Un grupo de 27 científicos de distintas universidades y organismos de investigación han elaborado las recomendaciones, basadas en el mejor conocimiento actual, para poder alcanzar los objetivos ambientales que debe incorporar la agricultura española, según la nueva Política Agraria Común 2023-2030.

En este análisis, publicado en Ardeola: International Journal of Ornithology, la revista científica de SEO/BirdLife, los autores han revisado la información disponible sobre las relaciones entre prácticas agrarias y biodiversidad en los diferentes sistemas agrarios españoles y ofrecen recomendaciones específicas para el desarrollo del Plan Estratégico que exige la nueva reforma de la PAC en cada país y que se aplicará entre 2023 y 2030. Este Plan deberá recoger objetivos diferentes en cada sistema e identificar medidas a la escala de los paisajes agrarios para alcanzar el objetivo global de la nueva PAC.

 

En un artículo publicado en Ardeola: International Journal of Ornithology, un grupo de 27 investigadores, especializados en las relaciones entre prácticas agropecuarias y biodiversidad, han identificado cómo facilitar que el Plan Estratégico español de la PAC cumpla con los objetivos de conservación de la biodiversidad.

Este Plan, que ha de desarrollarse en cada país comunitario, es de obligado cumplimiento en el contexto de la nueva reforma de la Política Agraria Comunitaria (PAC), que se aplicará entre 2023 y 2030. El Plan deberá establecer las intervenciones adaptadas a las necesidades concretas del sector agrario y del medio rural de cada territorio.

Los autores han revisado la evidencia científica disponible sobre las relaciones entre las prácticas agrarias y la biodiversidad en los ocho grandes sistemas agrarios españoles: cultivos herbáceos mediterráneos, dehesas, olivares, viñedos, sistemas mixtos eurosiberianos, sistemas de pastoreo extensivo y trashumante, frutales, y arrozales.

Fruto de este análisis han concluido, en primer lugar, que el plan debe estar basado en objetivos claros y específicos para cada sistema agrario. Además, estos objetivos deben ser acordes con las metas de las estrategias ambientales nacionales y europeas. Del mismo modo, subrayan que el diseño de las medidas concretas y el seguimiento de los resultados ambientales se base en la evidencia científica existente. Por ello, consideran crítico fomentar la investigación, especialmente en aquellos sistemas agrarios menos conocidos, como los arrozales o varios cultivos leñosos.

En segundo lugar, dado que las medidas no siempre serán de obligado cumplimiento, indican que es importante que su diseño potencie la aceptación por parte de los agricultores de aquellas medidas que sean voluntarias. “Hay diversos aspectos que pueden contribuir a ello: por un lado, disminuir la complejidad burocrática, por otro lado, facilitar la formación y transferencia de conocimientos a los agricultores. Al mismo tiempo, es importante difundir las evidencias de los beneficios obtenidos por la aplicación de las distintas medidas”, indican los autores.

 

Olivar centenario de cultivo extensivo, proveedor de servicios ecosistémicos ©Olivares Vivos

 

Finalmente, se detalla el modo de utilizar la “arquitectura verde” de la nueva PAC (los elementos de la PAC que persiguen beneficios ambientales), compuesta por la condicionalidad reforzada, los planes ecológicos o eco-esquemas, y las medidas agroambientales y climáticas, para alcanzar objetivos concretos. Se revisa también el modo en que otras medidas de la PAC (ayudas a zonas desfavorecidas, agricultura ecológica y protección de la biodiversidad agraria) pueden contribuir a alcanzar objetivos ambientales, concluyéndose que se requieren evaluaciones sobre los efectos en la biodiversidad en cada caso, así como garantizar que estas medidas no compitan con las fuentes de financiación centradas en la diversidad silvestre.

En definitiva, concluyen que el conocimiento científico disponible permite desarrollar medidas potencialmente eficaces en la nueva PAC 2023-2030. “Basar las herramientas de la nueva PAC en evidencias científicas mejorará la protección de la biodiversidad en los paisajes agrarios. Al mismo tiempo, favorecerá una financiación más adecuada que ayudará a los agricultores a desarrollar sistemas agrarios más justos y sostenibles”, explican los autores del artículo.

Además, los expertos señalan que las medidas deben someterse a evaluación para comprobar si se alcanzan los objetivos a los que se dirigen o, en caso contrario, modificarlas.

