La Consejería de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente del ejecutivo valenciano pretende legalizar el método de caza con pegamento denominado parany, aunque hace años que tribunales valencianos, españoles y europeos lo declararon ilegal.

Por otra parte, pretenden conceder autorizaciones “pseudocientíficas” para la caza nocturna de miles de aves migratorias con pegamento y reclamos electrónicos: métodos prohibidos por la ley.

 

Un petirrojo muerto tras caer en un parany. ©SEO/BirdLife

 

La Consejería de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente del ejecutivo valenciano pretende permitir un método de caza masiva como el parany que es a todas luces ilegal. Tanto los tribunales españoles como los europeos ya se han pronunciado en numerosas ocasiones sobre la ilegalidad de esta práctica, que algunos infractores pretenden equiparar, con algunas prácticas cinegéticas realizadas en Francia para la captura en vivo de tordos, a pesar de realizarse en condiciones totalmente diferentes a las del parany.

 

SEO/BirdLife solicitará una reunión con el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente para zanjar esta cuestión de una vez por todas, ya que de continuar esta práctica ilegal, España podría enfrentarse a sanciones millonarias de la UE por infringir el derecho comunitario. Al amparo de las autorizaciones que pretende conceder el Gobierno Valenciano para supuestos estudios “pseudocientíficos”, se estaría vulnerando la normativa europea y española en materia de conservación de la biodiversidad, escondiendo la masacre vergonzosa e ilegal de miles de aves migratorias.

 

La caza con pegamentos, reclamos electrónicos y realizada durante la noche es ilegal, por ser masiva y no selectiva, tal y como indica la legislación ambiental, y todos aquellos que la practiquen, la permitan o la autoricen estarán infringiendo la ley. Hay que recordar que no es la primera vez que los responsables políticos de autorizar este tipo de prácticas se sientan en el banquillo por estas causas y tienen que abandonar el cargo, ya que la ley es clara en este sentido.

 

Entre 2011-2012, se denunciaron casi 2.000 paranys que estaban actuando ilegalmente, y las sentencias condenatorias están dando sus frutos. Este año de nuevo se estudiará no solo la posibilidad de denunciar a los que realicen está práctica ilegal, sino también se llevará ante la justicia a los responsables políticos que la autoricen. La última sentencia declarando el parany ilegal data de este mismo mes de mayo, cuando el Tribunal Constitucional declaró inconstitucional la modificación de la ley de caza valenciana que permitía el uso de este método.

 

Durante este año la Comisión Europea ha concedido a varios miembros de BirdLife International, entre ellos SEO/BirdLife, un proyecto Life+ para combatir la caza ilegal de aves en el Mediterráneo. Los responsables europeos han apoyado este proyecto para contribuir a erradicar las prácticas cinegéticas ilegales que afectan a varios países miembros, y en el caso de España, han decidido apoyar la erradicación del parany, al considerar que aunque ha sido declarado ilegal por los tribunales europeos, españoles y autonómicos, se sigue realizando la matanza masiva de miles aves, para vergüenza de todos.

Sobre el parany   

El parany  o barraca es un método cinegético practicado a lo largo de los últimos siglos en la Comunidad Valenciana, Cataluña y Aragón. Un parany consiste en uno o varios árboles, destacados sobre el terreno circundante, que han sido convenientemente transformados, mediante poda, para alojar en su interior un entramado de varetas impregnadas con liga (pegamento). Las aves son atraídas al interior de estos árboles con la ayuda de reclamos vivos o electrónicos, donde el pegamento se adhiere a su plumaje, de modo que pierden la capacidad de vuelo y caen al suelo, para ser recogidas por los cazadores, que proceden a matarlas de un golpe, rompiéndoles el cuello o aplastándoles el cráneo.

El principal objetivo del parany es atrapar diferentes especies de zorzales (zorzal común, zorzal charlo, zorzal alirrojo, principalmente), pero es un hecho comprobado que un 20-45% de las capturas lo son de otras especies de aves protegidas y cuya caza no está permitida.

 

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