El proyecto Life Stop Cortaderia finaliza superando los objetivos previstos, pero con la certeza de que aún queda mucho por hacer
Ha conseguido aunar a más de 160 entidades y definir las técnicas más adecuadas para luchar contra el plumero en el Arco Atlántico, empleando a 22 personas con diversidad funcional.
El plumero de la Pampa, conocido también como Cortaderia selloana, es la planta exótica invasora más extendida del norte de España y, de acuerdo con el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico -Miteco- está presente, además, en al menos 36 provincias españolas. No en vano se encuentra incluida en el Catálogo Nacional de Especies Exóticas Invasoras y cuenta con una estrategia nacional y planes de acción regionales para su control.
Siguiendo el plan de acción para Cantabria, vigente desde 2018, se han diseñado y desarrollado las acciones del proyecto Life Stop Cortaderia, impulsado desde la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria y coordinado por la Asociación Amica. En este proyecto se han unido entidades de apoyo a personas con discapacidad -Amica, Ampros y Serca- a SEO/BirdLife para dar los primeros pasos hacia el control de la plaga que supone el plumero en la región.
Logros que valen un premio
Esta agrupación de entidades sociales y ambientales ha supuesto un reconocimiento europeo a través del Premio Natura 2000 recibido el pasado mes de mayo, que valora la inclusión social de las personas con discapacidad a través de la lucha contra el plumero en los espacios de la red Natura 2000 de la costa de Cantabria.
Desde su inicio, en octubre de 2018, hasta su finalización la pasada semana, el equipo del Life Stop Cortaderia ha conseguido alcanzar hitos muy relevantes en la lucha para controlar el plumero. Algunos de los más destacados han sido:
- La eliminación de 300 hectáreas de plumero de la Pampa en espacios costeros de Cantabria de la Red Natura 2000
- La restauración de 50 hectáreas de espacios ampliamente invadidos por plumero, poniendo en marcha métodos de gestión y mantenimiento resilientes
- La erradicación de 2.000 focos aislados y dispersos en 58 municipios del interior de Cantabria
- La plantación de 16.000 árboles y arbustos, y 65 hectáreas de praderas silvestres sembradas
- El empleo de 22 personas con discapacidad durante cuatro años
- La capacitación de 750 personas para el control de la planta invasora en España y Portugal
- La creación y adhesión de 160 entidades a la Estrategia Transnacional de Lucha contra Cortaderia, de España, Portugal y Francia
La ciencia y el conocimiento al servicio de la gestión
Los trabajos realizados durante el proyecto no se han limitado a arrancar plumeros y restaurar el terreno resultante, sino que se ha apostado por la investigación aplicada, coordinada por especialistas en invasoras del Instituto Politécnico de Coimbra, socio portugués del proyecto, con el apoyo de SEO/BirdLife.
Esta investigación ha permitido demostrar que solo las plantas femeninas de plumero producen semillas viables, que estas semillas se destruyen en compostajes a más de 40 grados de temperatura o que las semillas depositadas en el suelo solo pueden brotar como máximo un año después. Además, se han elaborado calendarios fenológicos de la especie para el Arco Atlántico, en los que se detallan las épocas de floración o de producción de semillas, la más peligrosa, y un calendario de métodos de control y eliminación que garanticen el éxito de la actuación. Ambos calendarios, junto a otra información técnica, se han recopilado en el “Manual de buenas prácticas para el control de Cortaderia”. Un manual de vocación divulgativa y muy útil para gestores de terrenos invadidos por plumero, que se puede descargar en 4 idiomas en la web www.stopcortaderia.org.
La coordinación entre administraciones públicas, una asignatura pendiente
A lo largo del proyecto se han celebrado reuniones y seminarios en todas las comunidades autónomas del Cantábrico, Portugal y Francia. En ellas, técnicos y científicos han estado acuerdo en que el éxito de la gestión del plumero pasa por contar con un plan de eliminación que actúe “de fuera a dentro”, confinando el plumero desde focos aislados hacia las grandes masas que se concentran en los centros urbanos y periurbanos de cada región. Sin embargo, la dimensión de la invasión es tal que solo actuando unidos y coordinados será posible atajarla a medio plazo. Por ello, tal y como explica Santiago García, de Asociación Amica, “el concurso de administraciones públicas que gestionan terrenos invadidos es imprescindible para dotarles de credibilidad a la hora de exigir a los particulares que eliminen los plumeros de sus fincas o terrenos”. Las autovías y vías de ferrocarril, por ejemplo, son un vector de dispersión de semillas de plumero cada otoño, con el riesgo que supone que estas vías comuniquen espacios degradados con áreas naturales de gran interés, como son parques naturales costeros de Cantabria: Oyambre o las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel.
Fruto del trabajo de los técnicos de SEO/BirdLife en Stop Cortaderia ha sido posible la aprobación de una moción relativa al plumero en el último Congreso Mundial de la Unión para la Conservación de la Naturaleza (UICN), apoyada por una gran mayoría de sus miembros. “Tratar de controlar el plumero fuera de su área de distribución debe ser una prioridad para los gestores del medio natural, controlando cuestiones como el comercio electrónico”, comenta Juan Carlos Atienza, representante de SEO/BirdLife en el Comité Español de UICN.
Restaurar suelo y recuperar usos tradicionales
Otra de las actuaciones destacadas ha consistido en demostrar que los espacios “utilizados” tras la eliminación y restauración son resistentes a la reaparición del plumero, aunque estén rodeados de plumerales. Así, las experiencias piloto desarrolladas con las empresas cántabras Astander y Solvay sirven de ejemplo. Por un lado, de una restauración ambiental encaminada al fomento de la biodiversidad en los terrenos de Astander, limítrofes con la Marisma Blanca de Astillero; y por otro, la recuperación de terrenos para el pastoreo y la ganadería en parte de la Antigua Cantera de Solvay en los Humedales de Cuchía. “Crear charcas y espacios inundables dificulta la aparición del plumero al tiempo que proporciona pequeños humedales idóneos para los anfibios y las aves acuáticas, que ya utilizan las marismas colindantes con Astander”, asegura Felipe González, delegado de SEO/BirdLife en Cantabria. Además, añade, “la alianza con ganaderos locales en los Humedales de Cuchía o en Rostrío en Santander combina una actividad económica tradicional en regresión al tiempo que potencia los espacios agrarios y de campiña capaces de albergar a un gran número de aves ligadas a este hábitat en declive”, apostilla González.
Unidos frente al plumero
Life Stop Cortaderia es un proyecto financiado por la Comisión Europea y cuya finalidad principal ha sido la eliminación de la planta invasora plumero de la Pampa de los espacios protegidos costeros de la Red Natura 2000 de Cantabria y la contención de su expansión hacia el interior de la región. Su promotor principal y cofinanciador es la Consejería de Desarrollo Rural, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria en cooperación con una alianza de ONG sociales (Amica, Ampros y Serca) y ambientales (SEO/BirdLife).
En Cantabria, ha contado también con la participación y cofinanciación de las empresas Astander, Solvay y Viesgo, el Ayuntamiento de Santander y el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, en el ámbito de sus carreteras. Además, ha extendido sus acciones a otros territorios del arco atlántico europeo como Galicia y Portugal gracias a la participación de la Xunta de Galicia, el municipio de Vila Nova de Gaia y la Escuela Superior Agraria del Instituto Politécnico de Coimbra.