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Cuidar y mantener la integridad de nuestros espacios naturales es esencial para afrontar los desafíos ambientales globales y garantizar la salud de nuestro planeta. Esto implica adoptar un enfoque integral que combine la preservación y gestión de áreas naturales con la promoción de prácticas sostenibles y la sensibilización del público sobre la relevancia crítica de la biodiversidad y los ecosistemas saludables.

La Estrategia de la UE propone que un 10% de la superficie terrestre y marina deben estar bajo protección estricta en 2030. Esta superficie debe aplicarse en zonas que albergan características naturales que pueden prosperar mediante procesos naturales, y que la Comisión Europea ha identificado, inicialmente, a los bosques primarios y antiguos existentes en la actualidad, así como otros ecosistemas ricos en carbono, como turberas, praderas, humedales y praderas marinas.

Objetivo general:

Contribuir a la implementación de la Estrategia Europea de Biodiversidad en relación con el establecimiento de Zonas Estrictamente Protegidas facilitando su identificación, implementación, desarrollo y aceptación en el contexto del estado español.

Objetivos específicos:

• Facilitar la selección y establecimiento de Zonas a Proteger Estrictamente mediante la definición de criterios basados en aspectos ecológicos y socieconómicos, teniendo en consideración la vulnerabilidad a los efectos del cambio climático.
• Avanzar en el conocimiento sobre la percepción que la sociedad tiene sobre la Protección Estricta y facilitar, a través de acciones de comunicación (información y sensibilización), su comprensión y aceptación, especialmente en el medio rural y marino.
• Sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de la designación de superficie como Protección Estricta, siendo un instrumento para la mejora del estado de conservación de la biodiversidad y para la provisión de servicios ecosistémicos en el medio terrestre y marino.