Apostamos por el cambio hacia un nuevo modelo basado en la reducción de usos y en el consumo circular, en el que ningún residuo sea basura, sino un nuevo recurso.

Las aves marinas son víctimas de los plásticos, que pueden llegar a causar su muerte tanto por ingestión (ahogamiento, inanición, úlceras) como por enredos. El 83% de los pollos de pardela cenicienta analizados en Canarias tenían plástico en su interior.
Cada marea arroja sobre las playas canarias hasta 120 gramos de pequeños trozos de plástico por metro cuadrado.

Con motivo de la presentación del borrador de la Estrategia Canaria sobre el Plástico por parte del Gobierno de Canarias, SEO/BirdLife advierte de que la contaminación marina por plásticos representa una seria amenaza para las poblaciones canarias de aves marinas.

Con la presentación de este borrador, el Gobierno de Canarias inicia un proceso participativo que concluirá con un documento estratégico. “Felicitamos la iniciativa del Gobierno de Canarias e instamos a la rápida puesta en marcha del Plan de Gestión y Programa de Prevención de Residuos de Canarias (PIRCAN) que se presentará este mes y que tendría que haberse renovado en 2006. También, recordamos que una buena parte de los  de los cabildos no cuenta aún con su Plan Territorial Especial de Residuos, tal como exige la ley», declara Yarci Acosta Santana, delegado de SEO/BirdLife en Canarias.

«Por otra parte, nos preocupa que el borrador de la estrategia no evalúe el costo real de las medidas propuestas y, consecuentemente, su viabilidad económica. Asimismo, las medidas orientadas a la reducción de los residuos y normativas más restrictivas para el abandono de plásticos nos parecen insuficientes”, añade Yarci.

Para SEO/BirdLife, las aves son excelentes bioindicadores del estado de salud de los ecosistemas y por ello “es necesario profundizar en el estudio del impacto del plástico en las aves marinas”. Entre las aves afectadas por los plásticos se encuentra la pardela cenicienta, la más numerosa del grupo de los procelariformes (petreles, pardelas y paíños) en Canarias, pero no por ello exenta de amenazas. En los primeros estudios efectuados por investigadores canarios se estimó que el 83% de los pollos de pardela cenicienta analizados tenían plástico en su interior, con una media de ocho fragmentos por individuo, que habrían ingerido junto al alimento aportado por los adultos.

Otras de las aves marinas potencialmente afectadas por la basuraleza marina y que se encuentran amenazadas son la pardela pichoneta y la pardela chica, también pertenecientes al grupo de los procelariformes. A diferencia de las gaviotas y otras aves marinas, los procelariformes no forman egagrópilas (“bolas” formadas por las partes no digeribles del alimento ingerido, que regurgitan antes de entrar al estómago), por lo que acumulan con mayor facilidad pequeños fragmentos de plástico que capturan en superficie al confundirlo con sus presas (organismos planctónicos, peces y cefalópodos), o bien junto a éste, o que se encuentran dentro de su alimento.  Generalmente se trata de fragmentos muy pequeños, pero también pueden encontrarse plásticos de tamaño mayor, y su acumulación puede causar úlceras, infecciones o incluso ahogamiento. La presencia de plásticos en el estómago también puede crear una sensación de saciedad, que llevaría a la muerte por inanición.

Por otro lado, los plásticos de mayor tamaño pueden ocasionar enganches y enredos, que pueden provocar amputaciones, ahogamiento o muerte por inanición. En este caso, además de las pardelas, otras aves marinas como alcatraces, gaviotas y charranes, también pueden verse afectadas.

¿Cómo acaban los plásticos en el mar?

Muchos de estos plásticos son abandonados en las costas canarias, arrastrados por el viento desde vertederos incontrolados o llegan al mar empujados desde los barrancos en épocas de lluvias. Pero también, proceden de lugares a miles de kilómetros de distancia, según han comprobado investigadores de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC). Son basuras llegadas de Europa, África e incluso de la costa este de Estados Unidos, arrastradas por las corrientes del Golfo y la de Canarias. Se calcula que cada marea arroja sobre las playas canarias hasta 120 gramos de pequeños trozos de plástico por metro cuadrado, lo que supone varias toneladas al año en cada una de las islas. Con esta misma universidad, SEO/BirdLife inicia una colaboración con la que pretende mejorar el conocimiento sobre el impacto del plástico en el tejido de las aves marinas canarias, para lo que se implicará a voluntarios en la isla de Tenerife.

“La concentración de plásticos en el mar crece exponencialmente, y con ella los estudios que documentan impactos negativos para las aves marinas, el grupo de avifauna más amenazado del planeta”, declara Yarci Acosta, delegado de SEO/BirdLife en Canarias. “Desde SEO/BirdLife queremos trasladar que la solución pasa por cambiar el modelo de consumo, necesitamos reducir el uso de plásticos y fomentar el residuo cero, e impulsar una economía circular”, concluye Acosta.

SEO/BirdLife desarrolla en alianza con Ecoembes el Proyecto LIBERA que tiene el propósito de concienciar y visibilizar el problema de la basuraleza; y gracias a la participación ciudadana, liberar los espacios naturales de basura. En Canarias, cerca de 470 voluntarios del archipiélago liberaron de basura 13 puntos de especial valor ecológico de la región.

Conservación de las aves marinas canarias

SEO/BirdLife trabaja con distintas acciones para conservar las aves marinas del archipiélago. En 2013, destinó su campaña emblema a la pardela cenicienta declarándola como Ave del Año. Asimismo, para mejorar el estado de conservación de las aves marinas lidera el proyecto LuMinAves, que abarca todas las islas de los archipiélagos macaronésicos de Canarias en España, y de Azores y Madeira en Portugal para estudiar sobre como la contaminación lumínica afecta a esta y otras especies de aves marinas sensibles, así como divulgar los resultados y concienciar a la población. Asimismo se desarrollan acciones para minimizar otras amenazas como la caza ilegal o pardeleo.

 

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