• Socios y voluntarios de SEO/BirdLife censarán los ejemplares y contarán con la ayuda de toda persona que quiera participar enviando sus observaciones y participando así en este proyecto de ciencia ciudadana
  • Traídas a España como mascotas, la población de cotorras ha crecido por miles desde que los primeros ejemplares escaparan en los años 70
  • La Ley obliga a que las comunidades autónomas realicen un seguimiento de las especies exóticas catalogadas como invasoras, como las cotorras, pero no se está cumpliendo esta obligación

 

 

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SEO/BirdLife va a abordar, a lo largo de 2015, el primer censo a escala estatal de dos especies exóticas, la cotorra argentina (Myiopsitta monachus) y la cotorra de Kramer (Psittacula krameri). Ambas especies han sido comercializadas tradicionalmente como mascotas y los escapes y sueltas voluntarias han originado su expansión artificial por numerosos países, entre ellos España. De hecho, en algunas ciudades, como Madrid o Barcelona, estas aves de color verde intenso y estridente canto se han convertido en parte habitual y llamativa del paisaje urbano.

 

Cómo distinguir la cotorra argentina y la cotorra de Kramer 

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diciendo la ciudad y la calle 

 

«Este censo pretende conocer el tamaño y distribución de sus poblaciones, y para ello resulta primordial la colaboración ciudadana, principalmente de las personas que viven en grandes y medianos núcleos urbanos con zonas arboladas, espacios donde estas especies se han establecido bien, desarrollando mucho sus poblaciones», explica Juan Carlos del Moral, coordinador del Área de Seguimiento de Avifauna de SEO/BirdLife.

Conocer la población y distribución de ambas especies de cotorras es esencial para afrontar la rápida expansión que están protagonizando y tener datos con los que decidir sobre las medidas de gestión que deben aplicarse. Hay que recordar que la Ley del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad del año 2007 establece que las comunidades autónomas deben aplicar de forma urgente las medidas necesarias para el seguimiento y control de las especies invasoras. A pesar de ello, prácticamente ninguna comunidad dispone de un programa de seguimiento de estas especies o de un censo autonómico completo.

El carácter invasor de la cotorra argentina y de la cotorra de Kramer ha quedado constatado por su imparable expansión en numerosos países del mundo, a los que llegó por las mismas vías que a España. En algunos de estos, se han convertido en un problema ecológico y social, al competir con especies autóctonas, causar molestias a los vecinos o provocar daños en cultivos y estructuras civiles.

En España, el Estado ha incluido a las cotorras en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, publicado en el Real Decreto 630/2013, que expresamente prohíbe la posesión, transporte, tráfico y comercio de las cotorras. Sólo los ejemplares autorizados antes de la entrada en vigor del Catálogo podrán ser mantenidos por sus propietarios, bajo unas estrictas condiciones e informando a las autoridades competentes convenientemente.

«Como suele ocurrir con las invasiones biológicas, lo fundamental es la prevención y en caso de una invasión de este tipo, actuar con rapidez para evitar su expansión. Es importante desarrollar medidas preventivas eficaces que frenen la introducción de especies exóticas antes de que estas puedan asilvestrarse y reproducirse. Una vez que una especie se implanta en un territorio y empieza a expandirse suele ser mucho más difícil y costoso contenerla», afirma Nicolás López, técnico de especies del Área de Conservación de SEO/BirdLife.

Ejemplos recientes de invasiones biológicas en España son la del mejillón cebra, que daña estructuras hidráulicas en el río Ebro, el caracol manzana, en el Delta del Ebro, que destruye las cosechas de arroz o la planta flotante camalote, que ha tomado el cauce medio del Guadiana. Millones de euros se han invertido sin éxito en combatir estas especies, y hubieran sido muchos menos y con mayor eficacia de haber actuado a tiempo.

 

Cómo se hará el censo por toda España


Estas especies, en nuestro país, crían básicamente en zonas arboladas de núcleos urbanos. La cotorra argentina es especialmente vistosa por su sonoridad y por los grandes nidos coloniales que construye, a veces en un árbol aislado de una calle o de un jardín de una comunidad de vecinos. Por ello, SEO/BirdLife necesita la colaboración de todos los ciudadanos para conocer su actual distribución. La cotorra argentina se censará en marzo, en el momento en el que empieza la época de cría y es más fácil localizar a los ejemplares en los nidos.

La cotorra de Kramer, a diferencia de la argentina, anida de forma aislada, en huecos de árboles y puntos similares. Es más difícil de localizar en el punto de nidificación, por lo que el censo se realizará en verano, cuando tienen la costumbre de agruparse por la noche en dormideros multitudinarios.

SEO/BirdLife realiza desde hace décadas un seguimiento continuo de las poblaciones de aves en España, con la ayuda de miles de socios, voluntarios y ornitólogos aficionados, que contribuyen a una gran tarea de ciencia ciudadana. Como explica Juan Carlos del Moral, coordinador de estos Programas de Seguimiento, “el censo de cotorra permitirá la participación de cualquier persona, ya que no requiere especiales conocimientos sobre aves y se realizará además en entornos urbanos y cercanos”.

 

Cotorra argentina Foto 2La cotorra argentina 
La cotorra argentina tiene su área de distribución natural en el sudeste de Brasil y norte de Argentina, parte de Bolivia, Paraguay y Uruguay. Se ha expandido por todo el mundo debido a su comercio internacional como mascota. En España empezó a haberlas en libertad en 1975, en Barcelona, y después en Málaga, Canarias y Madrid. Actualmente ya está instalada con miles de parejas reproductoras en la vertiente mediterránea y el centro peninsular, Islas Baleares y Canarias, con poblaciones muy grandes en Barcelona, Valencia, Madrid, Málaga, Mallorca y Tenerife. Los datos sobre el número de ejemplares son un tanto antiguos y se basan en censos parciales y estimas. Para mediados de la década de 2000, se estimaba una población total de 3.000-3.500 ejemplares. Su número ha crecido de forma importante desde entonces.

 

Cotorra de Kramer Foto 1La cotorra de Kramer 
La cotorra de Kramer tiene su área de distribución natural en África, en una estrecha banda al sur del desierto del Sahara, desde Senegal al oeste, hasta Etiopía en el este, y también se encuentra en Asia (parte de Pakistán y Nepal, y sobre todo en India). Se ha extendido de forma importante fuera de su área de distribución natural, especialmente en Europa. En España ya tiene varios miles de ejemplares reproductores, básicamente en las provincias lindantes con el mar Mediterráneo, además de islas Baleares y Canarias, y con poblaciones abundantes en Barcelona, Valencia, Málaga y Madrid.

 

 

 

 

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