“Las evaluaciones directas de los objetivos medioambientales son técnica y económicamente viables, pueden ser atractivas para los agricultores y ganaderos, y son socialmente justas e imprescindibles para mejorar la eficacia medioambiental de las medidas de la PAC. Por tanto, instamos a los organismos públicos a tomar decisiones valientes basadas en la evidencia científica en esta dirección, y nos ponemos a disposición de la sociedad para seguir aportando información contrastada sobre el modo de acercarnos a una política europea que promueva una agricultura sostenible y socialmente justa”, declara Mario Díaz, investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales-CSIC, autor principal del artículo y presidente del Comité Científico de SEO/BirdLife.

 

Medidas a escala europea

En el caso de España, el desarrollo de este plan pretende ser un proceso abierto y participativo. En él, están interviniendo el Ministerio de Agricultura, las comunidades autónomas, distintas organizaciones agrarias y medioambientales del ámbito nacional, así como otros interlocutores.

Los científicos especializados en biodiversidad y servicios ecosistémicos asociados a los sistemas agrarios han formado grupos de trabajo en 13 países para colaborar en el desarrollo de esos planes. Entre las conclusiones de estos grupos destaca la urgencia de incrementar la superficie protegida de zonas no cultivadas como barbechos, linderos y pastizales extensivos en el conjunto de Europa. En materia de gestión, subrayan que es imprescindible aumentar los fondos destinados a mitigar los efectos negativos de la agricultura en la biodiversidad y el clima. Además, se reitera la necesidad de un seguimiento y evaluación continuos en los resultados obtenidos.

 

Los elementos singulares del paisaje (árboles aislados, linderos, etc.) contribuyen en gran medida a la conservación de la biodiversidad agraria. Foto: Mario Díaz

 

El grupo que se ha formado en España (ES-PAC) ha hecho una síntesis de las principales evidencias científicas que pueden apoyar el diseño del plan español y que han sido publicadas en Ardeola: International Journal of Ornithology. No hay que olvidar que España es el país europeo con mayor biodiversidad en zonas agrarias. Un 38 % de las especies y un 23 % de los hábitats considerados como de conservación prioritaria en nuestro país están ligados a los paisajes agrarios. La conservación de estas especies y hábitats depende de los usos agrarios que se realizan en dichos espacios y, en consecuencia, la PAC desempeña un papel determinante.

Recientemente en España se han aprobado diversas estrategias nacionales alineadas con los compromisos internacionales para la conservación de la biodiversidad. Estas son: la Estrategia Nacional para la Conservación de Polinizadores, la de Infraestructuras Verdes y Conectividad y Restauración Ecológica y la Estrategia para la Conservación y Utilización de Parientes Silvestres de los Cultivos y Plantas Silvestres de Uso Alimentario. Estas estrategias consideran la PAC como herramienta de gestión y potencial fuente de financiación. Por tanto, el Plan Estratégico de la PAC será un instrumento clave para la conservación de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos asociados en los paisajes agrarios en nuestro país.

 

Una PAC para los grandes retos del siglo XXI

La PAC rige el modo en que se usa la mayor parte de la tierra en la Unión Europea y gestiona más de un tercio del presupuesto comunitario. Se estableció tras la Segunda Guerra Mundial para asegurar el abastecimiento de alimentos a precios razonables. Alcanzado sobradamente su objetivo, se trata ahora de corregir los problemas ambientales (contaminación, pérdida de biodiversidad, cambio climático) y socioeconómicos (despoblamiento rural, desequilibrios regionales, especulación) que genera la producción intensiva de alimentos y otros productos agropecuarios.

Tamara Rodríguez, responsable del Programa de Agricultura y Desarrollo Rural de SEO/BirdLife explica: “este trabajo, elaborado por investigadores especializados en las relaciones entre la actividad agraria y la biodiversidad de nuestro país, demuestra de nuevo la imperiosa necesidad de un cambio de rumbo en la PAC, y la disponibilidad de herramientas para que apoye el mantenimiento y la transición hacia sistemas agrarios de alto valor ambiental y sociocultural, importantes en nuestro país y necesarios en todo el continente europeo, como SEO/BirdLife conjuntamente con WWF defienden y piden desde hace años. Estas bases científicas son una gran oportunidad para lograr que la actual reforma de la Política Agraria Común, y su aplicación mediante el Plan Estratégico español, promueva real y efectivamente una agricultura y ganadería proveedora de alimentos sanos y de calidad, generadora de servicios ecosistémicos y biodiversidad en beneficio de toda la sociedad”.


Más información

Díaz, M. et al. (2021). Objetivos ambientales de la agricultura española: recomendaciones científicas para su implementación efectiva según la nueva Política Agraria Común 2023-2030. Ardeola, 68: 445-460. (acceso libre)

Infografía: Una política agraria sostenible y justa. Recomendaciones de la ciencia.

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