sus desembocaduras. Asimismo, el archipiélago canario cuenta con lagunas costeras, más o menos salobres, de escasa entidad y separadas del mar gracias a la acumulación de arenas que forman diques naturales. Sin embargo y a pesar de esta ausencia, la creación de ambientes acuáticos artificiales como balsas y embalses de pequeña entidad en las cotas medias y bajas de las islas, han sido colonizados por un importante contingente de aves acuáticas, tanto nidificantes como migratorias, algunas de ellas amenazadas.

 

Cerceta pardilla © Marek R. Swadzba-Shutterstock

Cerceta pardilla © Marek R. Swadzba-Shutterstock

 

Es el caso del tarro canelo o la cerceta pardilla, dos especies de patos que han nidificado en las islas de forma más o menos regular en las últimas décadas y cuyo estado de conservación es muy precario en España.

 

¿Dónde se encuentran?

Cabe destacar zonas como las Salinas de Janubio o el Saladar de La Santa en Lanzarote o el embalse de Los Molinos, la charca de Catalina García, el Saladar de Jandía así como  diversos cauces de agua casi permanente en la vecina isla de Fuerteventura. En Gran Canaria, la principal notoriedad recae en el Charco de Maspalomas, antaño descrito como un auténtico vergel para la flora y fauna y hoy en día amenazado por la gran presión antrópica que lo rodea.

Aparte de este lugar, en esta isla hay una gran cantidad de charcas, embalses y presas, sobre todo en el litoral del cuadrante suroeste, todos ellos de gran importancia para las aves nidificantes y migratorias. En Tenerife, cabe destacar los sectores con charcas y presas de Valle de Guerra, Tejina y Bajamar, junto a las charcas de Erjos, y todo un conjunto de encharcamientos tanto artificiales como naturales (Las Galletas, La Mareta en El Médano, etc.) repartidos por el sur de la isla. En La Gomera, los charcos del Conde y el Cieno en Valle Gran Rey junto a diferentes presas y embalses, al igual que ocurre en El Hierro, donde estos ingenios artificiales para almacenar el agua sirven de refugio a las aves acuáticas.

 

Tarro canelo© Vishnevskiy Vasily-Shutterstock

Tarro canelo© Vishnevskiy Vasily-Shutterstock

 

Por último, en La Palma, deben destacarse los cauces con agua y bosquetes de sauces, como el de Las Angustias y otros barrancos de cierta entidad, junto con las salinas de Fuencaliente y los sectores de El Paso y Los Llanos de Aridane por la gran cantidad de charcas y presas allí existentes dedicadas al riego de los cultivos.

 

Principales amenazas

Sin embargo, a pesar de tratarse de espacios que albergan algunas especies acuáticas amenazadas y de constituir verdaderos refugios para la fauna, pocos de los mencionados cuentan con la debida protección legal. Las islas sólo cuentan con un humedal declarado de interés internacional bajo el Convenio de Ramsar, se trata del Saladar de Jandía, en Fuerteventura, y un reducido número de ellos forman parte de la red europea de espacios protegidos Red Natura 2000 o del catálogo de Espacios Naturales de Canarias. SEO/BirdLife alienta a las administraciones competentes en materia de aguas y conservación de la naturaleza a dedicar un mayor esfuerzo para su efectiva protección, con el objetivo de eliminar las amenazas a las que actualmente se enfrentan, como vertidos de sustancias tóxicas y de basura, introducción de especies exóticas, molestias humanas directas, mala gestión, casos de furtivismo, etc.

 

Reciente episodio de caza furtiva sobre una especie protegida

El pasado mes de noviembre del pasado año un turista que visitaba la isla de Lanzarote fue testigo de la caza furtiva de al menos un ejemplar de tarro canelo, por parte de tres cazadores en las Salinas de Janubio, en el municipio de Yaiza. Se trata de una especie de pato silvestre protegido por la Ley Española así como por diversos convenios y directivas europeas (Convenio de Berna y Bonn, Directiva de Aves…) que fue abatido en un espacio protegido “Las Salinas de Janubio”, catalogada también como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y Refugio de Caza.

Este espacio, inventariado también como Área Importante para la Conservación de las Aves (IBA) por su importancia para  aves limícolas migratorias, sufre también otras amenazas como son la contaminación, presencia de especies exóticas, molestias, deterioro del hábitat, etc.  

 

 

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