Existe el riesgo de que, con las prisas por llegar a un acuerdo, se dejen de lado cuestiones clave y se acabe con un acuerdo débil que no consiga impulsar el cambio transformador que necesitamos. 

 

BirdLife expresó ante el plenario de la COP, en el nombre de una coalición de ONGs, que no hay excusas para dejar Montreal sin un Marco Global de Biodiversidad ambicioso, verdaderamente transformador e inclusivo. 

Valoramos positivamente el impulso que está cobrando un enfoque de la conservación basado en los derechos humanos y el ritmo acelerado hacia la convergencia en un acuerdo, pero nos preocupa mucho los nuevos intentos de debilitar el marco, en concreto el mecanismo de aplicación (lo que determinará si es vinculante o no) y el componente esencial de la Meta 1 para asegurar la integridad, conectividad y resiliencia de los ecosistemas.

Esta semana continúa la 15ª Conferencia de las Partes del Convenio de Diversidad Biológica y comienza la parte de negociaciones de alto nivel de las que se extraerá el acuerdo definitivo. 

“No sabemos si se cerrará la COP15 con un acuerdo a la altura del reto o si terminará en papel mojado. Las decisiones de los últimos días determinarán si los gobiernos quieren o no encaminarnos hacia un mundo positivo para la naturaleza”, anuncia Juan Carlos Atienza, responsable de Gobernanza Ambiental de SEO/BirdLife.  

La organización pone de manifiesto que tras casi una semana de negociaciones todavía hay temas importantes sin acuerdo como son:   

  1. Si el texto final comprometerá a las naciones a proteger y conservar el 30% de todos los ecosistemas terrestres, de aguas interiores, costeros y marinos para 2030 y cómo garantizar que esto se centrará realmente en las áreas clave para la biodiversidad. 
  2. Si los objetivos estarán a la altura de los llamamientos de los sectores financiero y empresarial a favor de medidas como la obligación de informar sobre biodiversidad y derechos humanos para hacer frente a las causas de la pérdida de biodiversidad. 
  3. Si será de alguna manera vinculante al establecer un mecanismo sólido para orientar la aplicación rápida e inmediata y ampliar las medidas según sea necesario 
  4. Cuándo y cómo se movilizarán los recursos financieros para respaldar los compromisos. 

Según Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife, Hay mucho en juego en Montreal. Urge coherencia y solvencia en los acuerdos multilaterales. Las 196 naciones signatarias de la Convención deben estar a la altura y aprobar un Acuerdo vinculante que revierta la pérdida de biodiversidad en 2030. Es el momento de traducir sobre el papel el reconocimiento por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas del derecho universal a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible. La Naturaleza no puede esperar más. El texto final marcará la agenda de la conservación de la naturaleza en la próxima década y el futuro de todos nosotros. Exigimos a la COP15 ambición frente a extinción “.

BirdLife International ha expresado ante el plenario de la COP15, en nombre de una amplia coalición de ONGs, que hay seis pilares que deben ser resueltos de forma ambiciosa antes de que acabe la reunión: 

  1. Una misión para detener y revertir la pérdida de biodiversidad para conseguir ser positivos en naturaleza en 2030, con más naturaleza al final de la década que al principio. Esto debe estar respaldado por objetivos ambiciosos, específicos y medibles orientados a los resultados, incluido el compromiso de detener y recuperar la pérdida de especies y conservar y restaurar los ecosistemas en el marco del Objetivo A del acuerdo.
  2. Una meta global para proteger y conservar al menos el 30% de las tierras y océanos del mundo para 2030, haciendo hincapié en la conservación y restauración de la integridad ecológica y las áreas clave para la biodiversidad, y garantizando la eficacia, la conectividad, la gestión equitativa y los derechos y contribuciones de los pueblos indígenas y las comunidades locales.
    3. Un lenguaje claro para frenar los motores económicos que generan la pérdida de naturaleza y garantizar un uso sostenible. Necesitamos un compromiso para reducir a la mitad la huella de la producción y el consumo para 2030, y detener el cambio de uso de la tierra y el mar, respaldado por objetivos que transformen los sectores productivos que impulsan la pérdida de biodiversidad.
    4. Un amplio paquete de movilización de recursos para aplicar el marco global de biodiversidad y para dejar de financiar la destrucción de la naturaleza e invertir en un mundo positivo para la naturaleza, que incluya el fin y la reorientación de las subvenciones perjudiciales para el medio ambiente y objetivos de financiación justos y ambiciosos. Debe haber un aumento sustancial de la nueva financiación internacional de la biodiversidad procedente de todas las fuentes, incluyendo de las naciones desarrolladas a los países de renta baja y media.
    5. Un mecanismo de aplicación sólido. No es aceptable que las negociaciones sobre los mecanismos de planificación, seguimiento, presentación de informes y revisión apunten a posponer elementos clave a una COP posterior, y a un mecanismo incompleto que repetiría el fracaso de Aichi. Necesitamos especialmente que las Partes emitan una señal clara de que la acción se incrementará con el tiempo si la implementación no va por buen camino.
    6. La clave para lograr todas estas prioridades será integrar el enfoque basado en los derechos humanos en los elementos operativos del marco, como el derecho a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible del Objetivo B, reconocido ahora como un derecho humano universal por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
     

Según Juan Carlos Atienza, responsable de Gobernanza Ambiental de SEO/BirdLife, “lo importante no es tener un acuerdo, lo verdaderamente importante es tener un acuerdo que sea capaz de resolver el problema que tenemos y que amenaza a la humanidad. Tener un acuerdo ambicioso tal vez no evite la pérdida de biodiversidad si luego los estados no cumplen, pero un acuerdo débil asegurará una extinción masiva de especies y el colapso de muchos ecosistemas. Esta semana será clave para saber en qué escenario nos encontramos”. 

 

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