Unas 2.700 hectáreas quemadas con afección a hábitats de importancia comunitaria y diferentes especies, entre las que se encuentra el pinzón azul de Tenerife, especie catalogada como “Casi amenazada” en el Libro Rojo de las Aves de España y que se encuentra aún con los pollos sin haber volado del todo del nido.

El incendio se mantiene estabilizado y parece que va a conseguir controlarse, si las condiciones meteorológicas continúan como están, tras días de intenso calor en todas las islas.

 

El fuego ha afectado a espacios de alto valor ecológico incluidos en la Red Natura 2000 como la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA)  Montes y cumbre de Tenerife; otros espacios dentro de la Red Canaria de Espacios Protegidos como Parque Natural Corona Forestal y  Paisaje Protegido de Campeches, Tigaiga y Ruiz; además de haber penetrado por la parte sur de La Fortaleza en el Parque Nacional de El Teide; y ha alcanzado al Área Importante para las Conservación de las Aves y la Biodiversidad (IBA) Ladera de Tigaiga.

Según la valoración que hemos podido hacer, la parte más afectada es el frente de la Ladera de Tigaiga y Chanajiga, mientras que la parte que ha intentado entrar al Parque Nacional del Teide se ha visto frenada al alcanzar la zona de matorral de alta montaña en transición con el pinar, y parece que aquí el avance es muy lento. A pesar de ello parece haber afectado a algunos cedros canarios, en un sector de alto valor ecológico.

Se están viendo afectadas las aves propias de medios forestales, muchas de ellas de pinar canario, como el pico picapinos y el gavilán, ambos con subespecies endémicas, y sobre todo pinzón azul de Tenerife, que se encuentra aún en las fases finales de su período de cría cebando pollos volantones.

Además, la evolución más reciente ha incluido zonas de monte verde y de pinar mixto, hábitat por excelencia de las dos palomas endémicas, la turqué, catalogada como “Casi amenazada” y la rabiche como “Vulnerable”, según el Libro Rojo de las Aves de España.  junto con otras muchas aves forestales, como el herrerillo canario, el mosquitero canario, el reyezuelo sencillo o el pinzón común. En dicho libro rojo, los incendios forestales aparecen como una de las principales amenazas para muchas de estas especies de aves.

Adaptarse a la nueva realidad climática

Ante la oleada de incendios que se están viviendo por todo el país, hacemos un especial llamamiento a los responsables de la gestión del territorio, comunidades autónomas, los servicios de apoyo del Gobierno de España y los cabildos y ayuntamientos, para poner en marcha medidas de prevención urgentes que se ajusten a la nueva realidad climática.

El cambio climático está ampliando el periodo en el que, por altas temperaturas, sequías, tormentas y vientos, el riesgo de incendios se convierte en crítico. La ONG pone de manifiesto que es preciso adaptar las políticas y los recursos destinados a desarrollar labores preventivas que eviten que los incendios se produzcan y que si lo hacen no se desarrollen con tanta virulencia. Un espacio natural en buen estado de conservación y con una adecuada gestión durante todo el año es clave para prevenir y minimizar los peores estragos del fuego, y puede ser fundamental para hacer frente a grandes incendios, los llamados incendios de sexta generación.

Además, es fundamental que ante un desastre de estas características se desarrollen las medidas y actuaciones necesarias para que las labores de restauración de las áreas incendiadas de implementen lo antes posible, garantizando los medios económicos y humanos necesarios.

 

 

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