La nueva Política Agraria Europea  propuesta por la Comisión no está a la altura de los objetivos ambientales y sociales

Nos la jugamos con la producción de alimentos y con la conservación del medio ambiente. Que con dinero público se financien modelos o práctica agrícolas contrarios a  la conservación del medio natural ni es ético ni viable. Por eso, necesitamos una PAC sostenible y justa con aquellos agricultores que conectan la agricultura con la naturaleza.

La Comisión Europea acaba de presentar las normas que podrían regular la futura Política Agraria Común más allá de 2020. Una propuesta, según SEO/BirdLife y WWF, supone “un paso atrás en lo que a objetivos ambientales y sociales se refiere”. Todo ello a pesar de que más de 250.000 europeos y decenas de organizaciones apoyaron la campaña LivingLand (Por un campo vivo), pidiendo ambición ambiental y social para la política comunitaria que seguirá contando con la mayor parte del presupuesto de la UE.

Y es que los nuevos reglamentos propuestos no recogen las reformas necesarias para asegurar la protección de los recursos naturales y la lucha contra el cambio climático, comprometiendo nuestra seguridad alimentaria. Al contrario, todo parece indicar que seguirá perpetuando un modelo injusto de distribución de los fondos públicos, que deja fuera del sistema a gran parte de los agricultores y ganaderos que no quieren convertir el campo en una fábrica y que quieren conectarse a la naturaleza.

 

Viñedo en espaldera y regadío en una zona tradicional de cultivo de vid de secano y en vaso ©Shutterstock

 

Retroceso en objetivos ambientales

Entre las grandes debilidades detectadas de la última propuesta de la PAC, SEO/BirdLife y WWF señalan:

  • La desaparición del pago verde (greening) y, con ello, el 30% del presupuesto destinado a pagos directos para objetivos ambientales: Aunque restaba camino para garantizar su buen funcionamiento, el greening suponía un primer paso para vincular las ayudas a la provisión de bienes públicos. En cambio, ahora se sustituye por una pretendida condicionalidad mejorada, que aunque incluye algunas novedades considerables, como ciertos artículos de la Directiva Marco de Agua y de la de Uso Sostenible de Fitosanitarios, sigue careciendo de la ambición necesaria, tanto en el diseño de las “buenas prácticas agrarias” como en el sistema de controles y sanciones, para asegurar un uso sostenible de los recursos naturales.

 

  • El mayor recorte del presupuesto recae sobre el fondo de desarrollo rural: Se trata de la partida económica que más potencial tiene para apoyar con medidas voluntarias a agricultores y ganaderos en la necesaria transición agroecológica. Pero ahora, el montante disponible para medidas con objetivos ambientales se ve de nuevo mermado, siendo totalmente insuficiente para la magnitud de los retos presentes. Esta falta de ambición ambiental y de protección del medio rural es aún más grave si se tiene en cuenta que esta política está financiada bajo la línea financiera dedicada a “Recursos naturales y medio ambiente” de los presupuestos europeos[1]

 

  • La nueva propuesta de la PAC permite, además, continuar con el llamado modelo histórico de las ayudas directas: Esto supone la concentración de las mismas (casi el 80%) en un menor número de beneficiarios (un 20%), normalmente grandes explotaciones o más productivas[2]. Se perpetúa así una de las principales causas de deslegitimación de la PAC, al ofrecer el mayor apoyo a las explotaciones que normalmente menos lo necesitan, dejando prácticamente fuera del sistema a agricultores y ganaderos en zonas Natura 2000, que generan sistemas de alto valor natural (como la ganadería extensiva) o a fincas ecológicas, entre otros.

 

  • Otra modificación de la propuesta de la Comisión es sacar a la PAC de llamado Acuerdo de Asociación, un marco de condiciones aplicables a todas las políticas estructurales de la UE que requieren programación, como la de desarrollo regional o la pesquera, pero que ya dejaba fuera al pilar de pagos directos. Este marco pretende la coordinación de las políticas para atender los objetivos europeos y establece condiciones previas que deben cumplir los estados para concederles los fondos europeos, así como requisitos en materia de participación pública a la hora de diseñar los programas en los que se invertirán dichos fondos. La nueva propuesta de pedir un programa estratégico para toda la PAC hubiera hecho pensar que entonces se incluiría todo el paquete en ese Acuerdo de Asociación, pero en contra de la lógica, se ha propuesto sacarla fuera, dejando en el aire cómo se garantizará la coherencia con las demás políticas, su seguimiento coordinado y la necesaria participación pública.

 

Tractor fumigando ©shutterstock

 

Las propuestas de Living Land

SEO/BirdLife y WWF España, en el marco de la campaña Living Land, consideran esta nueva reforma de la PAC como una oportunidad perdida, ya que, de no introducirse mejoras de calado, esta política dará un paso definitivo hacia su desmantelamiento. Por ello ambas organizaciones proponen los siguientes cambios:

  • Blindar el 50% del total del presupuesto de la PAC para objetivos ambientales (que garanticen el mantenimiento de la capacidad productiva a largo plazo).

 

  • Reforzar realmente la condicionalidad y su control para asegurar el cumplimiento del principio “quien contamina, paga”.

 

  • Establecer un nuevo modelo de pagos directos que apoye la generación de bienes públicos.

 

De no ser así, ambas organizaciones se unirán a las voces que solicitan que se elimine el primer pilar de la PAC y que sus fondos se dediquen a políticas que realmente ofrecen un valor añadido a los contribuyentes en materia ambiental y social, a través de un pilar de desarrollo rural bien enfocado y otros instrumentos, como el fondo Life.

Ambas organizaciones esperan que el Parlamento Europeo esté esta vez a la altura de las circunstancias y abandere estas propuestas. Solicitan, además, al nuevo ministerio de agricultura y a las comunidades autónomas que participan en el Consejo Europeo de Agricultura, ambición y valentía en defensa de una nueva PAC que apoye la producción de alimentos sanos en ecosistemas sanos, y contra el status quo que sólo defiende el interés de unos pocos, sin avances significativos en materia de renta digna en el campo, relevo generacional o protección del medio ambiente, tal y como muestran diversos informes[3].

Por último, esperan que las organizaciones agrarias se sumen a estas peticiones, si realmente quieren una política moderna, que beneficie a aquellos agricultores y ganaderos que ya apuestan por la sostenibilidad, defendiendo de este modo el bien común y el futuro de la agricultura familiar y territorial.

 

 


http://www.living-land.es/

[1] Propuesta de presupuestos europeos para el 2021-2027 (en inglés): https://ec.europa.eu/commission/sites/beta-political/files/communication-modern-budget-may_2018_en.pdf

[2] Informe WWF España y SEO/BirdLife: Quien contamina, cobra (2010) https://seo.org/wp-content/uploads/tmp/docs/quien-contamina-cobra_baja.pdf

[3]Informecompleto: Is the CAP fit for purpose (en inglés)

Resumen del informe: ¿Funciona la PAC para su propósito?(en español)

Informe del Tribunal de Cuentas Europeo (en inglés) https://www.eca.europa.eu/en/Pages/DocItem.aspx?did=45498

 

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