La construcción de la carretera amenazaría gravemente uno de los últimos refugios naturales de la cordillera Cantábrica, poniendo en riesgo hábitats protegidos que forman parte de la Red Natura 2000 y especies amenazadas como el oso pardo o la perdiz pardilla.
El proyecto denominado «Nuevo Tramo de Carretera CA-183 de conexión entre Reinosa y Potes. Tramo Brañavieja – CA-184 en Pesaguero» promovido por la Consejería de Fomento, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria, y remitido a SEO/BirdLife para su consulta, supondría la construcción de un tramo de carretera nuevo de unos 15 kilómetros que atravesaría uno de los corredores ecológicos ambientalmente mejor conservados de la cordillera Cantábrica.
Esta infraestructura amenaza con destruir un corredor ecológico de altísimo valor que incluye cuatro espacios de la Red Natura 2000, un marco de protección europeo que garantiza la conservación de los hábitats más valiosos. Además, se verían comprometidos hábitats críticos para la biodiversidad, incluyendo robledales y hayedos de interés comunitario. Este entorno alberga especies protegidas que dependen de estos ecosistemas para su supervivencia, y la carretera supondría una barrera insalvable que fragmentaría sus hábitats, caso de la perdiz pardilla o el oso pardo.
Consideramos el proyecto inviable desde el punto de vista legal y ambiental. La normativa española y europea, que protege estos espacios, prohíbe explícitamente cualquier intervención que comprometa su integridad ecológica. La construcción de esta carretera va en contra de las directivas europeas y de la legislación nacional sobre protección de la biodiversidad, haciendo imposible su autorización legal.
Felipe González, delegado de SEO/BirdLife en Cantabria, manifiesta que “el Gobierno de Cantabria demuestra una nula sensibilidad ambiental al plantear un proyecto de esta envergadura en unos espacios naturales tan emblemáticos como son las cabeceras del Saja-Nansa”.
El proyecto, que está en la fase de información previa al estudio de impacto ambiental, se puso a información pública en agosto, lo que, a nuestro juicio, imposibilita a la ciudadanía cántabra a una plena y real información y participación. González reiteró que “el interés social y el uso que se pretende justificar para esta carretera no compensan, en modo alguno, el daño ambiental que causaría”.
Impacto en un entorno virgen
La carretera permitiría el acceso a una de las zonas más vírgenes y mejor conservadas de Cantabria, lo que incrementaría la presión humana sobre este delicado ecosistema y la fragmentación del hábitat, alteraría los patrones de movimiento de la fauna, generaría más atropellos, y un impacto visual y paisajístico irreparable.
“En un momento crítico en que la restauración de la naturaleza se plantea como una prioridad global, es inaceptable que se planteen proyectos que destruyan lo poco que nos queda de naturaleza intacta. Instamos al Gobierno de Cantabria a que reconsidere de inmediato esta propuesta y centre sus esfuerzos en la protección y restauración de nuestros espacios naturales”, ha subrayado Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife.
Por todo ello, hacemos un llamamiento a la ciudadanía de Cantabria y de España para que exprese su rechazo a este proyecto y defienda la preservación de un entorno de incalculable valor ecológico. La organización insiste en la necesidad de respetar la normativa vigente y evitar proyectos que, de ser aprobados, supondrían un daño irreversible para la biodiversidad de la región.
- Proyecto puesto a información pública: «Nuevo Tramo de Carretera CA-183 de conexión entre Reinosa y Potes. Tramo Brañavieja – CA-184 en Pesaguero»