Ya lo dice el refranero: ‘Por San Blas, las cigüeñas verás…’. El tres de febrero, festividad de este santo,  marca de manera oficiosa la llegada de la cigüeña blanca a España para criar y pasar junto a nosotros la primavera y parte del verano. A partir de este momento, y según la legislación vigente, los nidos de esta especie protegida deben permanecer intactos para asegurar que las aves puedan reproducirse en condiciones óptimas.

Sin embargo, en los últimos años, SEO/BirdLife ha identificado y llegado a denunciar múltiples casos de destrucción o retirada indebida de nidos, incluso con huevos o pollos en su interior. Estos hechos, que pueden vulnerar la normativa ambiental y poner en riesgo a las aves, suelen ocurrir en construcciones antiguas. Además, se trata de medidas que no siempre suponen una solución: no hay garantía de que las cigüeñas se abstengan de anidar de nuevo en la edificación.

Quizá el refrán deba concluir con una segunda rima: ‘y los nidos conservarás’, ya que existen múltiples alternativas para armonizar la convivencia con una especie que acompaña al ser humano desde hace siglos.

La abundancia de comida ha provocado que un número creciente de ejemplares de cigüeña blanca opte por permanecer en nuestro país durante los meses más fríos. Así lo evidencia el seguimiento de 50 cigüeñas que realiza el programa MIGRA de SEO/BirdLife, en colaboración con la Fundación Iberdrola España.

Aunque el popular refrán de San Blas pierda parte de su vigencia, el santo sí marca un momento en el calendario que será inamovible: en torno a estas fechas arranca la época reproductora de la cigüeña, que se inicia con el cortejo de las parejas y la construcción del nido, y que acabará a mediados del verano, cuando la última cría haya abandonado su lugar de nacimiento.

“La época reproductora es un periodo fundamental para la conservación de especies protegidas, como la cigüeña, y así queda reflejado en la normativa”, explica el técnico de SEO/BirdLife Nicolás López. Tanto la Directiva de Aves como la Ley 42/2007, que contempla esta norma europea, establecen la protección de la cigüeña blanca, sus polluelos y sus nidos.

“La retirada de nidos solo se puede autorizar de forma justificada, después de haber cumplido una serie de criterios estrictos y únicamente si no existe una alternativa satisfactoria. En todo caso, las autorizaciones, que conceden los órganos competentes de las comunidades autónomos o sus delegaciones territoriales, deben respetar el periodo de cría de las cigüeñas”, abunda López.

 

Retiradas en periodo de cría

“Lamentablemente, hemos detectado múltiples retiradas de nidos que no se ajustan a lo establecido por estas normas, como la actuación que recientemente se ha registrado en la localidad segoviana de El Espinar y en la que SEO/BirdLife ha actuado, junto al Colectivo Azálvaro, para impedir que se destruya completamente la colonia y proporcionando alternativas viables”, explica el técnico de SEO/BirdLife, ya que el Servicio Territorial de Medio Ambiente de Segovia ha autorizado la retirada de los 48 nidos de la colonia y a realizar trabajos en la cubierta de la Iglesia de San Eutropio hasta el 15 de febrero, incluyendo la colocación de dispositivos eléctricos de descargas y de ultrasonidos, para ahuyentar a las cigüeñas.

Cigüeña en la iglesia de la iglesia de San Eutropio, en El Espinar (Segovia) / © Niko López

Cigüeña en la iglesia San Eutropio, en El Espinar (Segovia) / © Niko López

Con respecto a este caso, uno de los más preocupantes de los últimos años, hay que recordar que esta colonia está además ubicada en plena Reserva de la Biosfera La Granja-Espinar, y que este asentamiento ya era famoso en la década de los 50, cuando el conocido ornitólogo Francisco Bernis- uno de los fundadores SEO/BirdLife- lo estudió.

“El problema es que las cigueñas ya han empezado su ciclo reproductor y no se han tomado las medidas preventivas sugeridas desde las organizaciones conservacionistas para evitar daños a la colonia”, indica López. Entre otras opciones, las entidades ambientales han propuesto la instalación de postes con nidales artificiales y la colocación de cestas metálicas ancladas a la cubierta, y aunque tanto como el Seervicio Territorial de Cultura de Segovia como la Dirección General de Medio Natural de la Junta de Castilla y León han mostrado su interés y buena predisposición, las actuaciones encaminadas a la creación de la nueva colonia mediante postes y cestas artificiales parece que podrían llegar tarde.

“El estado de la cubierta del edificio hacía necesaria su rehabilitación pero también resulta necesario, y así lo marca la legislación ambiental, que estos trabajos de actualización se realicen en un momento que no interfiera con la reproducción de las aves y asegurando la continuidad de la colonia de El Espinar”, apunta López. Tampoco se ha contemplado acción alguna para la conservación de la numerosa colonia de vencejo común, especie protegida que habita también en la iglesia, a pesar de que los responsables han sido informados en distintas ocasiones.

“Tanto la iglesia como la colonia de cigüeñas son patrimonio de la localidad y de sus ciudadanos. La ley otorga protección a ambos, al histórico-cultural y al natural. No existe prevalencia legislativa de ninguno de ellos y, sin embargo, estas actuaciones parecen proteger únicamente a uno. Debemos aprender a que la conservación de ambos patrimonios debe ir unida, y  que se puede y se debe compatibilizar”, indica López.

Trabajos en la iglesia de San Eutropio en El Espinar (Segovia) / © Niko López

Trabajos en la iglesia de San Eutropio en El Espinar (Segovia) / © Niko López

El caso de El Espinar no es aislado. La continuidad de otra emblemática colonia castellanoleonesa, la ubicada en Mojados (Valladolid), se está viendo comprometida. En su día llegó a albergar hasta 43 nidos.

Ejemplos de buena conservación

Aunque las retiradas inadecuadas persisten, SEO/BirdLife valora los casos de entidades municipales y autonómicas que implementan procesos para preservar la nidificación de las cigüeñas. Uno de los casos más conocidos es el de Alcalá de Henares, ciudad patrimonio de la Humanidad y quizá la localidad con mayor número de cigüeñas de toda la Comunidad de Madrid. El municipio cuenta incluso con una ordenanza que regula la protección y gestión de los nidos, cuyo peso se aligera cuando es preciso y siempre fuera del periodo reproductor.

Otro interesante ejemplo es el que lleva a cabo la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León en la localidad palentina de Castromocho, donde se aplican métodos para trasladar paulatinamente una numerosa colonia de cigüeña blanca sin afectar la integridad de las nidificaciones ni el ciclo natural de procreación. A su vez, se está aligerando de nidos los edificios donde se asientan las aves.

“La descarga de material de los nidos, que pueden llegar a pesar cientos de kilos, y un traslado controlado de los nidos de una colonia que, por ejemplo, esté asentada en un edificio son medidas que pueden evitar daños en las cubiertas”, expone el técnico de SEO/BirdLife. “Otra efectiva solución consiste en colocar cestas metálicas en los puntos del edificio donde su estructura no se vea comprometida. La creación de colonias artificiales mediante postes está dando también resultados muy positivos para el traslado de colonias”, añade.

Tras la última modificación del Código Penal, “realizar actividades que impidan o dificulten la reproducción de una especie protegida”, como es el caso de la cigüeña blanca, puede ser considerado delito.

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