Los programas de seguimiento de aves como Sacre, Noctua, Sacin, Paser, Aves y Clima, Migra, censos de diferentes especies y los trabajos de los grupos de trabajo de SEO/BirdLife aportan cada año gran cantidad de información que se resume en una publicación anual

Gracias a los datos que aportan más de un millar de voluntarios y voluntarias sobre diferentes especies de aves se pueden conocer sus tendencias. Y además sabemos, entre otras cosas, que en España el 37% de las especies de aves comunes se encuentra en situación desfavorable, según se recoge en la nueva publicación Programas de Seguimiento de Avifauna y Grupos de Trabajo 2022

Desde 1996, y gracias a la colaboración de más un millar de personas voluntarias, SEO/BirdLife realiza el seguimiento de las aves en España, un trabajo que se desarrolla desde el equipo de Ciencia Ciudadana en coordinación con otras áreas de la organización con el objetivo de servir como base para realizar estrategias de conservación. 

“Cada año SEO/BirdLife resume algunos resultados de todo el trabajo de seguimiento y estudio de aves en una publicación donde se destacan las nuevas aportaciones en diferentes programas de seguimiento. En esta edición de 2022 cabe destacar que algunas especies que tienen buen estado de conservación en el resto de Europa presentan situación desfavorable en nuestro país, como el alcaudón dorsirrojo, la corneja negra, el jilguero o el martín pescador”, señala Juan Carlos del Moral coordinador de Ciencia Ciudadana de SEO/BirdLife.

Protocolo europeo para el seguimiento de aves

El programa de seguimiento de aves comunes se desarrolla con metodologías semejantes y compatibles en la mayoría de los países de nuestro entorno. Por ello, la evolución de las poblaciones de aves son un requisito fundamental para la evaluación de los procesos en política ambiental y la efectividad de las medidas de conservación y es requerido por varios tratados internacionales, incluidas las directivas de la Unión Europea. Así mismo, ese valor de cambio de las poblaciones de aves constituye uno de los indicadores de nuestra calidad de vida. Los registros obtenidos por los voluntarios de los programas de seguimiento de aves (en España, el programa Sacre que desarrolla SEO/BirdLife) son analizados estadísticamente bajo el mismo protocolo en todos los países. 

Este protocolo ha permitido saber que España es donde se encuentra el mayor número de especies en declive (45, una con declive acusado), frente a las 33 en el sur de Europa y 38 en Europa. El bisbita campestre, el carricero tordal, la curruca zarcera y la grajilla occidental están en declive tanto a escala española como para el sur del continente. 

Análisis de datos  

Estos datos son solo un ejemplo de todo el contenido de la publicación que ya está disponible en formato online y que resume los últimos análisis de los programas de seguimiento y Grupos de Trabajo de la organización. 

“La publicación contiene una información muy valiosa para la conservación de las aves, ya que recopila el análisis de los datos que recogernos gracias a la colaboración de miles de personas voluntarias que contribuyen al conocimiento de la avifauna haciendo ciencia ciudadana”, recuerda Del Moral. 

Gracias a este trabajo, se pueden encontrar resultados novedosos como los últimos resultados de aves que están en declive o en aumento según los programas de Sacre, Sacin y Noctua; las aves raras vistas en España; y cómo contribuyen los datos de varios de nuestros programas de seguimiento al manejo de enfermedades como la gripe aviar. También permite ver cómo avanzan las aves exóticas, las nuevas propuestas de clasificaciones taxonómicas o cómo cambian la fenología de migración algunas especies debido al cambio climático.

Martín pescador ©Panu Ruangjan-shutterstock

Décadas trabajando por la ciencia ciudadana

SEO/BirdLife lleva prácticamente desde su fundación en 1954 haciendo ciencia ciudadana. La organización siempre ha considerado que gracias a la aportación de los voluntarios se pueden abordar trabajos a gran escala para los cuales sería difícil conseguir profesionales. Pero su valor no solo radica en el alcance o dimensiones en sí que se puede dar al trabajo, sino también en una cuestión que casi nunca se cuantifica: el aporte económico que facilitan esos voluntarios al realizar el trabajo de campo, valorado en varios millones de euros al año. 

En el caso de España, no es difícil hacer una valoración económica de lo que aportan los voluntarios a cada uno de los programas de seguimiento, censos y atlas, y merece la pena reconocer las dimensiones de esta aportación al conocimiento del estado de la biodiversidad en nuestro país. 

Varias aplicaciones móviles y herramientas online facilitan y mejoran esta recopilación de datos y su posterior análisis, lo que genera conocimiento y contribuye al buen desarrollo de la conservación de la biodiversidad. 

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