Si te gusta disfrutar de las aves de tu jardín quizá ya hayas dado el paso de instalar tu propio comedero. Herrerillos, mirlos, gorriones, petirrojos y otros visitantes alados encuentran en estos soportes un aporte extra que les resulta de gran ayuda para pasar los meses más fríos del año.
Sin embargo, además del placer que nos produce su observación, de debemos pasar por alto que la instalación de un comedero requiere tener en cuenta unas buenas prácticas en cuantos a higiene, seguridad y otros detalles.
Higiene -Qué tenemos que hacer
Las aves silvestres son susceptibles de contraer una gran cantidad de enfermedades, algunas de las cuales se contagian con mucha facilidad. Las aves silvestres pueden ser contagiadas en muchos lugares, incluyendo nuestros jardines. Por ello, es importante ser capaz de reconocer los factores que pueden ayudar a contagiar la enfermedad y adoptar medidas de higiene para reducir el riesgo de transmisión.
Prevenir es mejor que curar
Desafortunadamente, si intentamos capturar y tratar a un ave que ya ha sido contagiada por alguna enfermedad, es probable que sea demasiado tarde. Por otro lado, el tratamiento de las aves enfermas sin captura previa no es recomendable porque no hay forma de garantizar que los medicamentos sean consumidos únicamente por las aves afectadas o en las dosis adecuadas. Por ello, es mucho más efectivo tomar medidas preventivas para evitar un contagio. Es probable que algunas aves actúen como portadoras de enfermedades y puedan llegar a contaminar nuestros comederos al acudir a ellos para alimentarse.
Colocación de los comederos
Dado que el riesgo de transmisión de las enfermedades por contacto directo es aconsejable intentar evitar el agolpamiento de las aves. Una solución sencilla es colocar los comederos separados unos de otros en lugar de colocarlos todos juntos. Esto ayuda a la dispersión de las aves que vienen a alimentarse y se reduce la posibilidad del contagio por contacto directo. Es conveniente cambiar de lugar periódicamente los comederos, especialmente aquellos situados directamente sobre el suelo. También se debe pensar dónde colocar los comederos en relación con los elementos de nuestro jardín. Por ejemplo, se debe evitar colocar un comedero de aves debajo de un árbol o repisa que sea utilizada como posadero o dormidero de un gran número de aves ya que no tardara en verse contaminado con los excrementos.
Limpieza de los comederos
La limpieza de los comederos de aves es fundamental para evitar el contagio de enfermedades. A demás de la limpieza es muy importante no proporcionar más alimento del necesario. Mesas y otras superficies de alimentación deben ser desinfectadas periódicamente (semanal o quincenalmente) usando un desinfectante apropiado, como el que se comercializa para la limpieza de jaulas, seguido por un enjuague y secado antes de su uso posterior. Es aconsejable usar guantes de goma y lavarse las manos y los antebrazos cuidadosamente después de la limpieza.
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