La UE pospone las negociaciones de la futura Política Agraria Comunitaria (PAC) hasta junio por falta de acuerdo en el nivel de ambición ambiental y social.

Con esta decisión, el Parlamento y la Comisión Europea han buscado frenar los intentos de debilitamiento por parte de los ministros de Agricultura de los Estados miembros de esta política. 

 

“Durante los últimos días de negociaciones de la PAC en Bruselas, ha trascendido que se habían eliminado las escasas referencias al Pacto Verde Europeo en los reglamentos de esta política, y el Consejo sólo concedía cierto terreno al Parlamento en aquellos aspectos en los que los Estados miembros son conscientes de que muy probablemente podrán aligerar el cumplimiento de las normas a la hora de diseñar sus planes estratégicos de la PAC”, afirma Enrique Segovia, director de conservación de WWF España. 

Estas negociaciones pretendían avanzar en el montante financiero destinado a los nuevos pagos verdes (ecoesquemas), pero el Consejo ha defendido un porcentaje de ayuda inferior al actual y al exigido por el Parlamento. “Rebajar el presupuesto respecto del asignado al actual greening en los términos que plantea el Consejo sería un paso atrás. Y eso, sumado a que esta nueva medida estará débilmente regulada en la UE, supondría un riesgo para garantizar  la calidad y la necesaria ambición ambiental y climática en su aplicación”, afirma Ana Carricondo, coordinadora de Programas de Conservación de SEO/BirdLife.

 

Próximos pasos 

Mientras, en España se retrasa de nuevo la celebración de la Conferencia Sectorial entre el Ministerio de Agricultura y los Consejeros autonómicos del ramo, que estaba prevista para el 11 de junio, debido a estos últimos acontecimientos. Durante esta reunión se deberán avanzar decisiones clave para el plan estratégico nacional de la PAC (PEPAC). 

“A nivel estatal, existe una preocupante falta de información por parte del Ministerio de Agricultura y las comunidades autónomas, sobre cómo se repartirán las ayudas directas –y más concretamente el llamado pago básico– de la PAC, que representan más de la mitad de su presupuesto. También es clave determinar el destino de las inversiones, en especial las de regadío, para asegurar su no impacto sobre los ya maltrechos ríos y acuíferos”, explica Enrique Segovia.

Por su parte, Ana Carricondo expone: “Precisamos más altura de miras del ministro y consejeros de agricultura, para alcanzar un acuerdo político de alto nivel que no abandone a la agricultura y ganadería de alto valor natural. Necesitamos un giro urgente en nuestro sistema alimentario, sólo posible con una nueva PAC, si queremos cumplir con los objetivos ambientales y climáticos de la Unión Europea, pero también con los de la ‘España vaciada’ y el futuro del sector a largo plazo».

A finales de 2021, España deberá presentar su plan estratégico definitivo de la PAC a la Comisión Europea. Este documento incluirá todos los detalles sobre su aplicación a nivel nacional para el periodo 2023-2027. Se espera que la CE apruebe el nuevo plan en 2022. 

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