Según la publicación de SEO/BirdLife ‘El aguilucho cenizo y el aguilucho pálido en España. Población reproductora en 2017 y método de censo’ las poblaciones de estas especies han descendido un 23% y un 45% respectivamente entre 2006 y 2017.
El abandono del pastoreo en zonas arbustivas, la mecanización de los cultivos de cereal o el aumento de las cosechas en verde son algunas de las principales amenazas para estas dos especies. La actual situación mundial por el COVID-19 debería servir para reflexionar sobre muchas cuestiones; entre ellas, los modelos de producción y consumo, y la relación de nuestra sociedad con la naturaleza, de la que dependemos. Las continuas señales de pérdida de biodiversidad, como la de estas especies, son alertas que no se deben ignorar.
Una nueva publicación de SEO/BirdLife refleja la tendencia negativa de la población de dos especies muy asociadas a actividades agrarias. Según la monografía ‘El aguilucho cenizo y el aguilucho pálido en España. Población reproductora en 2017 y método de censo’, las poblaciones de estos aguiluchos han descendido un 23% y un 45% respectivamente entre 2006 y 2017.
Las causas de este declive se encuentran principalmente en las dinámicas de industrialización de la producción o determinadas prácticas agrarias, y en menor medida, al abandono de la ganadería extensiva, que conllevan en ambos casos pérdida de biodiversidad y hábitats adecuados en el ámbito agrario.
“El momento actual que vivimos por la crisis del COVID-19 debería servirnos también para reflexionar sobre el modelo de vida que queremos tener, especialmente deberíamos pensar en la base que nos sustenta. “Una producción sostenible de alimentos y la conservación de la biodiversidad son claves para garantizar un futuro de calidad para todos” afirma Ana Carricondo, responsable de los programas de conservación de SEO/BirdLife.
Principales amenazas
El abandono del pastoreo en zonas arbustivas o de pastos naturales, la intensificación o mecanización de los cultivos de cereal, el aumento de la cosecha en verde o la sustitución por nuevos cultivos leñosos en expansión, están entre las principales causas de pérdida de hábitat de estas y otras especies agrarias.
En el caso del aguilucho pálido y el aguilucho cenizo, se producen además casos de mortalidad directa o pérdida de nidadas durante las cosechas ya que construyen los nidos en gran medida dentro los cultivos. Durante el mes de abril las parejas retornan a los territorios de cría para formar sus nidos, que pueden llegar a constituir pequeñas colonias de cría, haciendo pequeños montones de vegetación – básicamente el propio cereal- sobre los que ponen los huevos y se desarrollan los pollos, periodo que se alarga hasta finales de junio o julio.
Otras amenazas puntuales son episodios de envenenamiento indirecto por los tratamientos químicos de las plagas de topillos que pueden tener un impacto local relevante.
Ambas especies se encuentran en el anexo I de la Directiva de Aves, y asimismo están incluidas en varios catálogos de especies amenazadas a escala estatal y/o autonómica, lo que implica la obligación por parte de las administraciones competentes de poner en marcha medidas para garantizar su conservación.
Sin embargo, SEO/BirdLife pone de manifiesto que ha habido una deficitaria cobertura y gestión específica de los espacios Natura 2000 en donde habitan estas especies; una escasa aplicación de medidas agroambientales y, en general, una casi total ausencia de consideración de la conservación de la biodiversidad en las políticas agrarias que han impulsado la actual dinámica de abandono e intensificación de los cultivos.
Voluntarios trabajando sobre el terreno
El trabajo de personas voluntarias en época de cosecha de algunos Grupos Locales de SEO/BirdLife como SEO-Segovia, SEO-Salamanca, SEO-Sierra Norte y SEO-Málaga, así como el trabajo realizado en la campaña ‘Aguiluchos Vivos’ han ayudado a salvar ejemplares pero no son suficientes. El pasado año desde el mes de abril, numerosos grupos locales de SEO/BirdLife y personas voluntarias del proyecto LIFE Followers, en colaboración con los agricultores, realizaron búsquedas de nidos, territorios y parejas desde puntos fijos de observación en las zonas de distribución de aguilucho cenizo. Para esta temporada no se sabe aún si se podrán llevar a cabo los trabajos con normalidad dada la situación actual.
Por eso, resulta esencial que las comunidades autónomas en el marco de sus competencias sigan trabajando a pesar de la situación para una vez se pueda, pongan en marcha los correspondientes planes de conservación o de recuperación para estas especies, tal y como indica la normativa vigente.
