Grajilla occidental
Corvus monedula
Las grajillas son aves con una elaborada conducta social, que, tanto para reproducirse como para buscar alimento, se organizan en ruidosos grupos. De hábitos trogloditas a la hora de instalar el nido, estas aves de plumaje negro y ceniza crían en una gran variedad de lugares, desde cortados rocosos hasta viejos edificios, además de taludes y árboles huecos. A diferencia de otros córvidos, manifiesta unos hábitos marcadamente vegetarianos, aunque durante la crianza de los pollos captura una gran variedad de invertebrados y algún pequeño vertebrado.
CAT / Gralla
GAL / Gralla pequena
EUS / Bele txikia
ENG / Western Jackdaw
La especie se está enfrentando a un riesgo muy alto de extinción en estado silvestre.
Escucha su canto:
Grajilla occidental
Corvus monedula
Información
Passeriformes
Corvidae
30-34 cm
64-73 cm
Identificación
La grajilla occidental es un ave de tamaño más modesto que grajas y cornejas, la grajilla luce un plumaje muy oscuro, que a cierta distancia parece negro (dibujo 1). Vista de cerca, sin embargo, se aprecia una cierta tonalidad grisácea en algunas regiones del cuerpo, especialmente en el pecho y en la nuca, que es de un bello color ceniciento (dibujo 2). El iris es muy claro, de un azul pálido, casi blanco. Es habitual que las grajillas se organicen en ruidosos bandos que sobrevuelan las rocas y los viejos edificios o que menudean por campos y pastizales en busca de alimento.
Canto
Es una especie muy ruidosa que emite habitualmente varios reclamos muy característicos, como un chaac chaac, o un kiá kiá que recuerda al de la chova piquirroja.
Dónde vive
En el mundo
La grajilla occidental es una especie de amplia distribución por todo el Paleártico occidental, donde se extiende hasta los confines de Mongolia y el lago Baikal. En Europa resulta un ave frecuente, que aparece repartida por casi todo el continente, a excepción de Islandia y el norte de Escandinavia. En el norte de África existen algunas poblaciones aisladas en el Magreb.
Cuenta con tres subespecies en Europa, de las que spermologus es la que está presente en el oeste del continente, incluida la Península Ibérica.
En España
Puede considerarse abundante en España y se distribuye de manera bastante homogénea por toda la Península, de donde falta solo en buena parte del litoral cantábrico y Pirineos. Ha desaparecido como reproductora de amplias zonas de la meseta Norte, valle del Ebro, meseta Sur, sistema Central, Sierra Morena y sistema Bético. Es escasa en Galicia, algunos puntos del valle del Guadalquivir y en ciertas comarcas de Cataluña y la Meseta sur. Falta en Baleares, Canarias y Melilla, aunque habita en Ceuta.
Para más información sobre su distribución territorial y otros datos de interés, consulta la ficha de la grajilla occidental en el III Atlas de las aves en época de reproducción en España.
Más información
Consulta el siguiente enlace para ampliar la información sobre esta especie.
Desplazamientos
La grajilla es un córvido tanto más sedentario cuanto más al sur se encuentren sus poblaciones. Así, son las aves nórdicas las más propensas a emprender movimientos migratorios, aunque no llegan a alcanzar las áreas sureñas de distribución de la especie, y son los ejemplares jóvenes los más proclives a desplazarse. Las colonias centroeuropeas son ya residentes, al igual que las del sur del continente.
Población
La Lista Roja Europea de Aves 2021 estima que hay unos 17,8-36,2 millones de grajillas en Europa, con tendencia creciente de su población.
En nuestro país, el III Atlas de las aves en época de reproducción en España estima unos 440.000-530.000 ejemplares. Estas cifras contrastan con las obtenidas en la anterior estima, en 2004-2006, que eran de entre 3,0 y 5,3 millones de ejemplares. Los datos del programa Sacre corroboran este declive, que alcanzaría un porcentaje del 55% en 20 años.
Cómo vive
Hábitat
La grajilla está muy ligada a la existencia de cortados rocosos, paredones y desplomes, y su presencia aparece condicionada en cierta medida por la existencia de emplazamientos apropiados en los que instalar sus colonias de cría. Por tal motivo, frecuenta tajos fluviales, roquedos, viejas arboledas (en particular, fresnedas), puentes, edificios ruinosos y ciudades monumentales.
