Ibis eremita
Geronticus eremita
El ibis eremita , gracias al programa Proyecto Eremita, vuelve a poblar algunos puntos de la geografía gaditana, tras haber desaparecido en Europa a lo largo del siglo XVII. En la actualidad la única población totalmente silvestre y autosuficiente es la de Marruecos, y los núcleos establecidos en el sur peninsular siguen viéndose reforzados con la suelta de ejemplares jóvenes criados en cautividad, ya que la alta tasa de mortalidad no garantiza aún el futuro de nuestras colonias.
CAT / Ibis ermità
GAL / Ibis pelado
EUS / Ibis ermitaua
ENG / Northern Bald Ibis
Especie extinta a nivel regional, no queda ninguna duda razonable de que el último individuo existente ha muerto, incluso en cautividad, en el ámbito territorial analizado, pudiendo evaluarse por separado la población reproductora y no reproductora.
No hay un archivo de canto asociado a este ave.
Ibis eremita
Geronticus eremita
Información
Pelecaniformes
Threskiornithidae
70-80 cm
1,3 m
Identificación
El ibis eremita presenta un plumaje negro, con reflejos metálicos verdes y púrpuras, caracterizado en la edad adulta por exhibir una cabeza pelada y roja, un pico también rojo, largo y curvo, y unas largas plumas colgantes sobre la nuca y la parte alta del cuello (dibujo 1).
Los inmaduros son más apagados, con cabeza más oscura y plumas ornamentales menos desarrolladas. Resulta algo más grande que el morito común.
Canto
Ave silenciosa habitualmente, emite varios silbidos y gruñidos guturales en el nido y en exhibición.
Dónde vive
En el mundo
El ibis eremita, antes distribuido por el norte de África, sur de Europa y este de Asia, e incluso habiéndose reproducido en Centroeuropa (Austria, Hungría y Suiza) hasta el siglo XVIII, hoy en día tan solo cuenta con una pequeña población en el suroeste de Marruecos (cerca de Agadir) y con otras todavía menores, vestigiales, en sendas localidades de Siria (desierto de Palmira) y Turquía (Birecik).
En España
La puesta en marcha en 2003 del Proyecto Eremita en la provincia de Cádiz ha dado pie al asentamiento de varias parejas reproductoras, y ya han nacido ejemplares en libertad. No obstante, y debido a la alta tasa de mortalidad de jóvenes antes de llegar al año, sigue reforzándose la población con la suelta de individuos criados en cautividad.
Para más información sobre su distribución territorial y otros datos de interés, consulta la ficha del ibis eremita en el III Atlas de las aves en época de reproducción en España.
Más información
Consulta el siguiente enlace para ampliar la información sobre esta especie.
Invernada fuerte
Invernada floja
Estival
Residente
Desplazamientos
La población establecida en la provincia de Cádiz es completamente sedentaria. Los avistamientos fuera del área de campeo de este núcleo reproductor se corresponden, habitualmente, con individuos divagantes procedentes de sueltas.
Población
En la Lista Roja Europea de Aves 2021 el ibis eremita se presenta como RE – Regionalmente extinto, y aún no se consideran los datos poblacionales relacionados con la colonia de ejemplares reintroducidos.
El III Atlas de las aves en época de reproducción en España nos presenta una población de 23 parejas en 2018 distribuidas en tres colonias, y un número creciente de aves en criadas cautividad y posteriormente reintroducidas. Se considera un censo de 129 ejemplares en 2021, y aunque la evolución de la población introducida parece ser positiva, la especie todavía no se considera del todo autosuficiente en nuestro país.
Cómo vive
Hábitat
El ibis eremita vive en zonas relativamente áridas, ligado a ramblas, llanos y mesetas provistos de acantilados rocosos donde instalar las colonias de cría.
Su área de campeo incluye terrenos agropastorales, en particular vinculados al ganado bovino, pero también es observado en otros ambientes como campos de golf que frecuentan junto a otras aves.
Alimentación
Se alimenta, sobre todo en invierno, en campos de cultivo, prados y pastizales. Tiene una dieta esencialmente animal, a base de insectos y otros invertebrados, aunque en ocasiones también consume reptiles, anfibios, peces e incluso pequeños mamíferos.
Reproducción
Entre mediados de febrero y primeros de mayo, con más probabilidad en marzo, los ibis eremitas inician su ciclo reproductor. Crían en colonias situadas en cantiles y repisas en las que los nidos están muy próximos entre sí. Estos son plataformas construidas mayoritariamente por la hembra con ramas forradas con paja, lana, trapos y todo tipo de desperdicios que el macho recoge o, en ocasiones, roba a parejas vecinas.
Las puestas típicas constan de dos a cuatro huevos de color blanco azulado con pequeñas manchas marrones. La incubación, llevada a cabo por ambos progenitores y desde la puesta del primer huevo, se alarga durante 24-28 días, al cabo de los cuales nacen de forma asíncrona los pollos. Los más tardíos raramente sobreviven.
Alimentados por la pareja, los jóvenes volanderos hacen sus primeros vuelos a los 43 o 47 días, si bien ambos adultos continúan cuidando a su prole mucho después de que abandona el nido, generalmente hasta la siguiente temporada de reproducción.
Meses en los que se puede ver la especie en España
Amenazas y conservación
Especie extinta a nivel regional, no queda ninguna duda razonable de que el último individuo existente ha muerto, incluso en cautividad, en el ámbito territorial analizado, pudiendo evaluarse por separado la población reproductora y no reproductora.
El ibis eremita se considera una especie RE – Regionalmente extinta en el Libro Rojo de las aves de España (2021) y no figura ni en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial ni en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.
Algunos de los argumentos más sólidos indican que la desaparición del ibis eremita de Europa tuvo lugar en el siglo XVII. La desaparición en España se relaciona con la presión humana. Puede que el abandono de tierras durante la Edad Media, por el despoblamiento en épocas de guerras y epidemias, y determinados cambios climáticos fuesen factores importantes. Sin embargo, estas razones no resultan suficientes para explicar la desaparición del ibis eremita en España.
Durante el año 2004 se inició un programa de reintroducción en Cádiz con el objetivo de crear una población sedentaria y que dio lugar a varios núcleos de cría. Actualmente se han contabilizado 21 parejas nidificantes e incluso han nacido varias generaciones en estado silvestre. A pesar de ello, dado que esta joven población tiene una elevada tasa de mortalidad, aún requiere la liberación de jóvenes criados en cautividad y por ello dicha población no se puede considerar autosuficiente.
El escaso número de ejemplares, con la consecuente falta de variedad genética, las altas tasas de mortalidad o la proximidad de sus escasas colonias a núcleos de población humanos en expansión constituyen algunas de las amenazas a las que se enfrenta la especie que, sin embargo, alberga hoy más esperanzas de supervivencia que hace apenas unas décadas. La reintroducción de ejemplares para favorecer el asentamiento de nuevas colonias y el refuerzo de la población silvestre atlántica marroquí, única a fecha de hoy con ciertas garantías, son los pilares en los que se debe sustentar la recuperación de esta ave.
Especies similares
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