Editorial publicado en el nº 34 de la revista Aves y naturaleza

Pajareros y pajareras… Mi máxima gratitud por vuestra sabia, solidaria y saludable afición. Gracias por esa cuerda locura de contar pájaros de manera voluntaria. Un compromiso admirable. Sois imprescindibles. Que lo sepa el mundo. Los de los pájaros llevamos casi siete décadas estudiando, reclamando y contagiando más aves y más naturaleza, convencidos de que son gran parte de la solución que la sociedad necesita.

SEO/BirdLife acaba de cumplir 67 años, pero no podemos jubilarnos. Más bien al contrario. Las aves que observamos, escuchamos y contamos nos están avisando. Nos pían al oído: crisis ecológica es crisis social.

Alcaudón real_Shutterstock

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Este año se cumplen también 25 primaveras contando nuestras aves reproductoras más comunes a lo largo y ancho de este país. Celebramos el 25 aniversario de nuestro programa Sacre. Podríamos decir que celebramos nuestra propia naturaleza, nuestra identidad, nuestros programas de Ciencia Ciudadana en su conjunto y todo lo que representan en nuestra organización conservacionista y científica: el cómo entendemos la defensa de la naturaleza en SEO/BirdLife, con ciencia y a conciencia. No somos negacionistas. Somos “afirmacionistas”. Defendemos la naturaleza con la ciencia y los datos en la mano.

Hoy Bernis, nuestro fundador, estaría orgulloso de ver la transcendencia ambiental y social que ha adquirido ese “batallón de ornitólogos en el campo” que él reclamaba. Hoy, gracias a esos ornitólogos de alpargata de antaño, hay programas de ciencia ciudadana esenciales para conocer el estado de nuestra biodiversidad.

Francisco Bernis.

Francisco Bernis.

Estos 25 años demuestran que la ciencia ciudadana tiene un papel clave a la hora de generar conocimiento científico de primer orden, de otra forma inabordable. El trabajo de los voluntarios pajareros en España y en el resto del mundo ha contribuido a generar ciencia publicada en Science o Nature, entre otras muchas revistas. Las aves se han convertido en un termómetro clave para determinar la salud de la naturaleza y de nuestra calidad de vida. No en vano, Eurostat se basa en los datos de programas como el Sacre para construir uno de los indicadores de calidad de vida de los europeos.

Hoy Bernis, sin embargo, no estaría nada satisfecho del mal estado de nuestras aves y todo lo que eso significa, ni de los mecanismos de respuesta de las instituciones responsables cuando suena la alarma; cuando programas como el Sacre encienden la luz roja.

Nos quedamos sin aves y sin tiempo. Resulta preocupante, incluso desolador, ver en la lista de declives a aves que forman parte de nuestro imaginario colectivo. Aves que siempre nos han acompañado: golondrinas, gorriones, codornices, lechuzas, vencejos… Es una inquietante paradoja que aves que llevan en su nombre el adjetivo común estén desapareciendo. Así de grave es la pérdida de biodiversidad que estamos sufriendo: lo común está dejando de serlo.

Contar pájaros no es una frivolidad. Guste o disguste, es mucho más de lo que la sociedad conoce. Lo que no se mide no se puede gestionar. Los programas de seguimiento de SEO/BirdLife son herramientas consolidadas al servicio de nuestro sistema democrático. No estoy exagerando.

La ciencia ciudadana en SEO/BirdLife ha sido útil para los tres poderes del Estado en la defensa de la naturaleza: el ejecutivo, el legislativo y el judicial. La consistencia de nuestros datos han sido claves en el legislativo y en el ejecutivo: catálogos de especies amenazadas, protección de espacios, regulación sectorial en el campo y en la ciudad… y un larguísimo etcétera. En la vía judicial -nuestra faceta más incómoda en tribunales (esa que solo empleamos cuando hemos agotado todas las vías de negociación posibles)-, nuestros programas de seguimiento han sido decisivos y determinantes creando jurisprudencia en sesenta sentencias dictadas en los últimos 20 años, bien por el Tribunal Supremo, bien por tribunales superiores de justicia. En casos abiertos por SEO/BirdLife y en casos iniciados por asociaciones vecinales, plataformas, otros grupos conservacionistas o pequeños ayuntamientos.

Contar aves importa. Las tendencias poblacionales de las aves han sido fundamentales en la evaluación de políticas medioambientales nacionales, europeas y en tratados internacionales. Nuestros datos son considerados por la Agencia Europea del Medio Ambiente, la Secretaría del Convenio sobre la Diversidad Biológica y el Tribunal de Cuentas Europeo; se han incluido en el Índice Planeta Vivo de WWF, y han sido utilizados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), entre otros.

Contar aves debería importar más. Nuestros programas de ciencia ciudadana podrían evaluar en qué medida el Pacto Verde Europeo y los fondos Next Generation atienden a las siguientes generaciones como su nombre indica, y podrían ser un fantástico termómetro de los efectos del Plan de Recuperación (PRTR) en nuestra calidad de vida.

Contar aves es mucho más de lo que parece. Según estudios recientes, coger unos prismáticos y mirar pájaros genera felicidad. No está mal que nuestro compromiso ambiental tenga recompensa. Un poquito de disfrute es necesario. Por cierto, no te resistas a ser más feliz y cuenta pájaros. Estás a tiempo. Te necesitamos. Los 25 años de nuestro programa Sacre demuestran su utilidad para defender el más indefenso de nuestros bienes: el bien común, nuestra naturaleza.

¡Gracias contadores de pájaros! por vuestra voluntad de servicio, por vuestra afición, devoción y convicción. Sois esenciales en nuestra sociedad. Los locos de las aves las contamos, para que su vida cuente y la nuestra también. Sin aves nuestra vida está en el aire.

Asunción Ruiz, una mujer de mediana edad en su puesto de trabajo.

 

 

Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife

Editorial publicado en el nº 34 de la revista Aves y naturaleza

 

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