Garcilla bueyera
Bubulcus ibis
Hasta la segunda mitad del siglo XIX, la garcilla bueyera, garza acomodaticia y adaptable, habitaba originariamente en numerosas áreas tropicales y subtropicales de África, pero, a comienzos del pasado siglo, la especie se embarcó en un sorprendente proceso colonizador que todavía persiste y que la ha llevado a convertirse en un ave prácticamente cosmopolita, por lo que actualmente se extiende desde el sur de Europa hasta Oceanía y desde África hasta Norteamérica.
CAT / Esplugabous
GAL / Garza boieira
EUS / Koartzatxo itzaina
ENG / Cattle Egret
Especie abundante y de amplia distribución territorial que, una vez evaluada, se considera fuera de las categorías con mayor grado de amenaza.
Escucha su canto:
Garcilla bueyera
Bubulcus ibis
Información
Pelecaniformes
Ardeidae
45-52 cm
82-95 cm
Identificación
Esta garza de pequeño o mediano tamaño y formas bastante compactas se caracteriza por tener el cuello, las patas y el pico relativamente cortos y por el color mayoritariamente blanco de su plumaje, en el que apenas se aprecian diferencias sexuales.
En el individuo adulto durante la época nupcial predomina el color blanco, pero adornado con tonos entre ocráceos y anaranjados en el píleo, la nuca, el pecho y la espalda. Además, luce un intenso color rojizo en el pico, el ojo y las patas (dibujo 1).
El ave no reproductora es mucho más pálida, con un ligero tinte ocráceo en el píleo, el pico amarillo y las patas de un color muy variable.
El joven es similar al adulto no reproductor, pero completamente blanco.
Esta ave resulta muy blanca y rechoncha en vuelo, con las formas más compactas que otras garzas (dibujo 2).
Canto
Emite diversos graznidos en las colonias y en vuelo, semejantes a un ag-ag-ag.
Dónde vive
En el mundo
La especie presenta un amplio rango de distribución mundial, ya que se extiende por el suroeste de Europa, África, la India, el continente americano, Australia, Nueva Zelanda y el archipiélago de Hawai. Se han descrito diversas subespecies.
En España
El territorio ocupado por la garcilla bueyera en nuestro país se distribuye en dos áreas: una occidental, más abundante, con colonias en las cuencas hidrográficas del oeste peninsular (Andalucía occidental, Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Madrid), y otra oriental, con colonias en Levante, Aragón, Navarra y País Vasco, más los núcleos existentes en las Baleares. Recientemente ha criado también en Lanzarote.
La subespecie que habita en nuestro país es ibis, de distribución africana, europea y americana.
Para más información sobre su distribución territorial y otros datos de interés, consulta la ficha de la garcilla bueyera en el III Atlas de las aves en época de reproducción en España.
Más información
Consulta el siguiente enlace para ampliar la información sobre esta especie.
Desplazamientos
Es una especie fundamentalmente residente en la Península, aunque da muestras de una enorme movilidad al emprender notorios desplazamientos de carácter divagante en torno a las colonias de cría (especialmente fuera de la estación reproductora) e incluso dispersiones de medio alcance.
Se ha detectado la invernada de individuos ibéricos en otros países y cierto paso de aves por el estrecho de Gibraltar, donde se concentran a partir de julio, con un máximo en el mes de agosto. En las islas Canarias es frecuente en época de paso y durante la invernada.
La garcilla bueyera es un ave en expansión que, dotada de una asombrosa capacidad de colonización, ha ocupado nuevos territorios en tiempos
recientes. Así, la especie entró desde el norte de África a la Península, donde se instaló en los grandes humedales del sur para luego continuar su avance hacia otros lugares propicios en un proceso que, por el momento, continúa. Durante el siglo XX se expandió desde África a Sudamérica y, desde allí, a América Central y del Norte; también ha llegado hasta Australia y Nueva Zelanda, posiblemente ayudada por introducciones de la especie, e incluso al archipiélago de Hawái, donde ha sido introducida con absoluta certeza.
Población
En la Lista Roja Europea de Aves 2021 la población reproductora europea se estima entre 147000 y 184000 ejemplares maduros, con tendencia creciente.
