Los efectos adversos del calor son especialmente intensos en los centros urbanos, en los que puede haber hasta 11º C más que en la periferia por el efecto de la isla de calor
Ante una situación de emergencia climática cada vez más evidente, con un aumento de temperaturas previsto de 3º C por encima de los niveles pre-industriales, hacemos un llamamiento para devolver la naturaleza a las ciudades, donde los efectos son más intensos por el efecto de la isla de calor. Hasta 11º C más pueden tener respecto a otras zonas periféricas por el exceso de estructuras urbanas, la contaminación atmosférica y la falta de vegetación y zonas verdes.
Por ejemplo, una investigación reciente concluía que la temperatura mínima puede variar en valores medios desde 1,3 ºC entre el interior de la ciudad y la periferia (caso de Madrid) hasta 4,1º C en Valencia. En los valores extremos se registró una diferencia de 11º C entre la mínima registrada en el observatorio urbano y la periferia y la vegetación es uno de los factores que explican estas diferencias.
Por sus características y esta escasez de barreras naturales para amortiguarlos, las ciudades son especialmente vulnerables a los efectos del cambio climático. Y cabe destacar que son los lugares donde vive la mayor parte de la población, en España, el 80% de las personas vive en municipios de más de 5.000 habitantes.
Las olas de calor, como la que ha confirmado la Aemet para estos próximos días son cada vez más frecuentes; y en este caso apunta a temperaturas que pueden superar los 44 ºC acompañado de calima y con noches muy cálidas.
En estas situaciones es cuando se hace más evidente la diferencia de ciudades que integran la naturaleza en su planificación, en las que se pueden encontrar más zonas verdes con sombras donde bajan algunos grados la temperatura.
Por todo ello, consideramos imprescindible emprender acciones de mitigación y adaptación en los entornos urbanos y entre ellas, aquellas que utilizan los principios de la naturaleza por ser los más eficientes, económicos y porque ofrecen un valor añadido en ahorro de costes y generación de empleo local.
Un claro ejemplo es el arbolado, que puede ayudar a enfriar el aire entre 2 y 8 grados y la vegetación cercana a edificios, que amortigua las temperaturas en el interior, contribuyendo a reducir el consumo de energía para refrigeración hasta un 3% o entre un 20 y un 50% para calefacción.
En este sentido, trabajamos en diferentes proyectos que fomentan la biodiversidad urbana con el objetivo de ofrecer y poner en marcha medidas que integran soluciones basabas en la naturaleza para hacer frente a los diferentes desafíos ambientales, entre los que se encuentra la adaptación al cambio climático.
Santander Capital Natural, Pinto en Verde, Gironat, Torrelavega Conexión Natural, Renaturalización València 2022, pretenden reforzar el papel de la red de espacios verdes urbanos de estas ciudades, potenciando los servicios ambientales que mejoran contribuyen a la conservación de la biodiversidad, a la adaptación y mitigación del cambio climático y a la mejora de la calidad de vida de la ciudadanía.
Refugios climáticos para las aves
Las aves son indicadores del estado de los hábitats y del entorno en el que viven. Son un excelente termómetro, y ante las olas de calor sufren los mismos efectos que los seres humanos, por lo que la presencia de espacios verdes y el acceso a zonas con agua es vital.
Por su parte, los gobiernos locales pueden hacer mucho para paliar los efectos del calor sobre las aves urbanas y muchas de las medidas que pueden adoptar benefician también a los seres humanos. Las ciudades con infraestructuras verdes bien diseñadas, planificadas y gestionadas son más resilientes frente al cambio climático y, por tanto, en ellas se atenúan los efectos del calor extremo.
Reclamamos que los ayuntamientos apuesten por la renaturalización urbana y la conservación de la biodiversidad e integren estos conceptos en todas las políticas municipales de forma transversal. Solo así podrán construir ciudades resilientes y adaptadas a una emergencia climática que cada vez es más evidente, y en las que la ciudadanía disfrute de los importantes servicios ambientales que ofrece la naturaleza y la biodiversidad.
Para ayudar en esta tarea, publicamos en 2019 el manual “100 medidas para la conservación de la biodiversidad en entornos urbanos”, una publicación de referencia para los responsables de la toma de decisiones y las políticas en el ámbito local, así como para la ciudadanía, para la incorporación de la conservación de la biodiversidad en la planificación y gestión municipal.
¿Cómo ayudar a las aves?
Con el pequeño gesto de dejar un recipiente adecuado con agua accesible para ellas, puedes estar haciéndoles la vida un po más fácil.
En esta sección de la web puedes encontrar recomendaciones para crear bebederos.
