El documento, «El potencial desaprovechado de los eco-regímenes», en el que hemos participado, revela que estas medidas agroambientales, que se suponía serían un punto de inflexión para la sostenibilidad dentro de la última Política Agraria Común (PAC) están quedando muy por debajo de sus posibilidades para recuperar la biodiversidad asociada a los cultivos.

 

Un nuevo informe coordinado por BirdLife Europe y NABU (BirdLife Alemania), y en el que ha participado SEO/BirdLife, titulado «El potencial desaprovechado de los eco-regímenes», revela que estas medidas agroambientales, que se suponía serían un punto de inflexión para la sostenibilidad dentro de la última Política Agraria Común (PAC) de la Unión Europea (UE), están quedando muy por debajo de sus posibilidades.

Los eco-regímenes se introdujeron para incentivar a los agricultores a adoptar prácticas más sostenibles que beneficien al medio ambiente, como la mejora de la biodiversidad y la salud del suelo. Según la Comisión Europea, el 70% de las tierras agrícolas de la UE se han adscrito a alguno de los eco-regímenes propuestos. Sin embargo, este análisis, realizado en 12 países de la UE en 2023, muestra que, en lugar de priorizar medidas realmente eficaces para el medio ambiente, muchos Estados Miembros han optado por las opciones más fáciles: prácticas que requieren cambios mínimos en el terreno, pero que les permiten marcar la casilla de sostenibilidad. Mientras tanto, los eco-regímenes con mayor potencial para generar un impacto positivo están a menudo infrafinanciados o su diseño resulta poco atractivo para los agricultores.

 

Los eco-regímenes en España

En el caso de España, el informe destaca que los eco-regímenes han priorizado la protección del suelo y la reducción de la erosión, con una adopción superior a la prevista. Sin embargo, señala la baja implementación de prácticas enfocadas a la biodiversidad, pese a estar incluidas en tres eco-regímenes.

En los dos primeros, “Pastoreo extensivo, siega y biodiversidad”, dirigidos a la agricultura de captura de carbono y la agroecología tanto en pastos húmedos como mediterráneos, el 98,7% de los agricultores optó por el pastoreo extensivo, mientras que la siega sostenible y la creación de islas de biodiversidad apenas alcanzaron un 1,3%.

El tercero de estos eco-regímenes, “Espacios de biodiversidad”, ha sido bien acogido en tierras de cultivo, pero su implantación en cultivos leñosos ha sido mínima debido a fallos de diseño. Su esquema, adaptado desde los cultivos herbáceos, dificulta su aplicación en cultivos leñosos, donde los agricultores deben ajustarse a los espacios no productivos existentes y tienen la obligación de reclasificar oficialmente las superficies restauradas como «Elementos del paisaje», si no quieren arriesgarse a perder superficie subvencionada. Además, su financiación es reducida en comparación con otros eco-regímenes disponibles, como el destinado a las cubiertas herbáceas. Para corregir estas limitaciones, es fundamental flexibilizar el sistema y permitir la combinación de varios eco-regímenes en una misma superficie, incentivando así mayores compromisos ambientales.

 

Campos con varios tipos de cultivo. Autor: Pixabay

 

“Actualmente, el modelo español sólo permite un eco-régimen por superficie, lo que restringe la adopción de medidas complementarias que aborden distintos objetivos ambientales, reduciendo el impacto de esta herramienta. En contraste, algunos estados como Países Bajos han optado por un sistema más flexible, donde distintos eco-regímenes pueden aplicarse simultáneamente en la misma superficie. Cada acción suma puntos a la explotación, y el pago final varía en función de la puntuación total, incentivando prácticas más ambiciosas”, expone José Eugenio Gutiérrez, responsable del programa Agricultura SEO/BirdLife y director del LIFE Olivares Vivos +, a la vez que subraya la oportunidad de España de aprender de otros países. “El sistema de los Países Bajos ha requerido, para ponerlo en marcha, un mayor esfuerzo por parte de la Administración, pero demuestra que se pueden diseñar estrategias más justas con quienes más contribuyen a los objetivos ambientales de la PAC”, recalca.

El informe también aborda las simplificaciones de la PAC para 2024, que fueron impulsadas apresuradamente en respuesta a las protestas de los agricultores que se produjeron hace justo un año, complicando aún más la implementación de los eco-regímenes y debilitando su impacto.

 

Entre las principales conclusiones del análisis, destacan:

  • En promedio, los eco-regímenes alcanzaron los objetivos de superficie planificados, pero su adopción por parte de los agricultores varió significativamente entre los Estados Miembros, así como las medidas específicas. Se observó una alta participación en eco-regímenes de bajo valor añadido, como los programas de gestión de nutrientes, mientras que las medidas enfocadas a la mejora de la biodiversidad tuvieron una escasa acogida en muchos países.

 

  • Barreras administrativas, promoción insuficiente y pagos poco atractivos limitaron la participación de los agricultores en los esquemas dirigidos a la biodiversidad. Las explotaciones más pequeñas enfrentaron mayores desafíos administrativos, lo que redujo su participación.

 

  • Deficiencias en el diseño de algunos eco-regímenes incentivaron la continuidad de prácticas sin beneficios ambientales significativos. Sin embargo, enfoques innovadores como las franjas de amortiguamiento en Eslovaquia (parte de un eco-régimen a nivel de explotación) y las iniciativas de retención de agua en Polonia muestran potencial. En el caso de estas últimas, al igual que en muchos otros esquemas de biodiversidad, se necesitan pagos más atractivos y una mejor focalización.

 

  • Los países con esquemas regionalmente adaptados, pagos más elevados y opciones flexibles (como España y los Países Bajos) registraron una mayor participación, aunque a menudo priorizando medidas menos ambiciosas.

 

  • Los ajustes a los planes nacionales de la PAC tras la simplificación de 2024 han diluido las ambiciones ambientales, con varios países reduciendo las áreas destinadas a la naturaleza o cumpliendo los requisitos solo de manera formal.

 

  • Falta de seguimiento sistemático y específico de los eco-regímenes, lo que dificulta la evaluación de su efectividad para alcanzar los objetivos de biodiversidad y la identificación de áreas de mejora.

 

Campos Vivos

Desde SEO/BirdLife hemos puesto de manifiesto, en numerosas ocasiones, la necesidad de apostar por un diseño más eficiente de los eco-regímenes en España. Diseños que, a través de la mejora del medio ambiente, beneficien tanto los agricultores como la sociedad civil. Desde su experiencia adquirida como agricultores con Riet Vell y a través de proyectos demostrativos como el LIFE Olivares Vivos +, Secanos Vivos y Montes Vivos, la ONG ha remitido propuestas para mejorar las políticas agrarias que benefician a la biodiversidad y a la rentabilidad de los agricultores.

Pequeños cambios que ayudarían a potenciar la efectividad de las medidas de la PAC. Así lo sostiene José Eugenio Gutiérrez: “En SEO/BirdLife defendemos que incrementar la biodiversidad de los campos de cultivo y recuperar sus servicios ecosistémicos es un objetivo imprescindible para mejorar el nivel de vida de los agricultores y mantener viva la economía rural de la UE. Sin embargo, atendiendo al diseño final de los eco-regímenes, se puede ver que aún estamos muy lejos de avanzar en el cumplimiento de los objetivos de biodiversidad de la PAC”.


Informe: The untapped potential of eco-schemes (inglés). El análisis aborda también las simplificaciones que sufrió la PAC en 2024 y cómo afectaron a los diferentes países.

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