Una de las muchas cosas que aprendemos en SEO/BirdLife estudiando a las aves es cómo han evolucionado hasta convertirse en ejemplos apasionantes de eficiencia energética. Hace tiempo que decidimos aprender de ellas y mejorar el aprovechamiento de la energía que utilizamos en nuestro trabajo diario.

Las gangas y ortegas son especies esteparias que soportan altísimas temperaturas en verano. ¿Sabías que se protegen del calor que desprende el suelo con un plumaje aislante especial? Otras aves, como las acuáticas, se protegen del frío con una gruesa capa de fino y aislante plumón; de esta manera ahorran energía en lugar de necesitar una búsqueda constante de alimento. Otras aves, cuando habitan en zonas muy secas, en vez de un baño de agua se dan un baño de arena y su metabolismo les permite no despilfarrar el agua de su cuerpo al evacuar el nitrógeno, haciendo lo que se conoce como orina “seca”.

Con todos estos ejemplos magistrales, no pudimos resistirnos y hace años emprendimos nuestro propio vuelo hacia la eficiencia y el ahorro de energía. Hace ya más de una década, fuimos la primera ONG ambiental con un sistema de gestión ambiental certificado por AENOR.

En 2013, una encuesta entre nuestra base social reveló que las personas asociadas a nuestra ONG nos reclamaban una apuesta firme por las renovables responsables.

En 2014 fuimos una organización pionera en autoexigirnos esa eficiencia por medio de una auditoría externa que reveló nuestras potenciales mejoras y que nos llevó, gracias a la colaboración de cientos de mecenas, a instalar nuestras propias placas solares en las oficinas de Madrid en 2015, justo el día en que arrancaba la COP21 de París, cuyos acuerdos luchamos por salvar y mejorar cada día. Y además empezamos a contratar nuestra energía con compañías que garantizan el origen renovable de nuestros kilovatios.

Hoy, nuestra ruta hacia la eficiencia energética sigue adelante, con nuevas auditorías periódicas y un complejo sistema de gestión ambiental que nos permite evaluar al instante nuestro consumo y nuestro impacto. Una de nuestra últimas iniciativas está estimando el potencial de absorción de CO2 que pueden representar nuestras reservas ornitológicas, un ejemplo apasionante del potencial que tienen las soluciones basadas en la naturaleza para mitigar los efectos del cambio climático.

Comparte