Charrán patinegro

Thalasseus sandvicensis

El patinegro es uno de los charranes más abundantes y fácilmente identificables de los que pueden observarse en nuestras costas. Su forma de pescar es una de las más espectaculares de entre todas las especies de su familia, debido a la altura desde la que se zambulle (entre 10 y 15 metros) en una maniobra similar, salvando la diferencia de tamaño, a la del alcatraz atlántico.

CAT / Xatrac becllarg

GAL / Carrán cristado

EUS / Txenada hankabeltza

ENG / Sandwich Tern

VU - Vulnerable
VU - Vulnerable

La especie se está enfrentando a un riesgo alto de extinción en estado silvestre.

Presencia
PresenciaDe pasoHabitualInvernanteResidente

Escucha su canto:

Información

Charadriiformes

Laridae

36-46 cm

86-105 cm

Identificación

El charrán patinegro, comparado con sus congéneres, es de tamaño entre mediano y grande, casi como una gaviota reidora, aunque mucho más esbelto, y solo menor que la pagaza piquirroja y el charrán real.

Presenta las partes inferiores blancas y las superiores de color gris pálido uniforme (dibujo 1), excepto el obispillo y la cola, visiblemente blancos en los adultos y fuertemente escamados de gris oscuro en los pollos del año. Posee un pico largo de color negro con la punta amarilla, que resulta menos notable en los jóvenes. La forma de la cabeza es más plana y alargada que en los charranes más pequeños y en ella resalta el capirote negro con una cresta hirsuta y conspicua en las aves adultas reproductoras, mientras que en plumaje invernal y en aves jóvenes la frente y la parte superior de la cabeza, hasta la altura del ojo, son de color blanco. Las patas son negras en todas las edades.

En vuelo, las alas se ven largas y puntiagudas y la cola no muy larga y ahorquillada (dibujo 2). Su vuelo es potente, con batidos de ala profundos y regulares cuando se desplaza, y algo más errático mientras se alimenta, momento en el que realiza frecuentes giros y picados repentinos.

Canto

Se trata de una especie muy ruidosa tanto en las colonias de cría como cuando pesca. En vuelo emite un kerrick muy típico, chirriante y audible a distancia.

Dónde vive

En el mundo

El charrán patinegro se distribuye ampliamente por todo el océano Atlántico en tres zonas bien definidas: Europa, con los mares Mediterráneo, Negro y Caspio; sureste de Norteamérica, Yucatán y Caribe; y Sudamérica.

Se reconocen tres subespecies, de las que sandvicensis es la que se encuentra en Europa.

En España

Durante el periodo reproductor solamente se lo puede hallar con regularidad en el delta del Ebro y en la albufera de Valencia.

La población española supone apenas un 4% del total europeo, y su instalación como reproductora en nuestro territorio es relativamente reciente (desde 1971 en el delta del Ebro), algo posterior a su ocupación de La Camarga (Francia). Sin embargo, esta expansión no podrá seguir progresando debido a la escasez de zonas adecuadas para la cría.

Durante las migraciones puede observarse en todas las costas españolas, mientras que en invierno es escaso y se localiza principalmente en las Rías Bajas, costa de Huelva y delta del Ebro y, en general, en playas arenosas cercanas a humedales.

Para más información sobre su distribución territorial y otros datos de interés, consulta la ficha del charrán patinegro en el III Atlas de las aves en época de reproducción en España.

Más información

Consulta el siguiente enlace para ampliar la información sobre esta especie.

VER LA MONOGRAFÍA

Charran patinegro Mapa

Invernada fuerte

Invernada floja

Estival

Residente

Desplazamientos

Todas las poblaciones son migradoras. Las aves europeas, incluyendo las del Mediterráneo occidental, invernan en las costas atlánticas del oeste de África, aunque algunos individuos llegan hasta Sudáfrica e incluso cruzan hasta el Índico, mientras que otros penetran en el Mediterráneo. Por su parte, las aves del mar Negro invernan en las costas del centro y occidente del Mediterráneo.

Después de la cría, la especie efectúa una dispersión hacia zonas de alimentación favorables antes de iniciar la migración propiamente dicha, en septiembre y octubre. El regreso a las colonias de cría se produce entre febrero y mayo. Durante la migración, los charranes se desplazan cerca de la costa.

Población

Según la Lista Roja Europea de Aves 2021, la población en 2021 se estimó entre unos 160.000 y 320.000 individuos maduros, con una tendencia creciente de la población.

En Europa nidifica en la costa atlántica y báltica así como en localizaciones al norte del mar Mediterráneo, Caspio y Negro, una de las principales colonias de cría Europa. En general, la especie ha sufrido un importante declive cercano al 50%, sin embargo, la población mediterránea se encuentra en expansión, ya que ha pasado de ser un nidificante ocasional a formar colonias estables.

La población de España está en torno a unas 3544 parejas reproductoras entre el 2000 y el 2020, aunque el tamaño poblacional se caracteriza por importantes fluctuaciones interanuales.

Según los datos los datos del III Atlas de las aves en época de reproducción en España, la comparación de los resultados obtenidos respecto del II Atlas   reproductora en España 2014-2018, el área de ocupación de la especie se ha incrementado de forma acusada, en más del 500%, citándose hoy en día en numerosos humedales litorales.

En España cría en la costa mediterránea peninsular localizada entre Tarragona y Almería.

