A través del proyecto Pardeles, que finaliza, a su vez, con el lanzamiento del vídeo divulgativo Sobrevivir en un mar de amenazas

Las pardelas balear, pichoneta canaria y chica canaria se encuentran en situación crítica, y podrían llegar a extinguirse en pocas décadas si no se dedican esfuerzos importantes para cambiar su situación

El informe recientemente publicado “Estado de Conservación de las aves del mundo 2022”, de BirdLife International, pone de manifiesto la situación particularmente desfavorable de las aves marinas. Entre ellas, los procelariformes, a los que pertenecen albatros, petreles y pardelas, destacan por estar particularmente amenazados. A hacer frente a esta situación se ha dedicado el proyecto Pardeles de SEO/BirdLife, que cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco). Tras dos años de andadura, Pardeles culmina con la presentación de un borrador de estrategia de conservación para las pardelas. Este documento, que deberá ser aprobado ahora por todas las administraciones competentes, marcará las pautas a seguir para hacer frente a los problemas que afectan a estas especies, algunas de las cuales se encuentran entre las aves más amenazadas de Europa, y revertir su tendencia negativa.

Para llegar a este borrador, hemos realizado un taller participativo de expertos en el que se ha puesto en común toda la información recopilada por el equipo de SEO/BirdLife durante el proyecto. La estrategia identifica fortalezas, deficiencias y oportunidades en el contexto actual, y perfila las principales acciones a desarrollar o mantener, incluyendo específicas de conservación, seguimiento e investigación. También pone el acento en la necesidad de promover la divulgación y sensibilización de la sociedad, y su implicación a través de procesos participativos.

“Desde el punto de vista de las oportunidades -señala Pep Arcos, responsable del Programa Marino de SEO/BirdLife-, enlaza con la reciente aprobación de un plan nacional para la reducción de capturas accidentales en la pesca, que debe ahora trasladarse al terreno para poner solución a este problema. También incide en la necesidad de afrontar firmemente la depredación de ejemplares en colonias de cría, abordando aspectos tan delicados como la proliferación de gatos asilvestrados. Y llega en un momento de grandes cambios en el medio marino, con la aprobación de los planes de ordenación del espacio marítimo (POEM) y el previsible desarrollo de la explotación eólica marina, una actividad industrial que podría tener un fuerte impacto sobre las pardelas si no se tienen en cuenta las zonas más sensibles para este grupo de aves.

Una vez en marcha la estrategia, será necesario llevarla a la práctica con la aprobación de planes de recuperación o de conservación, un paso para el que parece haber un firme compromiso por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y las comunidades autónomas.

`Pardelas, sobrevivir en un mar de amenazas´

Aparte de la estrategia, el proyecto Pardeles ha prestado especial atención a dar a conocer a estas aves entre los ciudadanos. Por ello lanza ahora un vídeo infográfico divulgativo, titulado Pardelas, sobrevivir en un mar de amenazas, que presenta a estas aves, tan desconocidas para gran parte de la sociedad por desarrollar la mayor parte de su ciclo vital mar adentro, y por visitar las colonias de cría, a menudo en lugares remotos, solo de noche.

También llevó esta realidad al plano infantil y juvenil, con la publicación del cómic “De vacaciones con las pardelas” (en castellano y catalán) protagonizado por “La tribu del bosque”, singulares personajes animados del Club Aventure@s de SEO/BirdLife que viven divertidas peripecias en la revista del club.

Un país con una gran diversidad de pardelas

En España crían cinco especies de pardelas, todas ellas incluidas en el Catálogo Español de Especies Amenazadas. La pardela balear, endémica del archipiélago del mismo nombre, está catalogada a nivel global como “en peligro crítico de extinción”, siendo la especie de ave marina más amenazada de Europa. Pero no es la única en situación alarmante. En Canarias, la pardela pichoneta, recientemente descrita como una población taxonómicamente diferenciada de las más abundantes poblaciones del Atlántico norte, y que a la larga podría merecer el estatus de especie, se encuentra en claro retroceso, y podría desaparecer en poco tiempo si no se revierte su grave declive. No está mucho mejor la pardela chica canaria, también en declive. Completan la lista las pardelas cenicientas mediterránea y canaria, ambas más extendidas y con un mayor número de efectivos, pero también sensibles. Y a ellas se suman tres especies de presencia regular en aguas españolas, pese a no criar aquí: las pardelas mediterránea, sombría y capirotada, estas dos últimas migradoras de larga distancia que provienen del hemisferio sur.

Distintas especies, mismos retos

Pese a los diversos orígenes, las amenazas de las pardelas son comunes. Se trata de animales de larga vida (pueden vivir varias décadas, hasta 50 años o más) y con tasas de reproducción muy bajas (por lo que se puede decir que son muy “conservadoras”). Por ello, sus principales presiones son aquellas que causan la mortalidad “no natural” y acortan su esperanza de vida. Destaca la depredación de huevos, pollos y adultos en sus colonias por parte de animales exóticos (asilvestrados o introducidos por el ser humano), ante las que no han desarrollado defensas: gatos, visones, ratas y otros pueden causar verdaderos estragos en sus poblaciones, de los que a veces no pueden recuperarse.

En el mar, la amenaza más extendida es la captura accidental en artes de pesca, que causa miles de muertes cada año, y en la que SEO/BirdLife trabaja desde hace años a través de la colaboración con los pescadores. Otras amenazas para este grupo tan sensible son la contaminación (lumínica, por hidrocarburos, plásticos, etc.), la transformación del hábitat, la sobreexplotación de presas y el cambio climático.

El proyecto Pardeles cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco). Su principal objetivo es poner al día el conocimiento sobre las especies de pardelas que frecuentan las aguas españolas y comparten retos similares en tierra y en el mar, para desarrollar una propuesta de estrategia de conservación conjunta, que permita coordinar el trabajo de seguimiento y conservación.