En estas fechas es probable que encontremos aves jóvenes “caídas” al suelo y en “apuros”, ¿qué podemos hacer? La iniciativa  «No lo cojas»  de SEO/BirdLife tiene como objetivo sensibilizar y dar a conocer la situación que se da en las zonas urbanas de pueblos y ciudades.

El impulso que sentimos por intentar ayudar y salvar a tan indefensas criaturas suele ser en realidad una condena para estas aves, ya que en realidad están haciendo justamente lo que su naturaleza dicta: abandonar el nido cuanto antes. Muchas de ellas son aves que pueblan nuestros pueblos y ciudades como gorriones,  golondrinas, aviones,  mirlos o los vencejos.

 

Crías muy vulnerables


Las crías de la mayoría de aves se desarrollan a una velocidad vertiginosa.  Por ejemplo, un gorrión puede abandonar el nido antes de cumplir las dos semanas de edad. Ello se debe, entre otras cuestiones, a que en el nido las aves son extremadamente vulnerables a la depredación, y por ello intentan abandonar el mismo lo antes posible, aún cuando todavía falten unos pocos días para que sean capaces de volar con cierta solvencia. Esto en realidad no es ningún problema, sus padres se siguen encargando de alimentarlos durante este periodo, localizándolos con facilidad por sus llamadas.

Es realmente difícil que una cría sea realmente abandonada por sus padres, ya que el instinto de sacar adelante a sus crías prevalece por encima de casi todo. Así que no, lo más probable es que esa cría que revolotea con cierta torpeza por el suelo no sea huérfana, simplemente está dando sus primeros pasos fuera del nido, bajo el atento cuidado de sus padres.

Cuando un pollito está completamente recubierto de plumas, es probable que su situación fuera del nido sea completamente normal, voluntaria, y no requiera ningún tipo de intervención por nuestra parte.

¿Y si realmente está en peligro?

Únicamente cuando estamos cien por cien seguros de que un ave no es capaz de valerse por sí misma o con la ayuda de sus padres procederemos a ofrecerla esa pequeña posibilidad de salvarse recogiéndola y llevándola a un centro de recuperación de fauna en el que tengan los medios y conocimientos para criar con ciertas garantías al pollito. Criar con éxito por nosotros mismos a un pollito de un ave silvestre es muy difícil,  a lo que hay que sumar que normalmente estas aves se acostumbran tanto al ser humano que su recuperación para una vida salvaje suele ser muy improbable.

 

En ningún caso debemos…

  • Alimentar a la cría con leche, galletas, o miga de pan. Da igual la especie: necesitan proteínas para desarrollarse adecuadamente. La leche puede matarla directamente
  • Mojar los orificios sobre el pico por los que el ave respira al intentar dar de beber a la cría. Lo más probable es que la condenes a una muerte lenta y dolorosa
  • Manipular al ave con las manos en contacto con el plumaje más de lo imprescindible estropeará sus plumas e incapacitará al joven ave para la vida en libertad
  • El mejor lugar para mantener un ave mientras se traslada a un Centro de Fauna, es en el interior de una caja oscura, con algún orificio de ventilación, y con el fondo cubierto de papel absorbente.

 

Más información, incluido el listado de centros de recuperación de fauna, aquí:

Escuela AvesdeBarrio: Pollito ¿huérfano?

 

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