Los pescadores de un centenar de embarcaciones del Mediterráneo lo han dicho claro: “Queremos pescar peces, y no aves”. Por ello trabajan con el equipo de biólogos del proyecto Zepamed de SEO/BirdLife para identificar las artes de pesca más conflictivas, los lugares más recurrentes y los momentos más perjudiciales. Se trata de capturar peces sin provocar víctimas accidentales entre las aves marinas (ni, en definitiva, ninguna otra especie que no sea objetivo de la pesca). Este problema ha sido identificado por científicos y conservacionistas como uno de los principales causantes del declive de numerosas especies, entre las que sobresale la pardela balear, el ave más amenazada de Europa.

 

Tras un año de trabajo conjunto en este proyecto liderado por SEO/BirdLife con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica, pueden destacarse varios logros:
1-Implicación de alrededor de un centenar de embarcaciones de distintas artes -palangre, enmalle, nasas y arrastre- del ámbito mediterráneo, tanto en las costas ibéricas como en las islas Baleares.
2-Evaluación del problema, intercambio de reflexiones y búsqueda conjunta de soluciones a la captura accidental de aves.
3-Trabajo específico de toma de datos por escrito de más de cincuenta embarcaciones colaboradoras, a través de cuadernos de campo, haciendo especial hincapié en espacios de la Red Natura 2000 Marina.
4- Ensayo de medidas novedosas de mitigación en la captura accidental, como el denominado “tubo ocultacebos” y un repelente olfativo.
5- Identificación de las zonas con mayor incidencia en las capturas accidentales, también conocidas como bycatch.
6- Realización del vídeoPescadores y aves, los aliados del mar

Carles Tobella, biólogo de Zepamed, conversa con uno de los pescadores sobre  la recogida de datos. ©SEO/BirdLife

 

Y en 2019, nuevos retos
Los avances de Zepamed también han dado como resultado la continuidad del proyecto a lo largo de 2019. Para este año se prevé:
1- Ajustar aún más el campo de actuación y de recogida de datos hacia las zonas, épocas y modalidades de pesca con más incidencia de capturas, según información recogida en 2018.
2- Mejorar el conocimiento sobre el esfuerzo pesquero en la zona de estudio, especialmente la alternancia de artes menores, como el palangre y redes de enmalle.
3-Animar a los pescadores a experimentar de forma individualizada las medidas de mitigación identificadas.

La bióloga Vero Cortés conversa con el patrón
Jaume Caball, otro de colaboradores del proyecto. ©SEO/BirdLife

4- Celebrar un taller entre pescadores y científicos, con participación de expertos de otros países que ya recogen experiencias positivas.

 

 

 

5-Elaborar una guía de aves marinas dirigida al turismo pesquero, que ponga en relieve la importancia de las aves marinas como apoyo a esta actividad.
Este proyecto, cuyo nombre hace referencia a las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) en el Mediterráneo, cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica en el marco del Programa Pleamar, cofinanciado por el Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP).

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