En la actualidad el aguilucho pálido no cuenta con ningún plan aprobado en España y sólo Andalucía cuenta con un plan de conservación específico para el aguilucho cenizo.
«SEO/Birdlife seguirá trabajando en una mejor integración de la biodiversidad en la futura PAC. Debemos reforzar la colaboración entre los departamentos de agricultura y medio natural. Necesitamos atender con responsabilidad a una actividad esencial, como es la agricultura, y encontrar fórmulas que permitan a los agricultores mantener, o incluso aumentar, su rentabilidad, a través de sistemas de producción sostenibles: más compatibles con la salud ambiental de nuestros campos y más justos con los agricultores», añade Carricondo.
Situación actual de aguilucho cenizo
El censo realizado en 2017 y publicado recientemente por SEO/BirdLife estima una población mínima de aguilucho cenizo en España de entre 4.276 y 5.362 parejas reproductoras, a lo que habría que sumar las poblaciones no censadas de Aragón, Navarra, A Coruña o Pontevedra, donde la especie está presente regularmente
El aguilucho cenizo tiene una población a escala mundial grande, aunque concentrada en Europa. La estima más reciente para el conjunto del continente europeo es de 54.502-92.237 hembras (según datos de BirdLife International, 2017). Se encuentra incluido en la categoría de Preocupación Menor (LC) en la Lista Roja de la UICN a escala global y a escala europea (UICN, 2019). La Directiva Aves (Directiva 2009/147/CE) lo incluye en el Anexo I.
El tamaño de población obtenido en 2017 establece un declive de entre el -23% y el -27% respecto a las cifras obtenidas en el censo nacional de 2006. Los declives más marcados se observan en Galicia, Andalucía, Extremadura, Madrid o el País Vasco.
El mayor número de parejas de aguilucho cenizo se encuentran en Badajoz, aunque también se han observado altas densidades en el sur de Castilla y León y en Castellón. A escala autonómica, las mejores poblaciones reproductoras se localizan en Castilla y León, única comunidad que supera las 2.000 parejas y acumula más del 40% de las parejas estimadas para España. Andalucía supera las 1.000 parejas, ocupando el segundo puesto en importancia numérica. El tercer y cuarto lugar, a buena distancia de las anteriores, lo ocupan Extremadura y Castilla-La Mancha, con cerca de 600 parejas cada una. Estas cuatro comunidades acumulan algo más el 86% de la población española y las otras nueve comunidades solo juntan el otro 14%.
Así, si se mantienen las condiciones actuales y se proyecta para los próximos años la reducción de población observada en la última década, es previsible que en los próximos 10 años el declive continúe y se sitúe por encima del 50% con respecto a los valores observados en 2006. Por tanto, se recomienda que la especie continúe en la categoría de “Vulnerable” según los criterios de la UICN.
Situación del aguilucho pálido
El aguilucho pálido tiene una población a escala mundial grande, aunque concentrada en Europa. La estima más reciente para el conjunto del continente europeo es de 29.976-54.372 hembras (según BirdLife International, 2017), y se encuentra incluido en la categoría de Preocupación Menor (LC) en la Lista Roja de la UICN a escala global y en la de Casi Amenazada (NT) a escala Europea (UICN, 2019). La Directiva Aves también lo incluye en el anexo I.
Se ha detectado un marcado declive entre 2006 y 2017, de entre el -34% y -45% de los efectivos nacionales. El descenso es particularmente marcado en el País Vasco, Galicia y Madrid, aunque numéricamente es también muy importante en Castilla y León. Entre ambos censos sólo se observa evolución numérica positiva en una comunidad autónoma: Asturias.
Dado el declive detectado en la última década en su población (-34% al -45%), que puede mantenerse en los próximos años, ya que las causas a las que se atribuye este decrecimiento -gestión agrícola y degradación de las zonas arbustivas- no se prevé que desaparezcan, y su tamaño de población actual, inferior a los 2.500 individuos reproductores, se recomienda que esta especie sea incluida con la mayor urgencia posible a escala estatal y en todas las comunidades autónomas en la categoría de “En Peligro de Extinción” dentro de los respectivos catálogos de protección de especies, ya que de acuerdo a criterios de la UICN, debería estar en la categoría de “En Peligro”.
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Trabajo del grupo local SEO-Segovia de la temporada 2019 Vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=x3DHRLyd260