Sus principales localidades de cría han sido el delta del Ebro, Tarragona y la Albufera de Valencia. En la primera localización posee un promedio de 1.940 parejas, con una tendencia creciente, mientras que, en la albufera de Valencia, su población alcanza las 1.400 parejas y presenta una tasa de decrecimiento del 13,5% en la última década.

Desde el año 2006 existe una tercera localización de cría, en los saladares costeros de Santa Pola y La Mata (Alicante, y en las salinas de San Pedro del Pinatar (Murcia), con un promedio de 226 parejas, y con una tasa creciente de la población (Libro Rojo de las Aves de España 2021).

Cómo vive

Hábitat

El charrán patinegro, estrictamente costero durante todo el año, habita, principalmente, aguas templadas.

Para reproducirse elige hábitats muy similares en toda Europa, generalmente zonas con acceso inmediato a aguas limpias, ya sean lagunas costeras salobres, mares interiores, salinas, etc. Las colonias de cría se sitúan en playas, dunas, islotes o marismas con nula o escasa vegetación, pero cerca de ella, en suelo arenoso o limoso y en las zonas más altas disponibles. Allí forma colonias densas, a menudo en compañía de otros charranes, gaviotas o limícolas, como el charrán común, la gaviota reidora, la gaviota picofina o la avoceta.

Alimentación

Se alimenta casi exclusivamente de peces de 9-15 centímetros. Ingiere de manera ocasional pequeñas gambas e, incluso, gusanos marinos, como poliquetos, y pollos de aves limícolas. Su principal método de captura consiste en localizar la presa cerniéndose sobre el agua a bastante altura, hasta unos 10 metros (más que el charrán común), y lanzarse en picado para zambullirse en su busca.

Reproducción

El periodo de cría de este charrán en Europa se extiende desde finales de abril hasta principios de agosto. Las colonias son especialmente densas, con una media de entre cinco y siete nidos por metro cuadrado.

El nido consiste en una escarbadura en el suelo, que se reviste de algunas hierbas.

Las puestas constan de uno o dos huevos, raramente tres, que son incubados por ambos adultos durante unos 25 días. Los pollos, que abandonan el nido a los pocos días de vida, permanecen cerca de él salvo en caso de peligro. Tardan alrededor de un mes en volar y requieren el cuidado de los padres hasta el primer invierno. Alcanzan la madurez sexual a los cuatro años.

Meses en los que se puede ver la especie en España

Ene
Feb
Mar
Abr
May
Jun
Jul
Ago
Sep
Oct
Nov
Dic

Amenazas y conservación

VU - Vulnerable
VU - Vulnerable

La especie se está enfrentando a un riesgo alto de extinción en estado silvestre.

Se incluye en el Libro Rojo de las Aves de España 2021 en la categoría de VU – Vulnerable y aparece dentro del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, pero no en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.

En general es una especie muy sensible a las degradaciones del hábitat y las localizaciones de cría. Actividades de origen antrópico como el desarrollo urbanístico en las zonas costeras, áreas de elevada presión turística, pueden limitar las áreas de alimentación, cría o sesteo de esta especie. Otro problema evidente es la falta de localidades de cría alternativas, dada la tremenda ocupación del litoral.

Las prácticas agroganaderas, silvícolas y de acuicultura suponen la alteración antrópica de los humedales costeros ya que promueven la conversión directa en tierras para uso agrícola. medio natural.  La sobreexplotación comercial de recursos pesqueros marinos es un factor de amenaza significativo n las áreas de cría o de paso al disminuir los recursos tróficos aprovechables para esta especie.  La contaminación de las aguas residuales y de escorrentía de áreas urbanas así como la presencia de productos contaminantes, químicos tóxicos, nutrientes, así como residuos depositados en áreas litorales, especialmente plásticos, resulta una importante amenaza para esta especie.

La presencia de predadores en las colonias, especialmente de especies nativas problemáticas, como el jabalí, el tejón y el zorro generan problemas de conservación y afectan a núcleos reproductores. Igualmente, la población reproductora de gaviota patiamarilla ha provocado el desplazamiento e incluso la disminución de los núcleos reproductores del charrán patinegro.

El cambio climático expone la vulnerabilidad de los ecosistemas costeros. El impacto relacionado con el aumento del nivel del mar, la mayor frecuencia de fenómenos meteorológicos localizados y extremos, provocan una importante erosión costera y por tanto puede suponer la eventual pérdida o disminución de los hábitats de cría. Igualmente, el escenario de cambio climático sumado al hacinamiento de gran cantidad de aves en lugares restringidos debido a la transformación del medio litoral puede propiciar enfermedades emergentes que ponen en especial riesgo a las aves acuáticas coloniales y gregarias.

Las actuaciones de conservación propuestas apuestan por la recuperación de los caudales hídricos para mantener las principales localidades de cría, así como garantizar la fuente de nutrientes y sedimentos de origen fluvial para revertir procesos erosivos. Igualmente se debe llevar a cabo la adecuación y optimización de áreas en los humedales costeros para que puedan instalarse colonias de cría.

Igualmente es imprescindible llevar a cabo una gestión racional de los recursos pesqueros y mejorar la regulación de las actividades turísticas en las principales zonas de reproducción, así como la regeneración de zonas que, en un futuro próximo, puedan ofrecer las condiciones necesarias para su expansión. También se debe continuar el seguimiento del impacto de los depredadores en las áreas sensibles de reproducción y mantener la evaluación ambiental de la actividad salinera en las áreas de cría. Por último, se debería evaluar la incidencia de la contaminación marina en la población de esta especie.

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Vídeos

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