¿Dónde ubicar los proyectos para que el despliegue renovable sea compatible con la biodiversidad? Este ha sido el tema central de la primera sesión paralela del 25º Congreso Español de Ornitología, que se celebra en Menorca hasta el próximo domingo, 13 de noviembre.

Con esta mesa redonda, SEO/BirdLife -ONG impulsora del congreso- ha cerrado sus II Jornadas Estatales por unas Renovables Responsables, que han conectado la isla balear con la ciudad de Sham El Sheik (Egipto), donde se está desarrollando la 27ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático.

La sesión, con el título de «Zonificación como herramienta para unas Renovables Responsables», ha analizado la utilidad de los mapas de sensibilidad ambiental como instrumentos para facilitar que los proyectos renovables se ubiquen en zonas de nula o baja sensibilidad ambiental.

Concebida para  conocer la visión de dos de los principales agentes de la transición energética -administraciones públicas y empresas impulsoras de proyectos-, la mesa ha contado con la presencia de Marc Pons, comisionado para el impulso de Energías Sostenibles en Baleares y Canarias de Ministerio para la Transició Energética y Reto Demográfico; Josep Juaneda, conseller de Medi Ambient i Reserva de Biosfera del Consell de Menorca ; Rafael Muñoz, Tinent d’Alcaldia de Recursos i Sostenibilitat de l’Ajuntament de Maó; Fernando Crespo Carretero, Jefe del departamento de medio ambiente de Red Eléctrica; Mariola Domenech, directora de sostenibilidad de Acciona Energía; y Raquel Lopera, coordinadora del departamento de Medio Ambiente de Capital Energy.

Pons ha resumido la posición común de los ponentes en torno a a gestión de la urgencia que impone la situación de emergencia ecológica. «La urgencia no es discutida en abosluto, y marca hoja de ruta obligatoriamente». Al tiempo, ha señalado que esta gestión  se tiene que abordar siendo conscientes de no todos los territorios son iguales, asumiendo las singularidades geográficas, culturales, sociales e institucionales de los distintos territorios y, en particular, de las islas.

En cuanto a la zonificaciones, Pons ha apelado a que las comunidades autónomas impulsen mapas que «sean normativa», dado que garantizan seguridad jurídica y agilizan la tramitación administrativa. Ha señalado que existen iniciativas en tramitación en distintas regiones pero que una de las primeras, con rango de norma, es precisamente la de Menorca.

A esta zonificación de la isla balear también se ha referido Juaneda, quien ha recordado que esta zonificación -un instrumento que forma parte del Plan Territorial Insular de Menorca- determina claramente zonas prioritarias y zonas donde se prohíbe para la instalación de proyectos, debido a la especial sensibilidad de la ubicación. También ha destacado que la zonificación se enmarca en la Estrategia Menorca 2030 que es la hoja de ruta que la isla ha aprobado con el objetivo de avanzar rápidamente hacia la autosuficiencia energética a partir de fuentes renovables en el año 2030.

Juaneda ha defendido la necesidad de que la transición energética se aborde desde la perspectiva del territorio. «El principal reto que tenemos es que todo el planteamiento global que implica esta transformación tenga una implantación local. Desde las administraciones locales, como la nuestra, pedimos potestad para decidir qué modelo social, cultural y económico queremos». Están puestas las bases, de visión, de la hoja de ruta ya marcada. Avanzar hacia la penetración con renovables harmonizada con la preservaciónde nuestro de territorio.

Muñoz, por su parte, ha hecho hincapié en el impulso que, desde las entidades locales como el ajuntament de Mao, se puede dar al autoconsumo colectivo en suelo urbano y, muy especialmente, a las comundiades energéticas locales; y ha puesto sobre la mesa la necesidad de profundizar en la descarbonización de un sector especialmente emisor en islas como Menorca, como es el transporte.

También ha aludido a la relevancia de contar con personal y recursos para que, desde lo local, se pueda hacer frente a las tramitaciones asociadas a la transición energética, recogiendo así otro de los consensos en la mesa: la sobrecarga de trabajo de las administraciones.

Por su parte, Crespo ha explicado que la planificación de la red de transporte a 2026, según lo establecido por el Gobierno, se ha diseñado para maximizar el uso de la red de transporte existente  minimizando así la afección ambiental de nuevas infraestructuras. En este proceso, y en futuras planificaciones, «la información es clave», ha apuntado. Y en este sentido, Crespo sostiene que poner todos los datos en común resulta clave. «Contar con toda la información compartida es positivo para todos. Van a ganar los que quieren generar, los que quieren transportar, los que quieren proteger, pero sobre todo va a ganar nuestro capital natural».

Domenech ha abundado esta idea, pidiendo a los equipos de investigaciones y entidades generadoras de conocimiento, como es el caso de SEO/BirdLife, que comiencen a contemplar la sensibilidad ambiental respecto de tecnologías de transición energética menos maduras y sobre las que ya se está trabajando, como es el caso de la eólica marina o el hidrógeno. También se ha referido a los avances en materia de I+D para minimizar el impacto sobre plantas ya operativas, como es el caso de la integración de inteligencia artificial y la teledetección para activar la parada de aerogeneradores ante la presencia de avifauna, o el testeo de medidas como pintar de negro una de las palas.

Lopera también se ha referido a la necesidad de innovar en el campo de las medidas que acompañan la construcción de las instalaciones de generación, así como en su posterior desarrollo. «Es vital realizar estudios antes, durante y después, probar y buscar las mejores opciones para asegurar una compatibilidad con la biodiversidad a largo plazo».  Para ello, ha asegurado, es preciso mayor conocimiento y, también, que la información que se ofrece desde las distintas instituciones esté alineada, siguiendo los mismos criterios.

 

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