Hoy reflexionamos, en el 25 Congreso Español de Ornitología,  la actual situación de la conservación marina tomando como referencia la catástrofe del Prestige, de la que se cumplen, el próximo 13 de noviembre, veinte años. 

Durante la crisis del Prestige movilizamos a miles de voluntarios, pusimos en marcha hospitales de fauna para aves petroleadas y llevamos a cabo la coordinación con organismos internacionales para realizar la valoración técnica y científica de los efectos del vertido. 

Hoy, es necesario acelerar el cambio del modelo de negocio para abandonar, cuanto antes, los combustibles fósiles y las actividades extractivas asociadas.  

 

Esta semana las baleares se han convertido en el epicentro de la conservación de las aves, concretamente Menorca acoge nuestra vigesimoquinta edición del Congreso Español de Ornitología. Entre los temas del encuentro, hoy tiene lugar la mesa La conservación de nuestros mares 20 años después del Prestige ¿Qué ha cambiado? 

El Prestige ha pasado a la historia como una de las páginas negras del medio ambiente en España, pero también como una de las más brillantes lecciones de civismo y solidaridad ciudadana. Ante la tardanza en actuar de la administración, hubo una inmediata respuesta social. Esa ola blanca de voluntarios alivió el efecto del vertido y demostró que la sociedad estuvo muy por encima de los gestores públicos que gestionaron la emergencia.  

Durante el dispositivo desplegado con ayuda de SEO/BirdLife durante el accidente del Prestige se recogieron más de 20.000 aves afectadas, de las cuales cerca de la mitad eran álcidos (alcas, araos y frailecillos).  Publicamos el informe  ”Impacto de la marea negra del “Prestige” sobre las aves marinas” un año después de la catástrofe, donde se dan los resultados del impacto sobre las aves marinas en los primeros meses de la tragedia. El informe señala que se registraron 23.181 aves petroleadas en España, Portugal y Francia, ascendiendo la estima a 230.000 ejemplares afectados por el fuel. 

Aves afectadas por el vertido del Prestige ©SEO-BirdLife

Paralizamos nuestra actividad habitual para centrar todos sus esfuerzos, recursos humanos y económicos en dar respuesta a la catástrofe. Los contactos inmediatos se establecieron con el Grupo Ibérico de Aves Marinas (GIAM) así como con BirdLife International y algunas organizaciones conservacionistas de ámbito nacional.   

Hoy, consideramos urgente acelerar el cambio del modelo de negocio para abandonar, cuanto antes, los combustibles fósiles y las actividades extractivas asociadas.  

 En estos 20 años ha habido cambios importantes en la protección del medio marino, muchos para bien, pero aún hay mucho por hacer. Podemos decir que el riesgo de vertidos como el del Prestige ha disminuido. También se ha avanzado mucho en el conocimiento de los patrones de distribución de las aves marinas en España, y hemos logrado alcanzar una red de espacios marinos protegidos (para las aves primero las IBA gracias al trabajo pionero de SEO-, luego las ZEPA) que vela por el buen estado de las poblaciones de aves marinas, pero aún no contamos con planes de gestión, la asignatura pendiente.  

Voluntaria limpieza vertido del Prestige ©SEO-BirdLife

José Manuel Arcos, responsable del programa marino de SEO/BirdLife añade que: “También tenemos una Ley de Protección del Medio Marino, acorde con la directiva de estrategias Marinas, que dedica particular esfuerzo a la conservación de nuestros mares. Por otro lado, hay amenazas que perduran, como las capturas accidentales en pesca y otras que van a más, como la contaminación por plásticos o la lumínica, y el cambio climático”.  

“La legislación se ha vuelto más estricta desde entonces, y los protocolos de respuesta han mejorado, pero seguimos expuestos a accidentes de estas características, por lo que no debemos bajar la guardia”, añade Arcos. 

SEO/BirdLife ha contribuido en la elaboración de los protocolos de respuesta en España, Francia y Portugal, elaborando mapas de sensibilidad de aves marinas ante la contaminación por hidrocarburos, que tendrán en cuenta las zonas de mayor riesgo para las aves a la hora de gestionar posibles accidentes en el futuro (Proyecto Marine Bird Oil Map, 2017-2019). 

Justicia tardía y decepcionante 

Se tuvo que esperar nada menos que 11 años después para que hubiera una sentencia, que absolvió a todos los acusados, ya que consideró acertada la decisión de alejar el petrolero de la costa y condenó a la aseguradora a pagar 22 millones de euros por responsabilidad civil.   

“Esperamos más de una década para llegar a este frustrante y decepcionante fallo judicial. Los daños económicos del Prestige fueron de miles de millones de euros y los ambientales ni siquiera han acabado todavía de pasar factura” apunta Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife. 

“Esta sentencia debe hacer reflexionar sobre una triple debilidad: la de nuestros tribunales para proteger el medio ambiente; la de los gobiernos a la hora de legislar para que se pueda hacer una defensa sin fisuras ante una emergencia de este tipo, y la tercera y más importante, la debilidad social que se deriva de las anteriores y que nos impide gozar del derecho al medio ambiente digno reconocido en el artículo 45 de la Constitución”, añade Ruiz.  

Sigue habiendo muchos vertidos de petróleo al mar todos los años y que es un grave problema para la biodiversidad marina, pero también para la pesca y para la salud humana. El último, el accidente de Repsol en Perú puso de manifiesto la responsabilidad de las empresas españolas en el extranjero.  

Ejemplo de colaboración ciudadana 

La coordinación de miles de voluntarios fue gestionada desde SEO/BirdLife, que creó un equipo de coordinación; una oficina de emergencia; un operativo de recogida de aves en las playas; elaboró y distribuyó protocolos de manejo de aves y análisis post-morte y creó un centro de rescate en Cantabria. La oficina y los centros de tratamiento de aves estuvieron activos durante nueve meses con el esfuerzo de SEO/BirdLife.  

INFORME 10 AÑOS: IMPACTO DE LA MAREA NEGRA DEL PRESTIGE SOBRE LAS AVES MARINAS 

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