Las aves marinas representan uno de los grupos más amenazados del planeta, y el que se ha deteriorado a un ritmo más alarmante en las dos últimas décadas.

 

Más de 40 especies pueden observarse regularmente en España, y más de 20 de ellas crían en nuestro territorio. Entre ellas encontramos 16 especies incluidas en el Anexo I de la Directiva Europea para la Conservación de las Aves Silvestres (o Directiva Aves) por su estado de conservación desfavorable, y 3 de ellas aparecen en la lista de la Unión Internacional para la conservación de la Naturaleza (UICN) con algún grado de amenaza a nivel global. Es especialmente preocupante la situación de la pardela balear, única especie marina endémica de España. 

 

 

La Pardela Balear (Puffinus mauretanicus)

 

La pardela balear es la especie bandera de la conservación de las aves marinas en España, por ser la única especie de ave marina endémica de nuestro país (sólo cría en las islas Baleares) y por estar catalogada como En Peligro Crítico (CR) a nivel español e internacional. Se estima que su población reproductora apenas supera las 3000 parejas, y se encuentra en declive, que de seguir al ritmo actual conduciría a su extinción en menos de un siglo.

SEO/BirdLife es junto a la Sociedade Portuguesa para o Estudo das Aves (SPEA) la “guardiana” de esta especie, y como tal en 2010 coordinó el nuevo Plan de Acción Internacional para la conservación de la especie. Dicho plan representa una detallada hoja de ruta para la conservación de la especie, que deberán adoptar los estados implicados en un futuro inmediato. Esta pardela aparece como especie prioritaria en numerosas listas y tratados internacionales, como el Convenio OSPAR o el Convenio de Barcelona. Recientemente también ha sido incluida en la lista del Tratado para la Conservación de los Albatros y Petreles (ACAP), a propuesta de España, siendo la primera especie del hemisferio norte que entra en dicha lista.

Entre las amenazas que afectan a la especie, cabe destacar la presencia de depredadores en las colonias y la mortalidad accidental en artes de pesca. En el primer caso, casi el 90% de la población se encuentra a expuesta a mamíferos introducidos, que en más de un tercio de los casos son carnívoros. En cuanto a las capturas accidentales, el carácter gregario de la especie conlleva episodios de mortalidad masiva que en ocasiones superan el centenar de ejemplares.

 

 

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