A la hora de buscar alimento, prefiere las zonas abiertas, con campos de labor, pastizales, dehesas y explotaciones ganaderas, por lo que la actuación transformadora del hombre benefició en el pasado a este adaptable córvido. Evita sin embargo las áreas muy boscosas y las zonas montañosas, donde no suele ascender más allá de los 1.400-1.500 metros de altitud.
En Centroeuropa es muy habitual la existencia de grandes colonias urbanas de grajillas. Este hecho es bastante menos frecuente en nuestro país y, según algunos autores, se debe a la persecución que ha sufrido la especie y a la ausencia de buenos emplazamientos para instalar el nido. No obstante, en España tenemos excelentes ejemplos de colonias urbanas en ciudades como Salamanca, León, Cáceres o Trujillo.
Alimentación
Como es habitual en los córvidos, presenta unos hábitos alimentarios muy poco especializados, por lo que incluye en su dieta tanto materia de origen animal como vegetal. A pesar de todo, muestra unas tendencias más vegetarianas que otros componentes de la familia. Según las regiones, ingiere todo tipo de cereales (trigo, maíz, cebada), así como legumbres, aceitunas y frutas, que complementa con una gran variedad de invertebrados, como saltamontes, escarabajos, lombrices y moluscos.
A diferencia de otros córvidos, frecuenta poco carroñas y basureros, aunque estos últimos tienen cada día un peso mayor en su dieta. Ocasionalmente captura pequeños vertebrados, como lagartijas o ratones, y devora huevos y pollos.
Reproducción
Con la llegada del mes de abril, en las colonias de grajilla reina una gran algarabía, debida a la febril actividad que tiene por objeto sincronizar el calendario reproductor del grupo.
Los nidos se sitúan casi siempre en oquedades de todo tipo y consisten en acúmulos irregulares y un tanto desordenados de ramas, palos y raíces, que tapizan con plumas, lana y fibras vegetales y que, ocasionalmente, refuerzan con barro o estiércol.
La puesta de los huevos, que son de color azul claro, tiene lugar hacia mediados de abril, y su número varía entre dos y ocho. La incubación dura 17 o 18 días y es responsabilidad exclusiva de la hembra. Los pollos son alimentados por ambos adultos y, cuando alcanzan los 30-35 días, ya están en condiciones de abandonar el nido, aunque permanecen ligados a sus padres durante al menos otras cinco semanas más.
Meses en los que se puede ver la especie en España
Amenazas y conservación
La especie se está enfrentando a un riesgo muy alto de extinción en estado silvestre.
La grajilla occidental aparece en el Libro Rojo de las Aves de España 2021 en la categoría de EN – En Peligro. Sin embargo, no figura en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, y tampoco en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.
Hace años la especie era abundante en la mayor parte de su área de distribución. Sin embargo, en las últimas décadas hay una decadencia generalizada en la mayoría de los países europeos. Las estimaciones más recientes sobre el tamaño poblacional en nuestro país indican que presenta un declive de más del 50 % desde 1998, lo que equivale a una disminución de más de dos millones de ejemplares entre 1998 y 2018.
Las amenazas principales a las que se tiene que enfrentar la grajilla son la presión cinegética y la pérdida de hábitat y recursos tróficos. Sin duda, la presión cinegética es uno de los factores que contribuye a explicar su grave y rápido descenso poblacional. Durante años ha sido cazada legalmente porque se considera que sus costumbres afectan negativamente a la agricultura y a las poblaciones de otras especies cinegéticas. Sin embargo, los estudios publicados al respecto muestran la falta de relación entre las poblaciones de grajilla y las de otras especies cinegéticas. Por otro lado, la intensificación de la agricultura con el uso de plaguicidas afecta muy negativamente a las posibilidades de la grajilla de encontrar alimento. Otras causas de su declive son las muertes en tendidos eléctricos, aerogeneradores o por atropello. Finalmente, el cambio climático tiene un efecto muy negativo en la disponibilidad de alimento afectando sobre todo a la mortalidad de pollos.
Se propone revisar el nivel de protección legal y tomar medidas ligadas a los usos agrícolas para asegurar la disponibilidad de alimento. Por ejemplo, fomentar el uso de barbechos, eriales y linderos tendría efectos muy positivos sobre el ecosistema del que forma parte la grajilla. También sería deseable eliminarla de los listados de especies cinegéticas, proteger las colonias de cría y zonas de concentración invernal y establecer censos poblacionales para conocer mejor su dinámica poblacional y las causas de su declive.