Se estima que aproximadamente 200 millones de golondrinas comunes vuelan cada año de Eurasia hacia África.
En España, durante el periodo de migración otoñal puede observarse el paso de millones de ellas que han criado o nacido en los países de Europa occidental. Atraviesan la Península Ibérica para dirigirse a la parte más occidental al otro lado del Sáhara, aunque sabemos que muchos ejemplares llegan hasta el Congo, Botswana y Sudáfrica.
Los movimientos migratorios de las golondrinas comenzarán en el mes de julio, partiendo antes los ejemplares adultos que los jóvenes, observándose aves en migración hasta bien entrado septiembre. Los jóvenes, antes de migrar, vagabundean sobre un área en torno a 50 kilómetros de su lugar de nacimiento, agrupándose en dormideros que pueden alcanzar los 50.000 ejemplares.
3.500 kilómetros en 30 días
Es mucho lo que se desconoce sobre la migración de las golondrinas. Aunque han sido anilladas con frecuencia (más de 600.000 aves marcadas y más de 5.000 aves anilladas recuperadas), tan sólo hay constancia de unas pocas recuperaciones de aves recuperadas en sus cuarteles de invernada africanos. Por ello las zonas de invernada de las poblaciones españolas en el continente africano son aún una incógnita, al igual que los detalles de sus movimientos migratorios.
Sin embargo, el empleo de las últimas tecnologías está arrojando luz en estos aspectos. La recaptura de dos golondrinas comunes en la primavera de 2013, marcadas con pequeños geolocalizadores en 2012 por el grupo local SEO-Monticola de SEO/BirdLife en el marco del Programa MIGRA, ha permitido por primera vez en España conocer sus movimientos, rutas migratorias y zonas de invernada, datos necesarios para entender la biología de la especie y adoptar medidas eficaces de conservación. Se puede consultar al detalle el viaje de estas dos aves, así como de ejemplares marcados de otras especies, en la fascinante web www.migraciondeaves.org
Como están cambiando sus hábitos
Entre los diferentes programas de seguimiento que realiza SEO/BirdLife está el programa Aves y Clima que registra los primeros avistamientos de aves tras sus viajes migratorios. Gracias a este trabajo que se desarrolla desde la década de 1950 se ha comprobado que la llegada de las aves ha ido adelantándose en la primavera. Además, también se ha detectado un aumento en el número de golondrinas que no migran hacia África, pasando el invierno en España.
Las golondrinas que permanecen en invierno en España no son escasas, aunque parece un fenómeno relativamente reciente. En diciembre de 1997 se detectó en Sevilla un dormidero con unas 800-1.000 aves. Su principal zona de invernada peninsular se encuentra en Andalucía, fundamentalmente en Sevilla y Cádiz, pero se extiende por el litoral mediterráneo hasta el sur de Cataluña. También en Baleares se registran todos los años unos pocos ejemplares invernantes.