Según se recoge en la publicación de SEO/BirdLife El alimoche común en España. Población reproductora en 2018 y método de censo, en España hay entre 1.490-1.567 parejas. Castilla y León, Aragón y Castilla-La Mancha acumulan el 50% de la población total de alimoche común en nuestro país

El alimoche común es una de las cuatro especies de buitres que habitan en España y, después del quebrantahuesos, la más escasa, con una población bastante inferior a la del buitre negro y muchísimo menor que la del buitre leonado. Se trata de una de las especies mejor censada a nivel estatal desde la década de 1990.  La subespecie de la península y Baleares está incluida en el Catálogo Español de Especies Amenazadas en la categoría de Vulnerable y la canaria en la categoría de En Peligro de Extinción.

Alimoche común. © Gabi Sierra

Alimoche común. © Gabi Sierra

El IV censo nacional coordinado por SEO/BirdLife en 2018 confirma que nuestro país continúa siendo uno de los principales reductos del alimoche a escala europea. “De las 3.195-4.832 parejas que habitan en los países de nuestro continente, España cuenta con el 32-47% de la población de Europa y tiene una gran responsabilidad en su conservación”, señala Juan Carlos del Moral coordinador del Área de Ciencia Ciudadana de SEO/BirdLife y editor de la publicación.

El censo establece actualmente una población de 1.490-1.567 parejas. Se trata de la mayor población detectada en los distintos censos nacionales realizados hasta ahora, aunque el incremento respecto al realizado en el año 2000 es mínimo. El trabajo fue realizado en la mayoría de los casos por las comunidades autónomas, aunque también se contó con una participación importante de voluntarios. El censo no fue completo en la misma temporada de 2018 y se incluyeron datos de otras: La Rioja (2014), Álava (2016) y Extremadura (2017). Por otro lado, en el censo de Aragón, aunque sí fue realizado en 2018, la cobertura no fue completa en todo su territorio.

¿Dónde se encuentra el alimoche en España?
Como en los censos previos a 2018 la mayor población de alimoche común se encuentra en Castilla y León, aunque su importancia relativa respecto al resto de autonomías desciende ligeramente (25,7% en 2009 y 22,89% actualmente). Aragón es la segunda autonomía en importancia numérica para la especie, también con un alto porcentaje (15,91%) y la tercera es Castilla-La Mancha (13,76%). Son las tres comunidades autónomas que superan las 200 parejas y juntas acumulan algo más del 50% de la población estatal. Extremadura y Navarra tienen poblaciones que superan el centenar de parejas (164 y 129 parejas respectivamente).

El resto de comunidades no superan las cien parejas, pero destaca la población de Canarias que tiene 74 en tan solo sus tres islas más orientales (Fuerteventura, Lanzarote y Alegranza) y continúa creciendo de forma importante, aumentando en 32 parejas en la última década.

Principales amenazas de la especie
Continúan muriendo varias decenas de ejemplares anualmente debido al uso de cebos envenenados en el medio natural y a consecuencia de la colisión con aerogeneradores o líneas eléctricas. “De momento no hay casos registrados de mortalidad de alimoches en España por causa del uso del diclofenaco en el ganado, pero no se debe bajar la guardia en este asunto, pues ha generado la muerte de miles de buitres en otros países”, recuerda del Moral.

Este censo actualizado refleja de forma general un freno a la gran disminución que tuvo la especie a finales del siglo pasado y principios de este. Sin embargo se observan tendencias muy diferentes según las áreas, y por ejemplo en Andalucía, la población ‘extraordinaria’ de alimoches no hace más que disminuir de forma muy preocupante, fruto del veneno y de los impactos de grandes infraestructuras como los parques eólicos.

Medidas de conservación 
Según se recoge en la publicación, el reto de la conservación del alimoche en España pasa por atajar los viejos problemas como la persecución y el veneno que aún persisten. Además, hay que establecer políticas de conservación ante los nuevos escenarios de abandono del campo que va a la par de la disminución de la cabaña extensiva de ovejas –la reina ganadera de los ecosistemas mediterráneos– y que está asociada a procesos ecológicos clave. No se debe olvidar que es urgente atajar los impactos de las infraestructuras como los parques eólicos y los tendidos donde colisionan y se electrocutan los alimoches.

Finalmente, hay que investigar el papel de las nuevas prácticas ganaderas en el marco de las regulaciones sanitarias así como de los grandes vertederos donde se asocian cada vez más carroñeras ante la falta de verdadera comida en los campos y la influencia en sus poblaciones. También es importante que en las administraciones autonómicas desarrollen los preceptivos planes de conservación o recuperación para garantizar que se ponen en marcha las medidas de gestión adecuadas en sus respectivos territorios para salvaguardar a esta especie.

Tendencia ligeramente positiva
La tendencia del censo es ligeramente positiva respecto al censo estatal anterior. Se han detectado 38 territorios seguros más respecto a 2008 y solo 11 más si se consideran los territorios seguros y probables conjuntamente. En la década anterior (1998-2008) se registró un aumento del 10%, pero existían entonces bastantes evidencias de que en determinadas áreas ese aumento se debía a un mejor conocimiento de la población, aunque en otros casos ese aumento sí estaba bien constatado y paralelamente estaban bien documentados los declives en otras tantas comunidades autónomas.

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Vídeo: Alimoche común https://videos.seo.org/buscador/#alimoche

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