En el Día Mundial de los Albatros, que este año pone el acento en la protección de espacios, destacamos el papel de las Áreas Importantes para la Conservación de las Aves y la Biodiversidad (IBA) marinas como precursoras de estos espacios protegidos, en aguas nacionales e internacionales. Entre los retos pendientes, la necesidad de elaborar y aprobar planes de gestión eficaces que permitan garantizar la adecuada conservación de sus valores naturales.
Si las aves marinas se encuentran entre los grupos más amenazados de aves, los albatros, petreles y pardelas (los tres del mismo orden, los procelariformes) ocupan las primeras posiciones dentro del grupo, y merecen la máxima atención ante el amplio rango de amenazas a las que se enfrentan. Entre ellas, amenazas directas que han diezmado poblaciones en todo el planeta, como los depredadores introducidos en sus colonias y las capturas accidentales en artes de pesca. También son muy preocupantes las amenazas difusas, entre las que destaca el cambio climático y la contaminación. El ACAP (Acuerdo sobre la Conservación de Albatros y Petreles), que en 2019 declaró una crisis de conservación de estas especies emblemáticas, eminentemente oceánicas, dedica el Día Mundial de los Albatros, que se celebra hoy, 19 de junio, a la necesidad de proteger espacios para salvaguardar los océanos. SEO/BirdLife se suma a esta celebración poniendo de relieve el papel de las IBA (Áreas Importantes para la Conservación de las Aves y la Biodiversidad) marinas, como precursoras de estos espacios protegidos, en aguas nacionales e internacionales.
¿Por qué proteger espacios en el mar?
Los petreles, pardelas y albatros suelen criar en lugares remotos, libres de depredadores terrestres. Desde su nido, pueden recorrer cientos o incluso miles de kilómetros en busca de alimento, para poder alimentar a su único pollo. Esto podría llevar a la conclusión de que no tiene sentido definir espacios protegidos en el mar, pues sus movimientos son demasiado grandes. Pero no es así, pues igual que crían en el mismo lugar toda su vida, estas aves también suelen visitar de forma recurrente las mismas zonas para alimentarse, por lo que protegerlas puede ser clave para mantener sus poblaciones, en general muy deterioradas.
SEO/BirdLife ha dedicado importantes esfuerzos en este sentido, partiendo del trabajo pionero para la identificación de Áreas Importantes para las Aves y la Biodiversidad (IBA) marinas, con el apoyo de un proyecto Life (2004-2009) que dio lugar al primer inventario de IBA marinas a nivel nacional, junto con el de Portugal. En el caso de España se identificaron cerca de 40 espacios, que abarcaban una superficie de 50.000 km2, suponiendo casi el 5% de las aguas españolas. Pero la iniciativa también dio pie al desarrollo de una metodología estandarizada, en colaboración con BirdLife International, que ha permitido a otros países realizar propuestas similares, así como plantear zonas candidatas a ser protegidas en alta mar. El fruto de dichos avances queda reflejado en el e-Atlas mundial de IBA marinas.
Avances en la protección de espacios
Desde la publicación del inventario de IBA marinas en España, ha habido importantes avances hacia la protección efectiva de estos espacios. El primer gran paso, en el marco del proyecto Life+Indemares, fue la designación de la mayor parte del inventario de IBA como Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA), figura que forma parte de la Red Natura 2000. Posteriormente, ha tomado el relevo el proyecto Life IP Intemares, que tiene por objetivo consolidar la Red Natura 2000 marina en España, y contribuir así al compromiso de contar, para 2030, con un 30% de la superficie marina protegida de forma eficaz.
En el marco del proyecto, se ha avanzado hacia la elaboración de planes de gestión de los espacios marinos protegidos, recopilando información sobre los valores de cada espacio y las actividades humanas, así como su posible interacción. Al mismo tiempo, se han explorado mecanismos de gobernanza que permitan una gestión participada y eficaz de estos espacios. También se han identificado lagunas de conocimiento y se han realizado nuevas propuestas de espacios, tanto para aves como para hábitats y otros organismos marinos, de forma que hoy día la red de espacios marinos protegidos en España ya alcanza el 21% de la superficie marina estatal.
La gestión como reto
Pese a los avances recientes, sigue habiendo importantes retos por delante, el primero de ellos la elaboración y aprobación de planes de gestión eficaces que permitan garantizar la adecuada conservación de los valores naturales por los que se han designado los espacios marinos protegidos. Es también importante seguir mejorando el conocimiento sobre sus valores y sus posibles amenazas, al tiempo que se deben explorar zonas aún por identificar y designar, y mejorar la información sobre la conectividad entre espacios.
Pardelas y petreles, los menos conocidos
En el caso de las aves marinas, los procelariformes son uno de los grupos con hábitats menos conocidos. En este sentido, SEO/BirdLife mantiene el trabajo de seguimiento, a la vez que incide para minimizar sus amenazas. Recientemente se ha elaborado una propuesta de estrategia de conservación para todas las especies de pardelas de España, que contribuiría en este sentido, en el marco del proyecto Pardeles, que contó con el apoyo de la Fundación Biodiversidad. Particular atención recibe la pardela balear, especie prioritaria de ACAP y endémica como reproductora de las islas Baleares, considerada la especie de ave marina más amenazada de Europa.
Antecedentes del Día Mundial de los Albatros
En 2019, el Comité Asesor del ACAP declaró que las 31 especies comprendidas en el acuerdo aún se ven amenazadas por una crisis de conservación, y miles de albatros, petreles y pardelas mueren cada año como resultado de la pesca. Para lograr una mayor conciencia sobre esta crisis, el ACAP instauró el Día Mundial del Albatros, que a partir de 2020 se celebra cada año el 19 de junio, fecha en que se firmó el acuerdo en 2001. Ediciones anteriores han puesto la atención sobre distintas amenazas a las que se enfrenta el grupo: depredadores introducidos en sus colonias de cría (2020), captura accidental en artes de pesca (2021), cambio climático (2022) y contaminación por plásticos (2023). Este año se llama la atención sobre los espacios marinos protegidos.
Sobre ACAP
El ACAP es un acuerdo multilateral que, bajo el paraguas de la Convención sobre la conservación de las Especies Migratorias (CMS– Naciones Unidas), vela por la conservación del grupo de aves más amenazado del planeta, los procelariformes. El acuerdo, que entró en vigor en 2004, cuenta actualmente con 13 países firmantes o partes: Argentina, Australia, Brasil, Chile, Ecuador, Francia, Nueva Zelanda, Noruega, Perú, Sudáfrica, España, Reino Unido y Uruguay.
Imagen superior:
Pardela balear marcada con GPS por SEO/BirdLife en aguas de Barcelona, junio de 2024. Este tipo de seguimiento permite estudiar la conectividad entre zonas de alimentación y zonas de cría, además de los movimientos migratorios posteriores. Las aves se anillan también con una anilla de plástico que permite su lectura a distancia, con distintos colores según el lugar de procedencia. ©Pep Arcos-SEO/BirdLife