El vuelvepiedras común se extiende, durante la época de reproducción, por áreas costeras en torno al Ártico de todo el hemisferio norte, alcanzando por el sur los países escandinavos. Se han descrito dos subespecies, de las cuales interpres se distribuye por Eurasia, Groenlandia y los extremos norte de Canadá y Alaska.

Se trata de una especie que aparece de forma escasa durante la invernada, momento en el que se instala principalmente en el arco atlántico andaluz (bahía de Cádiz, particularmente), el litoral gallego y asturiano y el mar Menor, además de en las islas Canarias y Baleares.

Resulta relativamente común en algunos puntos durante los pasos migratorios.

Durante la migración primaveral, comprendida entre los meses de en abril y mayo, las zonas de paso se solapan con las de la invernada: zonas costeras atlántica, cantábrica y, en menor medida, mediterránea.

Para más información sobre su distribución territorial y otros datos de interés, consulta la ficha de la vuelvepiedras común en el III Atlas de las aves en época de reproducción en España.

El vuelvepiedras es un migrador de larga distancia que llega a España procedente del norte de Europa. El paso prenupcial tiene lugar en mayo por las costas del Atlántico y el Cantábrico, y el posnupcial en agosto o septiembre. Ambos resultan muy poco evidentes en el litoral mediterráneo.

En la Lista Roja Europea de Aves 2021 la población reproductora europea se estima entre 69.300 y 138.000 ejemplares maduros, con tendencia poblacional decreciente.

La población invernante española se ha estimado en unos 1.800 individuos, que se reparten por Galicia, Canarias, Asturias y Andalucía. En este dato no se contabilizan los ejemplares presentes en medios rocosos y arenosos no estuarinos, por la dificultad que ofrece su conteo. Se desconoce la tendencia poblacional de la especie en los últimos años.

El vuelvepiedras común  se reproduce siempre en las inmediaciones de las costas continentales e insulares, en lugares dominados por frías tundras, donde soporta adversas condiciones meteorológicas.

Fuera de la época reproductora es casi completamente costero, aunque prefiere orillas pedregosas, rocosas o cubiertas de algas, además de estructuras
artificiales, como rompeolas, puertos, embarcaderos y corrales para moluscos.

Se alimenta principalmente de insectos, si bien cuando estos escasean puede ingerir materia vegetal y otros invertebrados, como arañas, crustáceos y moluscos. Su método de alimentación consiste en introducir el pico, en forma de cuña, bajo pequeñas piedras u objetos diversos (por ejemplo, peces muertos) para voltearlos y extraer los invertebrados que hubiera debajo (dibujo 3). Representa un hecho curioso el que, ocasionalmente, pueden reunirse varios individuos para voltear objetos grandes.

El ciclo reproductor del vuelvepiedras tiene una duración de unos 45 días, de los que 22-24 se invierten en la incubación y el resto en el desarrollo de los pollos, que, como los de todas las limícolas, son muy precoces. La reproducción suele iniciarse en mayo y terminar en agosto.

El nido se sitúa directamente sobre el suelo, en pequeñas crestas o fisuras del terreno, y con frecuencia aparece rodeado de plantas. Consiste en una pequeña depresión delimitada por hojas, de unos 11 centímetros de diámetro y 3 centímetros de profundidad. Suele darse un número bastante definido de huevos por puesta, normalmente cuatro, de color verdoso y muy moteados.

El vuelvepiedras común está incluido como especie Invernante/Migratoria en la Lista Roja de las Aves de España, con la categoría de LC – Preocupación Menor.

También figura en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial. Sin embargo, no está incluida en el Catálogo Español de Especies Amenazadas.

Esta especie se ve afectada, principalmente, por la caza ilegal y por diversas molestias humanas en sus áreas de cría, así como por perturbaciones en las costas durante el paso y la invernada, que pueden afectar a la disponibilidad de alimento.