A pesar de su expansión geográfica, la especie parece mostrar un continuado declive demográfico. A nivel nacional, en Andalucía la población reproductora se ha reducido en casi un 30%, en la Comunidad Valenciana un 70% y un 50% en Murcia. La población extremeña parece también en declive, aunque en menor grado que el detectado en 2011, y en Madrid prácticamente ha desaparecido como reproductora. En Cataluña la población invernal ha disminuido un 50% desde 2011, lo que permite suponer que la reproductora también lo ha hecho. Tan solo la población de la cordillera cantábrica y la de Canarias muestra un crecimiento continuado en la última década. Castilla y León mantiene su censos estabilizado.
Cabe hacer mención a la situación de Lanzarote, en las islas Canarias, donde la población de ha crecido de manera exponencial, comportándose como una especie invasora por su carácter trófico generalista, generando problemas por predación sobre la fauna autóctona de aves y reptiles y competencia por el alimento con la avifauna local.
Cómo vive
Hábitat
Los hábitos de esta ardeida resultan mucho menos acuáticos que los de otras especies del grupo, ya que suele frecuentar pastizales con abundante ganado, dehesas, campos de labor y cultivos cuando busca alimento, aunque tampoco falta en zonas encharcables y lagunas de poca profundidad.
Alimentación
Especie bastante oportunista y ecléctica, la garcilla bueyera manifiesta unos hábitos alimentarios bastante poco exigentes y adaptados en todo momento a las disponibilidades locales o temporales del medio. No obstante, entre sus presas predominan los saltamontes, langostas y chicharras durante la época de reproducción. A estas se unen escarabajos, moscas, libélulas y otros invertebrados, así como lagartijas, pequeñas culebras, anfibios y micromamíferos.
Es frecuente que las garcillas visiten los vertederos atraídas por los insectos allí existentes. También resulta habitual que se sitúen tras las rejas de los tractores cuando aran, en espera de que queden al descubierto multitud de pequeños animalillos, y que utilicen a vacas y ovejas como atalaya desde las que lanzarse por los insectos o pequeños vertebrados que estas levantan a su paso.
Reproducción
Es una especie colonial durante la época de reproducción, que frecuentemente se mezcla con otras garzas y zancudas en ruidosas colonias de cría que pueden llegar a albergar varios miles de parejas.
Los nidos se ubican en árboles (a veces, considerablemente alejados de masas de agua) o entre la vegetación palustre. Su construcción la llevan a cabo las hembras con material mayoritariamente aportado por el macho y consiste en una pila de raíces, tallos y ramas de solidez variable, aunque muy desordenada, de unos 20-45 centímetros de diámetro y 12-25 centímetros de altura, tapizada en ocasiones con algo de hierba.
La puesta suele tener lugar entre mediados de mayo y finales de junio y consta de cuatro o cinco huevos (varía entre tres y nueve) blancos, con un tinte verdoso o azulado, y punteados en uno de los extremos. Su incubación, a cargo de ambos sexos, se prolonga durante 22-26 días.
Los pollos son atendidos por los dos adultos y, transcurridos unos 20 días, ya deambulan por las ramas aledañas al nido . Cuando cuentan aproximadamente con un mes de vida completan su desarrollo.
Meses en los que se puede ver la especie en España
Amenazas y conservación
Especie abundante y de amplia distribución territorial que, una vez evaluada, se considera fuera de las categorías con mayor grado de amenaza.
La garcilla bueyera está incluida como especie Invernante/Migratoria y Reproductora en la Lista Roja de las Aves de España, con la categoría de LC – Preocupación Menor.
También figura en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial. Sin embargo, no está incluida en el Catálogo Español de Especies Amenazadas.
Las amenazas más importantes que sufre la especie son la merma en la calidad de los humedales, la destrucción de colonias por causas humanas y el cierre o los cambios en la gestión de los vertederos de residuos sólidos urbanos, de los que dependen algunas poblaciones. En este sentido, parece que el territorio es capaz de mantener cada vez menos individuos reproductores produciendo su dispersión e incrementando el área de distribución.