El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha oficializado la elevación de la categoría de amenaza del sisón común y de la alondra ricotí como especies En Peligro de Extinción en todo el territorio español, reconociendo así el empeoramiento de su situación. Se trata de dos aves muy ligadas a planicies abiertas, fundamentalmente vinculadas a cultivos de secano de cereal y a prácticas tradicionales como los barbechos o la ganadería ovina en extensivo de pastizales áridos.

 

Esta decisión, que se ha adoptado de forma coordinada por el Gobierno de España y de las distintas comunidades autónomas, reconoce, por fin, el pésimo estado de conservación que la comunidad científica venía reportando desde hace años para estas especies.  Recordamos que declarar una especie En Peligro de Extinción no es ni una meta, ni un éxito. Al contrario, es una llamada a la acción urgente para frenar el declive de ambas aves. Como medidas prioritarias es necesario la aprobación de los preceptivos planes de recuperación de estas especies a nivel autonómico, y es preciso detener la progresiva desaparición de los mal llamados secarrales, su hábitat prioritario, actualmente amenazados por la extensión de cultivos leñosos y modelos de agricultura industrial, con simplificación del paisaje y uso intensivo del agua y agroquímicos, y la construcción de infraestructuras –entre otras, instalaciones de energía renovable- sin la adecuada planificación.

Responder a la evidencia científica

SEO/BirdLife junto con la comunidad científica ya habían certificado la necesidad de revisar al alza el grado de amenaza de sendas especies, hasta ahora consideradas en situación Vulnerable, lo que se recoge en el último Libro Rojo de las Aves de España, publicado por SEO/BirdLife, que recopila la información más reciente sobre la situación de las especies de la avifauna española.

En el caso del sisón, cuyas poblaciones se concentran mayoritariamente –en un 87%- en la meseta sur y Extremadura, se constata una reducción de ejemplares muy superior al 50% en diez años. De hecho, si se amplía la comparativa, se observa un declive de más del 68% entre 1998 y 2018. Los investigadores prevén que este declive siga en aumento, con proyecciones que llegan al 75%, lo que resultaría en la desaparición del sisón común en España a medio plazo. Y por ello, SEO/BirdLife solicitó la catalogación como En Peligro de Extinción formalmente al MITECO en 2020.

La alondra ricotí, o rocín, atraviesa una situación igualmente crítica. España es el único país europeo con ejemplares de la especie, la mayoría concentrados en Aragón, Castilla y León y, en menor proporción, Castilla-La Mancha. Se observa una disminución de sus poblaciones en torno al 40% en diez años, acompañada de una reducción de su área de distribución en la península ibérica, que ha menguado en un 44% aproximadamente.

Alondra Ricotí _Autor: JM Simón

Alondra Ricotí _Autor: JM Simón

 

Transformación agrícola, renovables y falta de acción pública

Ambas especies comparten la amenaza global de la pérdida del modelo agropecuario más tradicional, basado en una agricultura de cereal de secano y la ganadería extensiva de ovina sobre pastizales y rastrojos. Esto supone la pérdida y deterioro de sus hábitats debido, fundamentalmente, a la transformación de las agroestepas cerealistas en superficies de cultivos leñosos o intensivos de regadío, así como al abandono de cultivos y de prácticas agrarias tradicionales, como es el caso de los barbechos o el mantenimiento de linderos, y por otro lado, la matorralización o pérdida de los pastizales áridos más asociados a la alondra ricotí.

Además, a la habitual expansión de infraestructuras industriales y de transporte, en los últimos años, se ha identificado un nuevo uso del suelo, la construcción de instalaciones renovables solares y eólicas, que amenaza los espacios favorables para las especies, dado que, por regla general, los secarrales son tierras más baratas y más propicias para la instalación de fotovoltaicas. De hecho, los investigadores que siguen la evolución de las especies consideran que una mala planificación del despliegue renovable, sin tener en cuenta dónde se alimentan y se reproducen estas especies, puede suponer un peligro crítico.

Recordamos que los proyectos que afectan a estos dos taxones no son pocos. En 2022, por ejemplo, la ONG ambiental se opuso a unos 50 proyectos por afectar de forma directa al sisón común.

Otro punto clave para la comunidad científica es la necesidad de mayor acción por parte de las administraciones públicas, especialmente las comunidades autónomas, que son las instituciones con mayores competencias para la conservación de ambas especies. De hecho, en ambos casos, la primera acción que se recomienda es la misma: ampliar el número de espacios protegidos favorables para la especie, o ampliar los existentes. En concreto, es fundamental ampliar el número de Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA), una de las categorías de protección dentro de la Red Natura 2000, la red de áreas protegidas de la Unión Europea.

Hay más: las comunidades autónomas y el propio Gobierno de España debían de haber puesto en marcha las correspondientes estrategias y planes de conservación para las dos especies, un paso obligado cuando un taxón es declarado como Vulnerable, pero la mayor parte de las regiones con presencia de la especie no cuentan con este instrumento. Y, si bien recientemente se ha aprobado la Estrategia Estatal para la Conservación de Aves ligadas a medio agrarios, el ascenso a la categoría En Peligro de Extinción de estas dos especies exige la elaboración y puesta en marcha de planes de recuperación.

Todas las poblaciones de urogallo, En Peligro de Extinción

El BOE recoge otra reivindicación de SEO/BirdLife: considerar las dos poblaciones de urogallo común, pirenaica y cantábrica, bajo la misma categoría de amenaza, En Peligro de Extinción.  Urge la aprobación de la Estrategia de Conservación del Urogallo a nivel estatal, y que comunidades autónomas como el Principado de Asturias aprueben el correspondiente Plan de Recuperación de la especie, que no cuenta con esta herramienta de conservación a pesar de que hace más de 20 años que la especie entró en esta categoría en Asturias.

“La declaración del sisón y de la alondra ricotí como En Peligro de Extinción es la constatación de varios fracasos: en la protección de especies, en la implantación de modelos de agricultura y ganadería buenos para la biodiversidad y en asegurar una planificación renovable compatible con la naturaleza. Estamos llegando al punto de no retorno, ese en el que tendremos que admitir que nuestros hijos y nietos no verán nunca más aquellas aves que poblaban los paisajes de nuestra infancia. La pérdida de sisones o de alondras ricotí es una señal de alarma sobre el empobrecimiento del campo en España. Su recuperación puede constituir una oportunidad inmejorable para reconducir esta deriva”, señala la directora ejecutiva de SEO/BirdLife, Asunción Ruiz.

 

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